Por: JOSÉ ADRIANO ANAYA. 30/10/2023
La cultura política en México se desarrolla a partir de la invención de enemigos. Esto es notorio en el desempeño del presidente, que de manera permanente se encuentra inventándose enemigos ya sea los periodistas, los empresarios, las organizaciones de la sociedad civil, los intelectuales los conservadores y ahora los ministros de la Corte de Justicia, a quienes les dirige la furia de sus ataques, por los supuestos privilegios económicos que tienen. En esta disputa y creación de enemigos, el presidente busca construir un discurso que permee y se interiorice en los grupos de la población y en gran parte lo ha logrado: los enemigos inventados por el presidente son ahora también enemigos del pueblo bueno, principalmente seguidor de Morena, que apoya las políticas del gobierno.
En este discurso de invención de enemigos, regularmente existen premisas falsas, lo que genera la existencia de falsos debates. Ejemplo de ello es el falso debate de que los fideicomisos del Poder Judicial son privilegios que tienen los ministros de la Corte, aseveración que no se ha podido demostrar, en toda discusión que se ha generado, pero ese señalamiento se repite reiteradamente, bajo el principio de que la repetición de una mentira se convierte en verdad.
En los fideicomisos de la Corte, que el Congreso se propuso eliminar por consigna del Ejecutivo, no hay apoyos para ningún ministro y en alguno de ellos existe recurso que son de los propios trabajadores de la Corte, por eso hay una reacción de los sindicatos en contra de la desaparición de estos fideicomisos, a tal punto, que el Poder Judicial se encuentra en paro de labores y a través de la movilización buscan defender los derechos adquiridos, que en sí mismo representan una violación a derechos humanos a los trabajadores del Supremo Tribunal. En esta protesta, se produjo una cohesión de los trabajadores de la Corte y además se presentó un movimiento de solidaridad de sectores de la población, que ven la oportunidad de un ejercicio autónomo del Poder Judicial, que durante décadas representó un apéndice del Poder Ejecutivo.
La extinción de los fideicomisos va a generar que diputados y senadores, al igual que trabajadores de la Corte interpongan recursos para anular tal decisión, lo que conduce de antemano a un fracaso de los legisladores y del presidente, en virtud de que el Tribunal va a acordar la nulidad de esta disposición por claramente violar los derechos de los trabajadores. Frente a esta situación se ha creado otro falso debate, que los ministros de la Corte son juez y parte de esta disputa que por la invención de enemigos derivó ya en conflicto.
El ejemplo más claro de que en los fideicomisos no existen privilegios para los ministros, como se busca hacer creer, lo dio ayer la senadora Olga Sánchez Cordero, quien está jubilada por el Poder Judicial, y que en la sesión de ayer en el senado, donde se aprobó la extinción de los fideicomisos, la exministra votó en contra de la extinción de estos fideicomisos, en el que argumentó que esta decisión sí afecta a los trabajadores y no a los ministros.
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Fotografía: Diario contra poder en chiapas