Por: Gilberto Dorantes Álvarez. 20/09/2016
Veracruz es un estado con inmensas riquezas naturales, su biodiversidad hace de esta entidad federativa la ideal para ser un Veracruz productivo y próspero. Para la práctica de la ganadería cuenta con regiones únicas para la cría y engorda de vacunos entre otras especies, el clima de Veracruz va desde las nieves perpetuas, hasta el tropical en sus costas, es un estado atravesado por una serie de caudalosos ríos en los cuales la actividad pesquera se hace presente, independientemente de los 800 kilómetros de litoral.
En nuestro estado se pueden practicar diferentes tipos de turismo: turismo de aventura, arqueológico, gastronómico, de sol y playa, cinegético y muchos otros más. Enumerar cada uno de sus recursos naturales y abundar en sus riquezas así como su contribución al Estado Mexicano es un tema tan extenso que necesitaríamos varios cientos de páginas.
La riqueza cultural veracruzana es tan vasta que alcanza para lucrar con ella.
Podría continuar especificando los puntos potenciales que generan riqueza económica y ésta a su vez debería generar bienestar social, pero sabemos que la realidad es muy distinta y vemos una gran discordancia en las regiones que generan mucha riqueza económica repitiéndose este fenómeno a lo ancho y largo del territorio jarocho.
Entonces, ¿por qué existe tanta pobreza? la pobreza económica la venimos arrastrando desde siglos atrás, y ésta se debe a que ha existido una enorme pobreza cultural al seno de las familias, pues las aspiraciones de la gente pobre se van reduciendo día a día, conformándose con poder medio saciar el hambre de cada día y estás raquíticas aspiraciones son el producto de una ardua y consuetudinaria labor realizada por los gobernantes que a diario tienen que lidiar con su retórica para hacer creer al ciudadano que se encuentra bien, alimentándole la esperanza que hay un mañana en el cual todo va a cambiar y a mejorar, como si fueran dueños de varitas mágicas.
Aún existen incautos que siguen creyéndole al político y no hacen nada por buscar una autentica superación personal, siguen dopados, entregados al mundo fantasioso que gentes sin escrúpulos han diseñado para mantenerlos sometidos a la voluntad del gobierno en turno. Se están valiendo de todo para seguir atracando al pueblo. No encuentro calificativos para ubicar a todas esas lacras de la sociedad que han escalado hasta la montaña del poder y desde sus puestos continuar lacerando a un pueblo que no merece ser tratado como lo ha sido hasta hoy.
La desfachatez de un gobernador que está por irse dejando a los veracruzanos hundidos en la pobreza por el hurto que realizó al erario público de los veracruzanos, este es un agravio que debiera ser castigado con todo el rigor de la ley. Hacer que pague lo robado sería lo justo, pero sabemos que eso no va a pasar nunca, porque quien lo sustituya no tendrá los elementos suficientes para enjuiciarlo como los veracruzanos quisiéramos.
Vemos a diario en las noticias algo que se está tornando “normal”, un reguero de cuerpos, desmembrados unos, decapitados otros, las fosas por cualquier lugar se están descubriendo sin que exista una manera de detener tantas y tantas ejecuciones, nos encontramos tras los barrotes de nuestra casa que ahora se van convirtiendo en celdas familiares, pues el temor de tener la mala suerte y toparse con un malvado va creciendo día a día, ya no hay alegrías en nuestras vidas y no existe garantía alguna de regresar con bien cuando se sale a la calle, el miedo se encuentra metido hasta la médula, ya anidó, nos ha ido permeando poco a poco hasta hacernos cautivos, cuando escuchamos las sirenas al instante llegan imágenes grotescas, escenarios descabellados porque ahora vivimos secuestrados por el miedo. Reflexionemos mientras llega el próximo café.
Fotografía: culturainquieta