Top Posts
La distopía de Nauru
¿Hemos entrado en la era de la “geoeconomía”?
Redadas migratorias en EEUU: nacionalismo Trump vs el...
El dedo que señala el bloqueo y la...
Comunicado: Intimidación institucional contra el Ejido Atotonilco, autoridades...
Un balance de la lucha de la CNTE:...
Asamblea de Daniel Noboa aprueba instalación de bases...
La (des)nazificación de Alemania
El sistema de castas y los dilemas de...
AgroALBA arrancó en Venezuela: estrategias solidarias para producir...
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Portal Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Espacio principalEspacio secundario

La investigación universitaria y el engaño del capital.

por La Redacción julio 30, 2020
julio 30, 2020
1,1K

Por: Joan Santacana Mestre. El Cuaderno. 29/07/2020

Joan Santacana escribe sobre el «corrupto andamiaje de las llamadas revistas científicas de impacto, JCR y otras gaitas».

Ahora resulta que las revistas científicas de prestigio no son fiables. ¡Que sorpresa! The Lancet, una de las que más méritos acapara, o The New England Journal of Medicine han publicado investigaciones que han tenido que ser retiradas de edición. La primera de las dos revistas publicó un estudio sobre la hidroxicloroquina (HCQ) y su eficacia contra la COVID-19, basado en los datos de una empresa de Chicago que afirmaba tener datos de casi cien mil pacientes en centenares de hospitales de todo el mundo. El primer autor que firmaba el artículo era un cardiólogo de Harvard, una de las supuestas mecas de la investigación de vanguardia actual. Según ellos, el uso de HCQ era nefasto para el tratamiento de la pandemia. Pero cuando se empezó a investigar (no se requirió grandes esfuerzos) se descubrió que todo el aparato científico del articulo era falso, al margen de la validez o no de la hidroxicloroquina.

Después de este escándalo, que demuestra una vez más la superchería de este corrupto andamiaje de las llamadas revistas científicas de impacto, JCR y otras gaitas, muchos se han rasgado las vestiduras. Nosotros ya comentamos este tema de las revistas de impacto en un artículo de EL CUADERNO de febrero de 2019, titulado «La burbuja científica y el desencanto de la investigación». Una vez más, los hechos nos dan la razón. Detrás de todo este falso aparato científico se esconde el más absurdo engaño. En el fondo se parte de la base que hay publicaciones revestidas de autoridad que garantizan los saberes y la investigación. Claro está que estas publicaciones no están al servicio de la comunidad científica de forma gratuita; ni tan siguiera es gratuito publicar en ellas. Los investigadores de cualquier rama del conocimiento se ven empujados a publicar en ellas porque las autoridades académicas de sus respectivos países sólo conceden méritos académicos, crédito, dinero y ayudas a aquéllos que son admitidos en estas publicaciones. Pero para publicar en ellas no sólo se requiere gastar los escuálidos fondos de las universidades de todos los países del mundo en este empeño, sino que los temas que interesan no son los nuestros: ¡siempre son los suyos! ¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Están las grandes empresas farmacéuticas que de esta forma avalan sus productos y desacreditan los de la competencia? ¿Está la filosofía conservadora que descarta los artículos de ciencias sociales que discuten la hegemonía del pensamiento único de determinados sectores ideológicos?

De una vez por todas hay que proclamar bien alto que la ciencia no la validan las autoridades académicas, ni las revistas de impacto, ni las JCR, ni tan siquiera los cenáculos científicos en cuyas tertulias se deciden las inversiones del dinero. La ciencia se valida por la comunidad científica cuando muchas evidencias se suman a un hecho o fenómeno concreto. Es el tiempo y sólo el tiempo lo que desenmascara las supercherías y los fraudes, cometidos a veces —como es este caso— con intención de engañar, o bien cometidos por simple y pura ignorancia. No se puede sustituir el nihil obstat quominus imprimatur por el aceptado de estas revistas científicas. En la vieja tradición eclesiástica se utilizaba esta formula latina, que se puede traducir por «no existe impedimento para que sea impreso», para publicar un texto, un artículo o un libro. En la Iglesia católica, en cada obispado, y por supuesto en Roma, había un colegio de censores que otorgaba el nihil obstat. Para evitar que los censores fueran importunados por los autores rechazados, o por los que tenían sus obras prohibidas, su nombre permanecía en el anonimato. Por supuesto, para que se autorizara una publicación, ésta tenía que apoyar sus argumentos en textos previamente aceptados y las citas en latín eran casi obligadas.

A mis colegas de las universidades de todo el mundo, este procedimiento, casi con toda seguridad, les recuerda el que ellos y ellas sufren cuando quieren publicar en una de estas revistas. Saben, en primer lugar, que hay temas que no interesan y que por lo tanto hay que abstenerse de presentar; también saben que hay que citar autores y artículos de las propias revistas en las que se quiere publicar. No es necesario citar en latín hoy, pero si resulta imprescindible hacerlo en inglés —el nuevo latín—, y finalmente saben que existen censores que aprobarán o rechazarán su artículo. Claro está que siempre queda el recurso de pagar…

Por cierto que, entre el estamento de los clérigos, era imprescindible conseguir el nihil obstat para cualquier cargo u honor eclesiástico, incluida la canonización. Del mismo modo, uno tiene la fundada sospecha que determinados sectores de las nuevas derechas, especialmente en Estados Unidos y por consiguiente en Europa Occidental, han hallado en este sistema la fórmula ideal para controlar la investigación y el sistema ideológico que pueda haber detrás de ella. De la misma forma que desde el siglo XVII, con la revolución científica, hasta mediados del siglo XX, era la comunidad científica la que avalaba una investigación cuando muchos elementos se sumaban a sus evidencias, el neocapitalismo eufórico y desbordado de las últimas décadas cree haber encontrado la fórmula para ir imponiendo el pensamiento único y el control sobre la investigación. ¿Seremos estúpidos o soy yo quien me equivoco por ser tan mal pensado?

Joan Santacana Mestre (Calafell, 1948) es arqueólogo, especialista en museografía y patrimonio y una referencia fundamental en el campo de la museografía didáctica e interactiva. Fue miembro fundador del grupo Historia 13-16 de investigación sobre didáctica de la historia, y su obra científica y divulgativa comprende más de seiscientas publicaciones. Entre sus trabajos como arqueólogo destacan los llevados a cabo en el yacimiento fenicio de Aldovesta y la ciudadela ibérica y el castillo de la Santa Cruz de Calafell. En el campo de la museología, es responsable de numerosos proyectos de intervención a museos, centros de interpretación, conjuntos patrimoniales y yacimientos arqueológicos. Entre ellos destaca el proyecto museológico del Museo de Historia de Cataluña, que fue considerado un ejemplo paradigmático de museología didáctica.

LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ

Fotografía: el Cuaderno.

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
La Redacción

noticia anterior
La necropolítica, las varias pandemias y lo que vendrá.
noticia siguiente
La nueva normalidad: ¿más de lo mismo o lo mismo con más?

También le podría interesar

Para una sociología de la voz 

noviembre 15, 2024

Congreso y el polémico licenciamiento de universidades

julio 29, 2024

Los Nuevos Levantamientos Universitarios: Una cultura de guerra...

mayo 18, 2024

Visitantes en este momento:

547 Usuarios En linea
Usuarios: RedaccionEM,52 Invitados,494 Bots

Blog: Perspectivas comunistas

Desde el Plantón magisterial en el Zócalo de la CDMX

Nuestras redes sociales

Blog de la Columna CORTOCIRCUITOS

Nuestros grupos de difusión

Artículos publicados por mes

Síguenos en Facebook

Síguenos en Facebook

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

junio 2025
L M X J V S D
 1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30  
« May    

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    Del Acuerdo Educativo Nacional al Plan de estudios 2022.

    septiembre 13, 2022
  • 2

    Redadas migratorias en EEUU: nacionalismo Trump vs el deep state

    junio 12, 2025
  • 3

    Milei, una bomba de tiempo.

    diciembre 3, 2023
  • 4

    Incongruencias de la NEM de Marx Arriaga: luchar contra el neoliberalismo promoviendo un concurso de Círculos de estudio sobre Freire, con premios de 10 mil pesos a los ganadores y con mecanismos de exclusión

    septiembre 25, 2024
  • 5

    “Érase una vez la colonización”: Carlos Vives cree que la conquista fue una película de Disney

    septiembre 19, 2024
  • 6

    Luce, la polémica “mascota” con que El Vaticano busca acercarse a los jóvenes

    noviembre 16, 2024
  • 7

    REDALYC se deslinda de “Artículo” con denuncia de “plagio”

    noviembre 14, 2023
  • 8

    Pako Belmonte: «Necesitamos la complicidad de la gente para defender la función social de las bibliotecas públicas y evitar recortes»

    noviembre 8, 2023
  • 9

    Pago de seguros institucionales: burda simulación de Cuitláhuac.

    octubre 13, 2024
  • 10

    El fraude de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García. Segunda parte

    diciembre 29, 2024
  • 11

    BRICS debe discutir regulación de redes e inteligencia artificial

    enero 7, 2025
  • 12

    DESPUÉS DEL DÍA 1, ¿QUÉ ES LO QUE VIENE PARA EDUCACIÓN?

    octubre 4, 2024
  • 13

    La preservación de la lengua ch’ol a través del teatro y los medios digitales

    noviembre 14, 2024
  • 14

    La Casa de los Famosos: ¿es posible no mirar?

    septiembre 19, 2024

Rolando Revagliatti. Argentina

Raúl Allain. Perú

Juan Antonio Guerrero O. México

Vanesa Monserrat. Argentina

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

@2020 - Insurgencia Magisterial

Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

Una visión ecomunitarista desde América Latina. Entrevista...

octubre 24, 2020

La prostitución de las universidades

septiembre 5, 2017

GIEI, tiempo de preparar la salida

marzo 24, 2016