Por: Claudio Alberto Escobedo Hernández. Coahuila. 26/02/2018
El cierre de las precampañas de los precandidatos a la presidencia de México da como resultado un avasallador paso de Andrés Manuel López Obrador. El promedio de encuestas otorgan un 38 % de preferencias del voto de los ciudadanos encuestados al precandidato de MORENA, muy por encima de Ricardo Anaya del PAN con 27 % y mucho más de José Antonio Meade del PRI con apenas el 22% (Sinembargo.mx, feb 08, 2018)
Un resultado que es inconcebible para los políticos e intelectuales aliados al poder, que en estos momentos están coléricos y enfurecidos, a tal grado que ni el sol los calienta. Individuos que ante la impotencia de ver crecer al famoso Peje, están empezando a vociferar y lanzar vituperios con veneno puro para el tabasqueño.
Loco, farsante, payaso, lépero, desvergonzado y bribón son las lindas adjetivaciones que le lanzan sin cesar al precandidato puntero de MORENA, prácticamente le están apedreando la casa sin misericordia.
El jefe Diego, Yunes Linares, Reyes Heroles, Enrique Krauze y tantos más mercenarios del poder, agobiados por los resultados gritan y manotean irritados esperando que alguien los escuche, sienten que el agua les llegó ya hasta los aparejos, sienten que la gallina de huevos de oro se les muere, sienten que el fantasma de la justicia ronda las cabezas de sus amos, por ello, rabiosos como cancerberos endemoniados atacan frenéticos la imagen de López Obrador y sus seguidores.
La buena noticia es que ya muy poca gente les cree, su estrategia de denostación ya engaña a muy pocos, su perverso discurso de descalificación los deja en la antesala del ridículo, puesto que en lugar de minar la imagen de López Obrador, la fortalecen y le generan mayor número de simpatizantes.
Una realidad que la soberbia y su embriaguez de poder no les permite ver, no entienden que la sociedad mexicana ya está más informada, más consciente de sus actos, tiene más formación cívica. Pero sobre todo, es una sociedad que ya está harta hasta el cansancio del saqueo descomunal que la clase política gobernante le han hecho a este país y a todo su pueblo. Hasta aquí llegaron charlatanes.
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