Por: Emilio Jiménez. 26/04/2025
Los ultraprocesados están presentes en todos lados en nuestras vidas, sin embargo, su presencia tiene una gran consecuencia en nuestra salud.
En una mañana típica, decides desayunar chilaquiles, un platillo muy mexicano. Tienes dos opciones: prepararlos desde cero con ingredientes frescos como tomate, cebolla, chile y tortillas, o optar por la versión en caja, que solo requiere calentar los totopos y la salsa. Sin embargo, esta última opción implica consumir productos ultraprocesados, los cuales contienen ingredientes químicos como carboximetilcelulosa y glutamato monosódico, que no son comunes en una cocina casera. Estos alimentos, aunque convenientes, están nutricionalmente desequilibrados, con altos niveles de azúcares, grasas y sodio, y bajos en fibra y vitaminas.
El sistema de clasificación NOVA, recomendado por el Instituto Nacional de Salud Pública, divide los alimentos en cuatro grupos: sin procesar, ingredientes culinarios procesados, alimentos procesados y ultraprocesados. Estos últimos son formulaciones industriales con cinco o más ingredientes, muchos de ellos químicos, diseñados para ser consumidos rápidamente. Aunque ahorran tiempo, su consumo excesivo está relacionado con problemas de salud como obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares e incluso cáncer. Además, su sabor hiperpalatable puede hacer que los alimentos naturales resulten menos atractivos, especialmente para los niños.
En Latinoamérica, el consumo de ultraprocesados ha aumentado casi un 27% entre 2000 y 2013, lo que coincide con un incremento en los índices de sobrepeso y obesidad. Aunque se han implementado medidas como sellos frontales en los empaques e impuestos a bebidas azucaradas, aún queda mucho por hacer. Las grandes empresas dirigen su marketing agresivo hacia poblaciones vulnerables, promoviendo productos que, aunque cómodos, son perjudiciales para la salud. Es crucial fomentar el acceso a alimentos frescos y naturales, así como regular la publicidad de estos productos para proteger la salud pública, especialmente la de los niños.