Por: Urbano Hidalgo. 16/02/2025
WIRED conversa con la científica y divulgadora Ophelia Pastrana sobre la dimensión política de la ciencia, las redes sociales en la era Trump y el futuro de los cuerpos.
Hay un tiempo antes de Ophelia y hay un tiempo de Ophelia. El tiempo antes de Ophelia serpentea entre nombres y apellidos de una familia colombiana de raigambre política. En el tiempo antes de Ophelia hay una Colombia insegura con un plan contra la violencia que solo exacerbó la violencia. Ahí, lo que se resolvía, se resolvía a tiros. La alternativa: el éxodo y la búsqueda de espacios nuevos. En el tiempo antes de Ophelia, hay academias de Ciencias, la de Física en Florida y la de Econometría en Sídney. También hay momentos para las crisis, para la búsqueda, para la necesidad de un cambio. De muchos cambios. Y hay, también, un viaje a México en el que por fin llega el tiempo de Ophelia, la Reina Roja, la Explicatriz. “Un título que me inventé porque hago muchas cosas”, dice.
Youtuber, tiktoker, instagramer, pero también asesora de empresas, conferencista, comediante… Ophelia Pastrana, la primera mujer transgénero en nacionalizarse mexicana, es una de las personalidades con mayor influencia en el universo digital en español y una voz indispensable para la comunidad LGBTI+. Pero sobre todo, Ophelia habla de ciencia, de tecnología, de filosofía, de redes sociales, de las nuevas formas de comunicación digital, hoy tan en crisis.
Encontrar a Ophelia Pastrana requiere paciencia y audios de voz. La comunicadora reparte su día a día en una frenética agenda que se desarrolla entre grabaciones, directos, asesorías a empresas y unas cuantas clases de pole que se le marcan profundamente en los músculos de sus brazos. Requiere, además, de un viaje por numerosas entrevistas, shorts, reels o tiktoks, en los que siempre explica que quienes deben dejar de preocuparse son los del otro lado de la pantalla. Los que opinan, los que niegan y gritan que “las cosas no son así” o “eso no es natural”. Que no se preocupen. Es más, que no sufran. Para sacarles de su error ya está Ophelia.
Esta entrevista ha sido editada para facilitar su lectura.
WIRED: Estudiaste física y economía. ¿Cuál es el punto de intersección de esas dos disciplinas, ya de por sí complejas, que son parte de tu carrera académica?
Ophelia Pastrana: La intersección está en un lugar interesante. Lo que tienen en común es que no las ves. La física se enfoca en dos cosas. Todo lo grande —planetas, galaxias y energías cósmicas— y todo lo pequeño —quarks, átomos y energías muy altas—. Ambas ofrecen datos y debes tratar de inferir algo con ellos. En economía también tienes una serie de datos que, además, muchas veces son imposibles de reproducir. No puedes hacer un experimento sobre los datos de las causas de la Gran Recesión porque solo hubo una Gran Recesión. Así que te vuelves una persona experta en regresión lineal matemática, que en esencia es tratar de predecir futuros. De ahí mi interés por las redes. Las redes sociales son el acervo de datos más profundo y completo del comportamiento humano que existe. Si quieres tratar de predecir qué va a decir la gente acerca de un tema, cómo va a hablar sobre ello o cómo se va a comportar, el mejor lugar para conseguir esos datos son las redes sociales.

WIRED: ¿Cómo enfocas el contenido de tus videos y tus directos y por qué dedicas tanto esfuerzo a combatir la desinformación?
Ophelia Pastrana: Los contenidos que hago están detrás de ese título que me inventé, “La Explicatriz”. Mucha gente no entiende el lenguaje de la ciencia y la tecnología. En ciencia se usa un lenguaje preciso, pero quizá excluyente. En tecnología, lo mismo. De ahí que la pseudociencia vuele en redes. Habla de lo que la gente quiere escuchar porque usan sus mismas palabras, le habla con sus mismas emociones, conecta con sus propios miedos o con sus propios sentires. “La Explicatriz” es un esfuerzo para tratar de aterrizar estas conversaciones con el lenguaje que la gente sí usa.
WIRED: ¿Has debatido o has conversado en condiciones iguales con alguien que tenga convicciones anticientíficas? Muchos comunicadores de ciencia encuentran aquí un terreno pantanoso.
Ophelia Pastrana: No puedes equivaler un saber comprobado y comprobable contra una persona que siente que tiene la verdad. Por eso no puedes tener un panel de debate de 26 doctores que vacunan con un antivacunas. La gente no entiende que la ciencia en sí es un proceso que se construye para que podamos dudar de la ciencia. Mucha gente ve la ciencia como algo lejano y distante, y nos dijeron que así es como tenemos que pensar. Y si tú deseas cuestionarlo, lo siento, no lo puedes hacer, porque tienes que estar en la ciencia para cuestionar la ciencia. La pseudociencia se está desarrollando por gente muy rebelde, que pondera la individualidad actual que muchos buscan hoy en un mundo que no cree en las instituciones.

WIRED: ¿Entonces, qué se hace? ¿Se trabaja para que se revaloricen las instituciones? ¿Se trabaja para que el conocimiento de la ciencia esté más generalizado?
Ophelia Pastrana: No sé, no tengo una solución. Pero me sorprende que no exista un fácil acceso a papers de investigación, o a datos y a resultados y metaanálisis y tantas cosas que vienen desde la ciencia. Para trabajarlas, tal como están, mínimo tienes que vivir en la academia. Se hace eso, en vez de aprovechar que la gente tiene mucha curiosidad. Incluso defiendo que podríamos tener conversaciones hermosas acerca de los motivos de por qué, estadísticamente hablando, ciertas personas tienden a creerse más estas pseudohistorias. Y podríamos observar y convivir con eso, hablar en su idioma con mucha empatía y a lo mejor comenzar a empujar a la gente hacia los procesos de ciencia
WIRED: Hay un debate interesante sobre si la ciencia está politizada. ¿Cuál es tu visión?
Ophelia Pastrana: Hay una cantidad de estudios en ciencia que dicen que los hombres se comportan de un modo y las mujeres se comportan de otro modo. Yo por costumbre le pregunto a esos estudios: “¿hombres según quién y mujeres según quién?”. Digamos que acepto la premisa —no la considero real, pero digamos que la acepto—, de que todo está en la genética. A fin de cuentas, puedes cambiar tu cuerpo y lo que sea, pero los genes no mienten. Ok, va, voy a aceptar eso, no más para este ejemplo, en todos esos estudios que tienen género. ¿A cuántos de esos estudios les hicieron la pregunta con una prueba de cariotipo previa? Lo más probable es que a nadie. Entonces, por consecuencia, está mal definido lo de ser hombre y mujer en esos estudios. Toda esa ciencia hay que rehacerla. Estamos hablando de miles de estudios. Eso, para mí, es el futuro de la ciencia. Como yo estoy haciendo preguntas de la diversidad y la diversidad se considera política, no puedo negar que la ciencia también trae un sesgo político.
WIRED: Me encanta ese optimismo y esa felicidad. Pero al mismo tiempo, también habrá quien le ponga objeciones a esta nueva forma de ver la ciencia, los datos.
Ophelia Pastrana: En su creencia, eso va a suponer un conflicto, un comentario de odio, un rechazo. Pero las redes viven de generar interacción. Y hay negocios inmensos creados alrededor de generar esas interacciones y van a buscar aquello que conecte más con la audiencia. Una de esas estrategias es la comunicación del miedo. Mucha gente comunica desde el miedo porque nos enseñaron a escuchar desde el miedo. Por eso yo hablo desde la curiosidad, la alegría, desde la expectativa de lo que viene. El miedo, además, se pone en contra del cambio. Lo difícil de predecir el futuro no es saber qué va a cambiar. Es más, spoiler, todo va a cambiar. Y el único modo de lidiar con eso es confrontando el futuro con asombro, curiosidad o alegría.

WIRED: ¿Cómo ha modificado tu experiencia como mujer transgénero, como mujer transexual, tu perspectiva de comunicar?
Ophelia Pastrana: Cuando convives con la diversidad, todo el tiempo te estás cuestionando todo. A mí me tomó por sorpresa que yo tenía una transición por ahí enredada que no sabía que se podía hacer. Pero no sabíamos muchas cosas. Nadie pensaba cuando estaba en la universidad que en su futuro iba a existir un zoom, y que íbamos a tener trabajos desde casa, y que íbamos a pagar con una moneda etérea que se llama el bitcoin. La gente se escandaliza y dice: “Yo no sé cómo esa persona se pone tacones”. Pero ya vivimos en la era donde hay bebés de tres fuentes genéticas, ya vivimos en la era donde hay úteros externos para animales, vivimos en la era donde hay carne vegetariana. ¿Y si estas cosas que yo digo acá causan un poquito de shock, qué va a pasar en 20 años? Eso es el futuro.

WIRED conversa con el divulgador y científico Javier Santaolalla sobre los límites de la ciencia y los dilemas de la desinformación.
WIRED: ¿Cuál es tu opinión sobre el reciente anuncio que ha hecho Meta sobre el cambio de sus políticas de moderación y el abandono de muchas empresas de las políticas de diversidad e inclusión?
Ophelia Pastrana: No son políticas de Meta, son políticas de la campaña política actual. De hecho, Meta mismo dice que van a aplicar las políticas de X, que supuestamente defiende una más libre comunicación en redes, que en esencia es comunicación sin filtrar. Es decir, buscan desproteger a todos los grupos que tenían alguna forma de protección. Buscan fomentar el discurso sin miedo a la repercusión o a la pérdida de la calidad del diálogo. Y esto afecta no solo a la gente de la diversidad LGBT, sino a gente de todas las diversidades. La realidad es que se ha comprobado que esto no funciona, porque una vez que el diálogo se vuelve agresión, elimina hasta la capacidad de monetización. El diálogo es tan tóxico que nadie quiere patrocinar ese espacio. Facebook no era famoso por tener exactamente diálogo de calidad, pero ahora mucho menos. Afortunadamente, existen plataformas que sí se comprometen a mantener un diálogo libre de violencia. Quizá la gente migre a esos espacios. Si se permite el insulto libre, la agresión psicológica o la agresión verbal, esto va a impactar a todas las personas, sean de cualquier ámbito del espectro político, sean de la diversidad o no. Existe la falsa noción de que las personas de la diversidad tenemos una protección extranatural, cuando la realidad es que cuando vives en la diversidad aprendes a inmediatamente comenzar a filtrar el contenido violento. Vamos a ver en qué acaba. La verdad es que las plataformas que no filtran su contenido siempre monetizan peor. Y Meta es una plataforma que vive de su monetización. El motivo por el cual lo están haciendo, por supuesto, tiene que ver con la supervivencia de Meta como plataforma en sí frente a una plataforma política dominante estadounidense que le está pidiendo a las empresas de tecnología que tomen estas posturas a condición de no declararse enemigos de la presidencia entrante.
WIRED: Si tuvieras la posibilidad de echar un vistazo hacia adelante, ¿qué es lo que más nos va a sorprender?
Ophelia Pastrana: Creo que será la biotecnología, casi seguro. Nos va a cambiar de raíz. Vamos a tener que convivir con un futuro que nos va a hacer dudar de qué es ser persona en la Tierra. También veo en el futuro muchas preguntas acerca de qué es el cuerpo. Es posible que tengamos sistemas de cuerpos que sean de más de dos brazos, que hoy en día medio lo tenemos. Sistemas de cuerpos donde tú estás aquí, pero las acciones están allá, que hoy en día medio lo tenemos. Y sobre eso, la verdadera pregunta es cómo nos vamos a relacionar con otras personas, si ni siquiera tenemos un cuerpo definido. Lo que trae el futuro es diversidad, cuestionarnos nuestra cultura y nuestra experiencia de vida y tanto más para compartir. Interesante, ¿no?
LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ
Fotografía: Wired