Por: Fidel Quiñones Marín. 26/08/2021
El trovador aleja su guitarra
en el final de su canción
y con voz fuerte declara:
¡.. aquí se le extraña tanto!
El público que lo escucha
se apresura a ovacionar
las contundentes palabras.
Detrás del telón,
con libreta en mano
el cronista escribe:
Aquí se le extraña,
no un día, ni dos,
ni un mes, ni tres,
tal vez más de un año
¡Demasiado tiempo!
Se le extraña con urgencia,
con la misma urgencia
que provocó su ausencia.
¡Vaya contradicción!
Todos lo sabemos
por esta repentina lejanía
que dijera otro cantante
duele cada día.
Aquí se le extraña,
pero usted ya lo sabe
y se mantiene indiferente.
Tal vez la incomunicación
en demasía inexistente
es la excusa para el silencio,
pero aún en la distancia
debe decidir pronto,
regresar por necesidad
de la sana proximidad.
La tormenta se acerca
y porque usted es insustituible:
-lo repetiré como plegaria
que debe ser escuchada-
Aquí y ahora se le extraña con urgencia presencial.