Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza. 09/10/2018
Decíamos hace poco: La cancelación de la reforma educativa es un desmadre. Lo reiteramos. Peor aún: cada iniciativa que hacen es un paso al abismo. Ya hasta se pitorrean de Mario Delgado, de Martí Batres, de Fernández Noroña y del mismísimo AMLO. Y no nada más en la cancelación de la reforma. En el aeropuerto están igual, en las promesas de campaña lo mismo, en la situación económica también, y por si fuera poco, Gerardo Esquivel sigue dando noticias desalentadoras: aumentarán la edad de jubilaciones. Más lo que viene….
Los silencios también son preocupantes: nada sobre los niños encarcelados por Trump, nada sobre los contenedores con cientos de muertos, nada sobre las presiones militares, nada sobre las mineras, confusiones sobre la reforma energética…Todavía no empieza y los déficits de información y atención del gobierno de la IV Transformación Nacional ya son muchos.
Son críticas de la derecha, dirán. Es cierto: ¿cómo identificar de otro modo las invectivas de Claudio X. González, Carlos Ornelas y Gustavo Madero ( MORENA está abriendo una caja de Pandora ) ? Lo malo sería que tuvieran razón. Lo peor sería que comandaran las críticas justificadas al proceder político y parlamentario de MORENA y del presidente electo. Marcos Roitman lo decía hace poco: Cuando la izquierda no hace crítica la derecha siempre gana .
Ese es el riesgo al que nos enfrentamos hoy. Por eso nosotros no abandonamos ni el proceder crítico, ni las propuestas estratégicas. Son tareas indispensables del presente. ¡No le dejemos al cártel de la reforma educativa las críticas a la cancelación!
Para abonar al debate, a la claridad política y conceptual, haremos un listado de las dificultades del proceso de cancelación de la reforma. Para nosotros esta es la dificultad: el mandato se ganó en las urnas, pero el programa de cancelación no está a la altura del compromiso: es un desmadre, dijimos antes.
¿Por qué? Repetimos de manera sintética:
- Hay problemas conceptuales graves. Ni AMLO, ni Esteban, ni Mario Delgado, ni Martí Batres, ni Fernández Noroña, ni lxs diputadxs-maestrxs de la CNTE, ni lxs senadorxs-maestrxs tienen una idea clara de lo que es la reforma educativa; en consecuencia, no tienen claro qué van a cancelar. ¿Cómo van a cancelar algo que no saben muy bien qué es? Algunos creen que es la evaluación de desempeño, otros que el INEE, otros que todas las evaluaciones punitivas, otros ni siquiera conocen la diferencia entre abrogar, derogar o cancelar. ¡Traen un relajo!
- Si no saben muy bien qué es la reforma educativa, por tanto tampoco tienen idea de qué cancelar. ¿Las evaluaciones? Por supuesto. ¿Todas, o solo la de permanencia? ¿Sólo eso? ¿O también el INEE, el servicio profesional docente, la autonomía de gestión, el Nuevo Modelo Educativo, las reformas sobre calendarios escolares, las Escuelas al CIEN, los CIEN, el FONE, los clubes, los concejos de participación social? ¿Qué de todo eso?
- Si no saben muy bien qué cancelar, menos aún cómo hacerlo. Algunos proponen un cambio constitucional, otros la abrogación de las leyes secundarias; unos más creen que con la derogación de la evaluación de permanencia es suficiente; otros quieren la derogación de todas las evaluaciones; hay quienes quieren desaparecer al INEE, otros cambiar su estructura, atribuciones y funciones para regresarlo a como era antes; muchos se conformarían con cambios procedimentales y administrativos en la evaluación de permanencia; otros exigen quitar la idoneidad y poner el desempeño, con los aprendizajes de los alumnos como indicador central; y así…tantas como ocurrencias haya.
- No saben bien qué, ni cómo cancelar, porque en realidad no saben por qué hacerlo. Han reportado hasta la saciedad las afectaciones laborales al magisterio, es su único argumento; muy bien, si eso creen que es la reforma educativa, pues lo menos que se puede esperar es que actúen en consecuencia; sin embargo, Martí Batres hace una iniciativa constitucional que solo deroga una parte de las evaluaciones, lxs disputadxs del PT proponen abrogar las leyes del INEE y del servicio profesional docente, lo que dejaría el entramado constitucional intacto y volvería muy endeble la abrogación. O sea, ni en las versiones minimalistas o escuálidas de la cancelación son consistentes.
- No saben qué cancelar porque menos aún saben con qué sustituirlo. No hay un proyecto de Reforma Educativa Nueva o Verdadera, o como quieran llamarle; no hay algo sólido, claro, estratégico; por eso no saben qué, cómo y para qué cancelar. Están por detrás de los neoliberales, con los que nunca podríamos estar de acuerdo, pero son directos, actúan seriamente y van con todo. No nos gustan, es cierto, lucharemos siempre contra ellos, pero es innegable el modo como han diseñado, instrumentado y programado una reforma que amenaza enquistarse a pesar de las crítica y de la cancelación.
- Eso es lo peor: tampoco saben bien para qué cambiar lo que se va a cancelar; es decir, no hay ni un programa, ni una estrategia, ni un proyecto que sustituya a la educación neoliberal. Se los dijo con mucha claridad Gustavo Madero: no saben qué quieren ni hacia dónde van, siguen en campaña. Eso molesta: que se los diga alguien del PAN y ningún asesor de la CNTE o intelectual amigo se los haya dicho, entretenidos en anunciar la enésima muerte de la reforma educativa.
Serenxs, morenxs. Calmadxs, no se apresuren senadoras y senadores, diputados y diputadas. Calma. A pensar, a estudiar, a reflexionar, ya basta del espectáculo de improvisación e ignorancia que están dando. ¡Para eso no votamos por ustedes!
Y no se equivoquen, ni ustedes, ni sus asesores, ni los militantes, esta no es una crítica que le hace favores al PRIANRD; tampoco estamos interesadxs en que fracase un gobierno que no ha empezado; desde hace mucho hemos sostenido una crítica sistemática y radical contra la reforma educativa; por eso luchamos, como muchxs mas, para que se cancele; pero no como otrxs academicxs, porque esté mal hecha y haya que hacerla mejor; nosotrxs sostenemos que debe cancelarse porque es neoliberal; que esté bien o mal hecha no nos importa, sino que sea neoliberal, que se proponga la reconfiguración neoliberal del Sistema Educativo Nacional, que su objetivo sea formar maestrxs, individuxs, instituciones y sujetxs neoliberales: precarixs, sumisxs, responsables de si, individualistas hasta la médula.
Esos son los propósitos de la reforma de Peña Nieto y del Pacto por México. Repetimos: no es que esté mal hecha; el problema es que es NEOLIBERAL.[1]
¡Que se entienda de una vez por todas!; Para ir contra eso en todas sus dimensiones, hay que estudiar, pensar bien y ponerse a trabajar. ¡Ya basta de simplezas, ocurrencias y tonterías! ¡Lo que se juega es muy serio!, y ustedes promovieron un voto contra las reformas neoliberales, ¡no para remendarlas, parcharlas o hacerlas funcionar bien! ¡Menos aún para perfeccionarlas o legitimarlas con un barniz populista!
[1] El neoliberalismo es un modo de regulación del capitalismo cognitivo; uno de los posibles, es cierto, pero el más consecuente y significativo. Luchar contra el neoliberalismo es un momento de la lucha anticapitalista; un momento nada más. Esta es una discusión más compleja, aquí solo la anotamos. Ya habrá momentos para entrarle a fondo.
Fotografía: puntomedio