Jorge Salazar García.
El año pasado “Los periodistas” [2] comentaron el relanzamiento público de Diego Fernández de Ceballos en las redes sociales. Al preguntarle la causa, la ardilla (por frecuentar los “Pinos”), contestó que sólo quería ser “útil y servicial” a la Patria. Por supuesto, la causa era otra. Salinas le necesitaba para impedir que MORENA conservara la mayoría legislativa en 2021. Apoyándose en el grupo Atlacomulco y en la dirigencia de MORENA, Don Carlos y Diego, lograron su propósito. Hoy vuelven a las andadas pues el próximo año en la guarida de ese grupo, el estado de México, habrá elecciones. Hay riesgo de perder la gubernatura, eso explica que Salinas haya llamado a un personaje leal, discreto, miembro del primer círculo del poder, un bombero político experimentado en resolver entuertos llamado Manlio Fabio Beltrones (MFB).
Beltrones es un operador de la vieja guardia; disciplinado, silencioso, sin escrúpulos; pero, sobre todo eficaz encubridor de los crímenes políticos neoliberales. Se inició en la política junto a Fernando Gutiérrez Barrios en la subsecretaria de gobernación en 1975. Forma parte del selecto grupo integrado por exgobernadores, expresidentes del partido y del país que viven en completa IMPUNIDAD. Este dinosaurio presidió la Cámara de diputados durante el desafuero de AMLO y en 2006 coló por la puerta trasera del congreso a Calderón. Actualmente, Salinas, refugiado en España y satisfecho de haber detenido la reforma electoral con el auxilio de Beltrones, vuelve a requerirlo para operar desde allá el proceso electoral “madre” con el cual se elegirá al sucesor de Alfredo del Mazo.
MFB es el clásico parásito, su incalculable fortuna la ha obtenido de los puestos públicos desempeñados (diputado, senador, gobernador, etc.) tejiendo alianzas y cumpliendo encargos. Se destaca por obedecer al pie de la letra lo que le ordenen. Indudablemente sabe mucho sobre los asesinatos ocurridos desde que su primer jefe, el capitán Fernando Gutiérrez Barrios (FGB), presunto agente de la CIA, estructuró la Dirección Federal de Seguridad (DFS). Debe conocer, por ejemplo, las razones por las que fue ejecutado en 1984 el periodista Manuel Buendía, quien en su libro “La CÍA en México” exhibió nexos de políticos con el narcotráfico. Su asesino material, Rafael Moro, era agente de la DFS y el autor intelectual directo fue su director, Antonio Zorrilla, el cual se supone obedeció a Manuel Bartlett, secretario de gobernación quien le había prometido la gubernatura de Hidalgo cuando aquel fuera presidente. Los dos fueron sacrificados por Miguel de la Madrid: Bartlett no fue el elegido y Zorrilla perdió la candidatura y la libertad (1989).
Al año siguiente (1985), es secuestrado, torturado y asesinado, Enrique Camarena Salazar, agente de la DEA que estaba a punto de revelar en EUA los nexos narcos-políticos-CIA. Existe la versión de que Manuel Bartlett participó en una reunión donde se planeó callar a Camarena. Probablemente este asesinato sirvió a EUA para imponer a Miguel de la Madrid el Consenso de Washington, enviar como gobernador a Veracruz a FGB (1986-1988), e imponer en la presidencia a Salinas. El papel de Bartlett, al perder la candidatura presidencial, fue legalizar el fraude electoral de 1988. Su venganza consistió en enriquecerse tanto que incluso, se dice, financió a AMLO.
Anabel Hernández en su libro “Los señores del Narco” afirma que en aquel entonces se pagaba al gobierno 60 dólares por cada kilo de droga: 20 para el jefe de la zona militar, 20 a la Policía Judicial Federal y 20 para DFS (que dependía de Manuel Bartlett). Otra maleta se enviaba a los pinos.
En 1993 es ejecutado José J. Posadas Ocampo, arzobispo de Guadalajara. Fue acribillado por “confusión” cuando se dirigía a reunirse con Jerónimo Prigione (amigo de narcos) con documentos que probaban los nexos del crimen organizado con políticos de alto nivel. Entre los políticos mencionados estaba el gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones. No pudo, la confrontación (aeropuerto de Guadalajara) entre la mafia de chapo Guzmán y los hermanos Arellano Félix se lo impidió.En el mismo libro, la escritora menciona que un ex secretario de defensa estuvo presente en una reunión donde se orquestó el asesinato de Posadas en la cual estuvieron también Córdoba Montoya (siniestro asesor de Salinas) y ¡Manlio Fabio Beltrones!, entre otros.
Tarea especial realizó Beltrones en 1994 cuando asesinaron a Luis Donaldo Colosio. Él fue quien interrogó a Mario Aburto en la playa de Tijuana. Al respecto, Salinas declaró en 1996: “Me comuniqué con el gobernador de Sonora (Beltrones) para pedirle que, siendo el más cercano al lugar de los hechos, se trasladara a la ciudad de Tijuana, cosa que así hizo”. Él y su hermano Alcides Beltrones, director del aeropuerto de Tijuana, hablaron 30 minutos a solas con Aburto pidiéndole se declarara culpable; de lo contrario matarían a su familia. Ese era el trato con Salinas, le dijeron. A ambos, los gringos los ligaron con el narcotráfico en 1997. Con la eliminación de Colosio se conjuró la posibilidad de hacer, antes de tiempo, lo que hoy está haciendo AMLO: “humanizar” el neoliberalismo.
En el mismo año (1994) asesinaron a Fco. Ruíz Massieu supuestamente porque se oponía a algunas reformas estructurales ordenadas desde Washington. Su hermano Mario, encargado de investigar el caso, antes de “suicidarse” en 1999 declaró: “los demonios andan sueltos y han triunfado”. Raúl Salinas fue señalado autor intelectual pero, ¡claro!, fue exculpado.
En 1995 Pablo Tostado Félix, lugarteniente de Jesús Esparragoza, el “Azul”, es interrogado por abogados de la arquidiócesis de Guadalajara por el caso Posadas. Al obispo Sandoval Iñiguez le confiesa que gobierno y narco trabajan juntos y menciona que el Chapo Guzmán era intermediario de Raúl Salinas de Gortari a quien todos pagaban piso. Le dice que temía ser ejecutado ya que en 2004 agentes de la AFI, a cargo de Genaro García Luna, habían intentado desparecerlo. Tostado Félix terminó colgado en su celda en 2009.
La lealtad de Beltrones se debía a que esperaba ser presidente en 2012. El elegido fue Peña Nieto. Se disciplinó diciendo: “uno tiene que decidir entre aspirar a ser una figura importante o un hombre útil. No podemos permitirnos la división”. De consolación Beltrones le nombran presidente del PRI en 2015. En 2016 se ampara contra una posible orden de aprensión por desvió de fondos públicos hacia las campañas (New York Times). También se le investigó el desfalco de 250 millones y por el uso indebido de recursos públicos en la elección de 2016.
El beneficiario directo del magnicidio de Colosio, Ernesto Zedillo, prometió, al testigo del segundo disparo, Jorge Amaral, hacer justicia “caiga quien caiga”. Lo que hizo fue intentar sobornarlo con 4 millones de pesos para que cambiara su versión. No lo doblegaron los tormentos, pero todo se archivó. El 2019, Amaral hizo llegar a AMLO su petición de que se investigue el asesinato de Colosio. Sigue sin respuesta y exiliado por temor a ser asesinado.
La actual encomienda de MFB es conseguir la “unidad” en el PRI, conservar el Estado de México en 2023 y ganar la mayoría del Congreso en 2024. Algo logrará, tiene pleno apoyo de la derecha y de muchos infiltrados en la 4T, el problema es el rebelde Alito. Claudia Pavlovich (protegida de Beltrones), es una de ellas. Lo extraño es que AMLO la nombró este año cónsul de Barcelona, España, lugar donde se han refugiado ¡Salinas, Calderón y Peña Nieto!
Tal como se ve, el grupo Atlacomulco recurrirá a los DEMONIOS que sean necesarios para conservar sus privilegios y, sobre todo, continuar viviendo en esa IMPUNIDAD que hiere el alma del pueblo Mexicano. Por lo pronto ya andan operando Beltrones y Diego Fernández. De ahí se derivan las impugnaciones a la reforma de Alito para prolongar su mandato en el PRI y los ataques a AMLO por el atentado a Ciro Gómez Leyva.
[1] Mario Ruiz Massieu
[2] https://www.youtube.com/watch?v=xPseG17EWHU&t=2015s. Alvaro Delgado y Alejandro Páez.