Por: Luis Bello Estrada. 31/10/2023
¿Habrá alguien que se alegre del dolor ajeno? Ello tiene que ver con diferentes circunstancias, desde luego que el mal que le acontece al prójimo y no a nosotros nos anima por habernos librado de él, como un evento de buena suerte. En otro sentido algo detestable sucede cuando se saca ventaja de la desgracia de alguien más. Es fácil que el conmovedor dolor de una persona por un desastre natural como el huracán Otis sea exaltado. Se graba a la persona en un momento catártico, se edita, se le colocan efectos especiales y se culpa de todo ello a alguien más, se puede también usar fotos de otros momentos, lugares o países y usar la mentira. “El gobierno dice que son cuarenta los muertos pero mi esposo y yo contamos más de cien ataúdes ayer y más de doscientos hoy”. Normalmente estos fake news o noticias falsas subidas a la red traen el encabezado “por amor a Dios ayude a difundir esto lo tienen que saber todas las personas buenas”.
Un problema serio es la desinformación, y es algo de lo que aconteció con Otis pues el Huracán destruyó sistemas de comunicación de Guerrero, aún los más importantes como el sistema de alerta temprana sísmica del centro de la república, otros necesarios como la telefonía fija y celular fueron desconectados por fallas en el suministro de energía eléctrica y por la literal caída o destrucción de las torres de comunicación. La respuesta de la prensa adversa al gobierno estatal y federal actual debería haber sido, ante la desgracia nacional, ser empática y exponer los hechos tal como fueron. Un desastre impredecible e inconmensurable y su unidad ante la desgracia con la comunidad afectada, con el gobierno y las organizaciones de ayuda para formar un solo bloque. La respuesta que dio el monopolio informativo ante la desinformación fue elaborar malinformación para inventar, sin hablar de la causa central que fue un evento catastrófico, sí mentir al mencionar que el gobierno estaba ausente y que si se presentaba era solo para obstaculizar la poca organización de la gente para ayudar. Los reporteros de estos medios no sacaron los emergentes esfuerzos de la sociedad civil y el gobierno para paliar el desastre, sino que buscaron a las personas más lastimadas y enojadas y las usaron para sus fines perversos.
Las personas contamos con diversas redes sociales y grupos con muchos miembros, una nota amarillista, perversamente elaborada y que contenga la personalización de un dolor nacional como las afectaciones del huracán categoría 5 Otis, suele fácilmente volverse viral, aunque sea lo más falsa posible y con un sentido nefasto para acusar a quien esté haciendo su mejor esfuerzo para salvar vidas y situaciones dolorosas. En mis grupos de amigos me llegaron varias de estas fake news, ninguno mencionaba nombre del autor de la noticia o nota, solo mostraban el dolor de alguien y comentaban de lo omiso que es el gobierno para la mínima ayuda, no citaban fecha, hora, ni lugar, por supuesto no mencionaban el autor o el interés que perseguía con su pseudo información. En particular una amiga que considero una muy buena persona, buena madre y buena docente se convirtió en promotora de estos delincuentes desinformativos al compartir dichas mentiras en la intimidad del grupo de compañeros. Creo que debemos ser muy cautos para difundir mensajes, checar de quien vienen y que tan reales son, evitar los que hablan muy bien o muy mal de alguien o algo sueles ser poco objetivos o propaganda de grupos perversos pseudo políticos.