Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro y Marcelino Guerra Mendoza. Profesorxs-investigadorxs de la UPN–Ajusco. Columna: CORTOCIRCUITOS. 13/05/2025
Si desea replicar este artículo le solicitamos
mencionar el nombre completo de lxs Autorxs,
su adscripción institucional y el Medio de publicación.
Estamos a pocos días del Paro Nacional Indefinido convocado por la CNTE para el 15 de mayo (15 M-25). Se trata de un paro largamente preparado, por lo menos desde 2023, con ensayos regionales y nacionales los años siguientes. De hecho, podría escribirse la crónica de un paro anunciado.
No es una sorpresa, ya no es un ensayo, tampoco un exabrupto: forma parte de una estrategia general de lucha del magisterio nucleado en la Coordinadora Nacional de trabajadores de la Educación (CNTE).
Esta es la primera característica del paro inminente: largamente preparado, a tropiezos, con resistencias múltiples, de muchos lados, que poco a poco fueron superándose hasta lograr acuerdos comunes por un conjunto inédito de contingentes magisteriales, desde las secciones históricas, las fundadoras de la CNTE, 7 de Chiapas, 22 de Oaxaca, 18 de Michoacán, 14 de Guerrero, 9 de la Cd. de México, hasta la 34 de Zacatecas y conjuntos importantes del magisterio veracruzano, poblano, jalisciense, chihuahuense, bajacaliforniano, sonorense, sinaloense, tabasqueño, entre otros. De hecho, en las últimas reuniones de la Asamblea Nacional de Representantes de la CNTE había delegados de prácticamente todos los estados del país.
Segunda característica: el común se logró por una articulación de demandas estratégicas, no solo puntuales, como las tradicionales cuestiones de gestión o el aumento salarial del 100%, sino por la abrogación de la Ley del ISSSTE del 2007 y por la cancelación de la reforma educativo-laboral de EPN-AMLO. Dos cuestiones torales, no episódicas, ni coyunturales, sino estructurales, más aún: constitutivas de la institucionalidad neoliberal del Estado mexicano.
El Paro Indefinido del 15 M – 25 es el cuestionamiento estratégico del magisterio nacional a dos de las instituciones intocadas del neoliberalismo durante los dos gobiernos de la IV T: la reforma educativa-laboral de 2013, que no fue desmantelada sustantivamente por la de 2019; y el régimen de pensiones, que solo ha tenido modificaciones puntuales sin responder a las demandas de los, les y las maestras de México desde que fue impuesto en 2007.
En resumidas cuentas, se trata de un movimiento radical, estratégico, que ataca los fundamentos neoliberales de los gobiernos de antes de la IV T y de la misma IV T: ese es el punto fundamental por reconocer en estos momentos.
El 15 M-25 es el primer ataque organizado, masivo, nacional, del magisterio a las dos instituciones neoliberales que afectan sus condiciones materiales de existencia durante su vida activa y después, en su jubilación.
¿Cómo se logró esto?
Pensamos que fue posible por un conjunto de rupturas y condiciones de varios tipos: conceptuales, políticas, organizativas y coyunturales.
Conceptuales: esta es una de las más importantes. ¿En qué consiste? En una ruptura con el modo de entender, la reforma educativa-laboral del Pacto por México y de AMLO. Recordemos brevemente: durante todo el período de luchas contra la reforma de 2013, es decir, de 2013 a 2018, se insistió por algunas dirigencias seccionales de la CNTE, por asesores, por académicos críticos y periodistas, que la reforma era laboral, parcial, “dizque educativa”, punitiva, basada en la evaluación de desempeño; por eso, cuando se presentó la reforma de la IV T, basada en una propuesta de un grupo de académicos comprometidos con la reforma del sexenio anterior, bajo el membrete Red de Educación y Derechos y patrocinada por el PRI-PAN-PED y MC, que tenía como eje la eliminación de la evaluación de desempeño, buena parte del magisterio consideró cumplida la promesa de cancelación de la reforma y se acogió a las promesas de un gobierno que revaloraría al magisterio humillado en el sexenio anterior. Nosotros advertimos en esta columna Cortocircuitos y en el libro La continuidad neoliberal que se trataba de un engaño, de un simulacro, que se mantenían los principios y las prácticas neoliberales en muchos aspectos, el más evidente en los mecanismos de ingreso, promoción y reconocimiento del magisterio, es decir en la Ley del SICAMM.
Este es el punto central: no hubo cancelación de la reforma neoliberal, sino engaño y continuidad en múltiples aspectos del sistema educativo nacional, por eso la demanda de abrogación de la reforma EPN-AMLO. Lo mismo sucede con el caso de las pensiones, ya no se trata de adecuaciones a la ley del ISSSTE, sino de su abrogación, es decir, de la eliminación del régimen individual y la sustitución por la solidaridad intergeneracional (en el artículo de mañana nos detendremos sobre este punto). Lo relevante es la sustitución de las medidas puntuales por el cambio de régimen, por tanto, de abrogación de una ley. Estos son cambios conceptuales en una lucha política. Cambios estratégicos.
Políticas: el desencantamiento de las políticas educativas de la IV T en los últimos 7 años. También podría decirse el progresivo cuestionamiento de las acciones educativas progresistas durante el gobierno de AMLO y lo que va de Claudia, caracterizados por las promesas incumplidas (desde problemas de gestión administrativa en sueldos, salarios, prestaciones) hasta soluciones a problemas derivados de la lucha contra la reforma educativa de Peña Nieto (recontrataciones, demandas), negociaciones aletargadas, desprecios, represiones; y también el desengaño, la mentira descubierta, el agotamiento de la esperanza, las repetición de las conductas de antaño, con cariz progre; la opción preferencial por el SNTE, incluido la senaduría a su líder máximo; en pocas palabras, el develamiento de las prácticas reiteradas del charrismo, la corrupción, durante la gestión progresista del sistema educativo, en particular, la promesa incumplida de revalorizar al magisterio y resolver los problemas de la continuidad neoliberal de la reforma educativa-laboral de EPN-AMLO.
Organizativas: las luchas contra la reforma educativa 2013-2018 ocasionaron también un desgajamiento de los principales contingentes de la Coordinadora, quizá con la excepción de la 7, a veces, como en Guerrero y Michoacán, con secesiones importantes, otras, como en Oaxaca, con denuncias y desconfianzas mutuas, hasta llegar a los ajustes de cuentas y las persecuciones; además, desde el gobierno se generaron diversas intervenciones sobre las dirigencias y sobre el magisterio para bloquear, impedir, despreciar, mediatizar las acciones políticas y la misma concepción política de los problemas laborales y educativos. La cuestión es que en algunos casos, como la sección 7, las luchas no se detuvieron, desde septiembre de 2019; en otras, la recomposición de las fuerzas minoritarias, o moleculares, fue ganando espacios poco a poco hasta lograr acuerdos comunes, como en la 22; o la conquista de la sección de Zacatecas, también la movilización desde abajo, masiva, magisterio del noroeste mexicano.
Coyunturales: la pandemia fue un acontecimiento que puso al descubierto muchas cosas en el magisterio nacional.
Primero, la capacidad auto-organizativa de las comunidades escolares para mantener los vínculos pedagógicos y afectivos: Se trató de una verdadera movilización pedagógica desde abajo, fuera de las instrucciones gubernamentales, peo todavía sometidas a sus dictados reguladores, menos en su orientación que en el control.
Segundo, el desengaño de la revalorización del magisterio en la postpandemia, al desconocer sus aportes educativos y luego otorgarles un bono miserable que no cubría ni una semana de los gastos efectuados por las maestras para mantener las actividades escolares remotas, tampoco las que realizaban de manera presencial, mientras que a las televisoras se les otorgaban millones de pesos.
Tercero, las denuncias sobre los procedimientos, mecanismos, diseño de las evaluaciones ligadas a la USICAM.
Cuarto, las promesas incumplidas en los dos últimos años del gobierno de AMLO.
Quinto, la respuesta de Claudia a las demandas magisteriales, en particular, la iniciativa para modificar los montos y la base gravable de las aportaciones al seguro de gastos médicos, cuando el magisterio demandaba modificaciones al régimen pensionario.
Se trata de un conjunto de sucesos puntuales que fueron que fueron ahogando cada vez más al magisterio -o, en palabras llanas, hasta llenarle el buche de piedritas-, desmoronando el reconocimiento y la legitimidad de las acciones del gobierno progresista, por lo cual la alternativa era simple: el grito o el ahogo, y el grito se convirtió poco a poco en un griterío docente hasta llevarlo al paro nacional.
En resumidas cuentas: el 15 m -25 es el resultado de una movilización que viene desde abajo, desde los zócalos profundos del magisterio nacional, que ha implicado romper políticamente con la gestión gubernamental, sindical y mediática de las resistencias magisteriales a nivel individual y grupal; por una ruptura con las múltiples intervenciones sobre la atención, la memoria, el pensamiento y los sentimientos de maestras y maestras, en especial por la esperanza de que las cosas cambiaran con un gobierno progresista; lo que ha llevado a una reconfiguración conceptual, en clave estratégica, de sus problemas y, en consecuencia, de sus demandas; que ha propiciado una acumulación de fuerzas inéditas y, por tanto, una reorganización política-territorial de la CNTE y de los contingentes en lucha. Se trata de una movilización que tiene su fundamento en las afectaciones cognitivas y sensibles de más de trece años de políticas neoliberales en educación, que los, les y las maestras han reconocido y cuestionado, ya no a nivel individual o grupuscular, sino conceptual, político, organizativo y en lucha.