Por José Eduardo Celis Ochoa Cordero. 24 de agosto de 2024
No me lo vas a creer, pero en esta ocasión que tengo oportunidad de charlar acerca de alguno de nuestros viajes, me sucede como nuestra banda legendaria del rock, The Beatles cuyo último álbum publicado, Let it Be, en realidad fue grabado antes que el penúltimo, Abbey Road, la razón es que tal y como lo comenté en mis redes, el estupendo viaje a Seattle en la unión gaba será publicado en sus dos Cirrus Minor, en el mes de octubre de este año, también por cuestiones de programación, es decir, Seattle fue antes que Canadá.
Bien, en diversas ocasiones hemos comentado los pros y los contras de emprender un viaje contratando una agencia de viajes, así que no es necesario abundar en esa comparación.
Lo cierto es que estando en Seatlle, en el mes de julio, con nuestra familia de allá quisimos visitar algunas ciudades del oeste de Canadá, dada la proximidad con esa ciudad norteamericana, lamentablemente el error de interpretación en el número de la visa estadounidense que se debe aplicar en el trámite de la famosa eTA canadiense, frustró esa parte del viaje.
Al retornar a casa luego del término de la experiencia en Seattle y con el gusanito de ir a Canadá con nuestra familia, luego de corregir lo que ocasionó no se lograra la aprobación de la dichosa eTA, nos dimos cuenta que una agencia de viajes xalapeña estaba promocionando un viaje a ciudades del este de Canadá el cual abarcaba las ciudades de: Montreal, Quebec, Ottawa, Niagara y Toronto, con una duración de 9 días del 7 al 14 de agosto de este calamitoso 2024. Así, gracias a la asesoría de la agencia se corrigió el error en la aplicación de la eTA, y nos dispusimos -mi esposa y yo- a contratar los servicios y preparar maletas.
Canadá es un país con el que México tiene fuertes lazos de amistad y de negocios a lo largo de la historia, un canadiense que en particular admiro mucho y de quien ya he escrito varias veces en Cirrus Minor, es Neil Young, pero no hablaré de él en esta oportunidad, lo cierto es que ese país tiene formas de gobierno y de vida muy especiales y quizá hasta envidiables que lo hacen atractivo para muchas personas.
Este país o más bien esa zona del mundo, fue inicialmente poblada por los esquimales y los metis. Con el paso del tiempo sucedió lo que en muchas partes de nuestro continente ocurrió, fueron “conquistados” (espero me entiendas el entrecomillado) por europeos, principalmente ingleses y franceses, de tal suerte en que hoy en día se habla de población franco canadiense y anglo canadiense, sin embargo, todos ellos conservan una identidad canadiense, aunque con algunas características especiales entre unos y otros.
Actualmente su estilo de gobierno se considera como de monarquía parlamentaria federal, y a la cabeza del gobierno está la realeza inglesa, es más, algunos de los dólares canadienses en billetes, ostentan la efigie de Chabelita que como bien sabemos no tiene mucho que se nos fue. Por cierto, que pregunté que cuándo iban a cambiar la efigie de esos billetes por la del actual rey inglés, Carlos III, me respondieron que no sabían por que qué tal y si Carlitos se nos va pronto ¡vaya!
Bien, ya en términos más terrenales el gobierno parlamentario actual está encabezado por el carismático Justin Trudeau, quien por cierto hace unos años hizo quedar mal ante las cámaras, al no menos carismático Enriquito Peña Nieto, quien no supo hacer el saludo triple entre Trudeau, Obama (otro carismático) y él, pero bueno, esa es otra historia.
Algo que desde mi muy particular punto de vista uno debe aprovechar en este tipo de viajes, no es ir de compras, sino más bien de alguna manera convertirte en una esponja que te ayude a conocer de manera lo más gráfica posible cómo es la vida en otros países, cómo son sus sistemas: políticos, financieros, de sanidad, educativos, su infraestructura, en fin, cómo es su forma de vida, para de alguna manera ver en qué terreno nos encontramos los mexicanos, sin caer en el “malinchismo”.
En ese sentido, la economía canadiense es sólida, le permite vivir a la mayoría de sus habitantes de forma digna, aunque evidentemente también hay pobreza. Los accesos a la educación y salud, se encuentran al alcance de todos los canadienses
Bien, el interesante recorrido diseñado por la agencia de viajes se inició con el vuelo por Air Canadá partiendo de la terminal 1 de AICM el 7 de agosto con destino al aeropuerto internacional de Toronto, Canadá, luego de un vuelo de aproximadamente 5 horas, a la llegada a ese aeropuerto, al ser recibidos por quien sería nuestra guía -por cierto muy buena- a lo largo del tour, cuyo nombre es María, tuvimos dos experiencias que le dieron un toque especial al viaje, la primera de ellas se derivó de una confusión de unos compañeros del viaje quienes aparentemente no habían recibido parte de su equipaje cuando en realidad sí había llegado, la otra fue por lo mismo -por la confusión- la guía nos dijo que teníamos que esperar a un grupo de niños de una escuela de la CDMX, de alguna manera el hecho de saber que unos cuantos adultos -varios de nosotros ya entrados en años- estaríamos involucrados -viajeramente hablando- con escolapios, nos hizo tener varias dudas de cómo se desarrollarían las actividades.
Afortunadamente después de esa espera y ya integrados tanto los del tour xalapeño, como el de los niños y sus maestras y maestro defeños acompañantes, nos dispusimos a trasladarnos al hotel de Montreal. Antes del registro en el hotel, hubo un breve city tour el cual comprendió algunos sitios de interés como es el caso del estadio olímpico de Montreal el cual fue sede de las Olimpiadas de 1976. No obstante, han pasado prácticamente 48 años de haber sucedido ese evento, las instalaciones y sus alrededores prácticamente conservan la frescura de antaño, luego de pasar por otras calles y sitios interesantes, el bus nos llevó al hotel.










Al día siguiente, 8 de agosto, como parte de los festejos de mi aniversario número 71, el recorrido del tour, no fue en bus sino a pie, lo cual le dio un plus interesante al ir deambulando por varias calles, una de ellas peatonales, a lo largo de las cuales vimos muy de cerca, jardines, el barrio chino, la zona financiera, la Basílica Notre Dame (aunque ya la habíamos visto la noche anterior), el metro, para que finalmente la guía Mary, nos dejara tiempo libre. Algo muy padre que vimos tanto en Montreal como en otras ciudades de esta parte de Canadá, fueron los inmensos, chistosos y bellos muñecos rosa del Mignonisme creado por Philippe Katerine, se trata de unos grandes muñecos creados por ese artista que ensalzan la belleza en la sencillez y celebran la maravilla de lo cotidiano a través de creaciones llenas de ternura y humor. Lo divertido es que te los encuentras -como ya dije- en otras ciudades y en lugares que a lo mejor te preguntas ¿cómo le hizo para ponerlos ahí? Ya sabes que lo religioso, es mi fuerte, sin embargo, no debo dejar de reconocer que muchas iglesias y templos albergan una muy buena obra artística, a través de efigies, murales, vitrales, así que Montreal no es la excepción de tal suerte en que nos dispusimos a ingresar en lo que se conoce como el Oratorio de San José. Pero antes de ello hicimos un gran recorrido por el jardín Botánico de Montreal, un muy bello sitio que dentro de sus instalaciones tiene un impresionante jardín chino, así como un pequeño, aunque no por ello menos interesante jardín japonés. Ya de regreso al hotel prácticamente por la tarde noche en una de las paradas del metro me encontré algo que me impactó sobremanera, un gran cartel con nuestra colosal cabeza olmeca, lamentablemente la distancia no me permitió entender -obviamente con la ayuda de un traductor- lo que decía dicha gran placa. Lo cierto es que me cimbró en el día de mi cumpleaños. Ya con esas emociones a flor de piel mi esposa y yo, nos dispusimos a regresar a pernoctar al hotel pues al día siguiente emprenderíamos el recorrido hacia la ciudad de Quebec.




Temprano por la mañana del 9 de agosto, después del desayuno partimos en el bus con destino a la ciudad de Quebec, antes del inicio del recorrido la maestra que encabezaba al grupo de niños, nos explicó que se trataba de un programa que existe en una escuela particular de la CDMX que consiste en premiarlos al término del ciclo escolar; de repente comenzó a llover fuertemente, haciendo que la parada en un lugar que se llama Resort de Mont-Tremblant en donde hay una subida a una montaña, fuera imposible de realizarse. Así que tanto todo el trecho hacia Quebec como la llegada a esa bella ciudad, patrimonio de la UNESCO se efectuó bajo lluvia. Hubo una parada intermedia para comer en un sitio que se llama Trois Rivières Village des Crete, en donde te dan una breve explicación del proceso de la elaboración de la famosísima miel de maple, pues como bien sabemos la hoja del árbol de maple es el símbolo de Canadá en su bandera. En Quebec ya no importó que siguiera la lluvia, lo que importaba era hacer un recorrido a pie por algunas calles importantes de ahí, la verdad de las cosas fue divertido estar bajo la lluvia con nuestros ponchos impermeables puestos mojándonos, pero a la vez disfrutando del recorrido por calles y sitios importantes de Quebec, inclusive algún castillo, medio mojados fuimos a pernoctar al hotel de esa ciudad canadiense.







Para el sábado 10 de agosto había la opción de día libre completo en Quebec o contratar un tour adicional, optamos por esa alternativa, así que después del desayuno, junto con varios de nuestros compañeros xalapeños del tour, nos dispusimos a acudir con la guía Mary por un recorrido que comprendió en primer lugar lo que podíamos considerar, así como en ECO’s Rock hay un aperitivo musical con el cual se inician nuestras ediciones quincenales, en este caso sería un aperitivo de lo que viviríamos unos pocos días después en las cataratas del Niágara, se trató de visitar la cascada de Montmorecy, la cual se dice que si bien no es tan grande como las del Niágara, sí vale la pena conocer, sobre todo porque la afluencia de personas no es tan grande y también toda el área de acceso que la rodea es muy bonita. Luego de ello se inició un recorrido en el bus por varias pequeñas localidades de esa zona de Canadá que por lo visto viven de una manera pacífica, eso fue el preámbulo para llegar a la inmensa iglesia de Ste. Anne de Baupré, la cual como ya te dije, al igual que muchas iglesias y templos conservan una interesante obra artística que puedes admirar al margen de lo religioso, nuestra guía nos fue comentando de manera muy precisa varios de los significados de ese recinto, entre ellos una réplica de la piedad de Miguel Ángel. El hambre comenzaba a apretar, así que después de conocer la iglesia y deambular por los alrededores, retornamos a la ciudad de Quebec para conocer el famoso hotel Le Chateau Frontenac, acompañados por Rubí, nuestra gran y eficiente coordinadora de la agencia xalapeña, pues Mary se había ido a comer, terminando esta parte, nosotros también buscamos dónde degustar comida y luego como todavía había tiempo antes de que bus nos recogiera para retornar al hotel, tuvimos oportunidad de caminar tranquilamente por diversas calles, parques, museos, en fin, todo bajo una temperatura muy benigna a diferencia del día anterior que fue bajo lluvia. https://vm.tiktok.com/ZMrvGFEy1








El domingo 11 de agosto, estaba destinado a llegar a la capital de Canadá, Ottawa, así que desde temprano el bus nos esperaba, para que Richard nuestro gran chofer con quien tuvimos una grata relación, se dispusiera a hacer el recorrido. Al llegar a esa interesante ciudad lo primero que conocimos pues pudimos entrar a uno de sus accesos, fue el museo Canadiense de la Civilización, el cual como su nombre lo indica tiene una colección histórica de cómo se ha desarrollado esa nación. Seguimos rumbo al centro de Ottawa en donde se encuentran los edificios de los principales poderes tanto del gobierno federal como del estatal -permíteme la comparación-, entre ellos el Parlamento de Canadá donde se encuentra la llama eterna, ahí tuve la grata experiencia que como te dije líneas arriba prefiero tener en lugar de perder el tiempo haciendo compras: de repente vi a un cuate de piel oscura con una vestimenta africana que me llamó la atención, me acerqué y le dije -in inglish- ¿oye me puedo tomar una foto contigo? ¡claro, me respondió!, así que mi esposa se dispuso a retratarnos, ¿de dónde eres? De Camerún, me respondió y ¿tu? Yo, de México, ¡vaya estamos lejos de nuestras casas! Esas son -para mí- las grandes experiencias que nos dejan los viajes, el acercamiento con otros seres humanos sin prejuicios de por medio. Posteriormente visitamos otros lugares de interés para de ahí desembocar en una zona de Ottawa en donde hay muchos restaurantes y sitios interesantes, para más adelante y de manera relajada, ir al hotel de esa ciudad en donde, lamentablemente el tour comprendía tan solo un día.
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El tour estaba ya en su recta final, faltaba conocer la ciudad de Toronto, así que temprano, obviamente después de desayunar, la mañana del lunes 12 de agosto partimos rumbo a esa ciudad, pero antes de ello, el tour comprendía un recorrido en barco por la zona que se conoce como Mil Islas, un archipiélago con poco más de ese número de islas e islotes canadienses, gente de muchas nacionalidades estuvo en el barco. De ahí el bus nos llevó hacia nuestro destino final, la ciudad de Toronto, al llegar hubo un recorrido por diversas partes de la ciudad, había opción de tiempo para subir a la “Aguja de Toronto” pero curiosamente nadie, ni siquiera los escolapios, quisimos subir, en lugar de ello, preferimos caminar por toda la zona de Nathan Phillips Square y el Olimpic Park, ya era prácticamente de noche, el cuerpo pedía descanso, así que el bus nos llevó al hotel de Toronto, pues el día siguiente sería la cereza del pastel: las cataratas del Niágara. https://vm.tiktok.com/ZMrvsoqr4





Hay quienes dicen que el número 13 es cabalístico, puede ser de buena o de mala suerte, para nosotros el martes 13 de agosto ´24, fue un día de buena suerte, después del indispensable desayuno, el grupo subió al autobús para emprender el recorrido hacia las famosas cataratas, para llegar a Niágara, tienes que desplazarte en autobús poco más de hora y media, antes de ese destino se encuentra la apacible ciudad de Niagara on The Lake, en donde hay viñedos, nosotros acudimos a uno en donde se produce un exquisito vino blanco que tiene la característica de provenir de pequeñas uvas que deben ser cosechadas en temporada invernal, se prensan prácticamente congeladas por lo que evidentemente solo les sale una gota de jugo, así que ya podrás imaginarte la cantidad que se necesita para obtener una botella, lo cierto es que su sabor lo llegué a comparar con el delicioso Liefraumilch alemán. De ahí partimos ya hacia Niágara, pero, antes de ello, sucede que Rubí nos dijo, oigan grupo, hay oportunidad de hacer un recorrido en helicóptero sobre las cataratas, por si quieren aprovechar, tenemos tiempo suficiente para todo. A diferencia de la subida a la aguja, en este caso tanto niños como adultos dijimos ¡va!, así que llegamos al helipuerto de Niagara Helicopters, en donde se forman grupos de 6 personas para disfrutar de un vuelo que pese a durar tan solo 12 minutos aproximadamente, gozas de una gran experiencia, así que posteriormente todos contentos, nos subimos al bus para llegar a Niágara. Esta parte consistía en tener tiempo libre para caminar por toda la zona que está enfrente de las impresionantes cataratas, para de ahí comer en la Torre Skylon que se distingue por tener en su parte más alta un restaurante giratorio con una gran vista de todas las cataratas y de la ciudad. Al término de la comida, nos dispusimos a hacer el recorrido en uno de los barcos que navegan en esa parte del río, cuando llegas al abordaje, te dan un impermeable, pues es verdaderamente imposible que no te mojes pues los barcos te llevan a menos de cincuenta metros de las cataratas, en verdad es una gran experiencia en donde no solo te diviertes, escuchas los gritos y las emociones de todos los que viajamos, pero también reflexionas en lo que es la bravura de la naturaleza que estoy seguro un día de estos nos va a cobrar todas las afrentas que le hemos hecho los humanos. Terminado ese emocionante recorrido, tuvimos oportunidad de caminar por otros parques y sitios de interés, para después regresar a Toronto, descansar pues al día siguiente, miércoles 14 de agosto la agenda marcaba nuestro retorno a México.

Te preguntarás ¿por qué titulé esta columna como Canadá Inversa?, eso fue algo que le pregunté a Rubí, sucede que, por la alta demanda del tour a nivel mundial, en nuestro caso terminamos donde normalmente comienza, es decir, generalmente comienza en Niágara y termina en Montreal. Creo que efectivamente el 13 fue de buena suerte para nosotros, el hecho de haber sido a la inversa fue un “grand finale” como en las obras de teatro.
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Fotografías: ECO’s Rock (Eduardo Celis) y Rubí Cervantes