Por: Oswualdo Antonio González. 17/03/2016 Contacto: [email protected]
Los Callejistas, los Fidelistas, los Arellano, los Duartistas, los Antorchistas, los Obradoristas, los Morenistas, los maestros Disidentes, todos, se agrupan en torno a un “núcleo compartido de intereses”. Incluso, se podría afirmar que se agrupan para ampliar el poder que tienen y acotar el poder de los “otros”.
Los grupos más consolidados tienen bien claro su núcleo de intereses (económico, político, sindical, social, educativo…) y sobre ese consenso se mueven. Sus integrantes reconocen y aceptan estructuras formales o informales de poder en su interior, reglas de permanencia y ascenso, una interpretación común de la historia, un abanico de verdades, la aceptación de ciertos símbolos y prácticas y un lenguaje verbal y corporal, entre otras cosas.
Hay grupos que no logran articular un “núcleo compartido de intereses”. Por lo regular, estos surgen de coyunturas, de rupturas al interior de otros grupos y de expulsiones. Su carácter de oposición a la cúpula de otro grupo, no así a su “núcleo compartido de intereses” les complica consolidarse y de no ganar la disputa con el otro grupo en el poder, terminan diluyéndose, y sus integrantes vuelven al grupo anterior, se incorporan a otro grupo u optan por el ostracismo.
La importancia del “núcleo compartido de intereses”
La disidencia magisterial, como grupo emergente (no la CNTE como opción sindical), surge como respuesta ante la falta de defensa de los derechos laborales de los maestros por parte del SNTE, derechos que en esos momentos eran atacados por una alianza de partidos políticos, con clara complicidad del propio sindicato. Simplificando, la disidencia surge en respuesta, ante una decisión de la cúpula del SNTE, pero no por desacuerdos con el “núcleo compartido de intereses”, los cuales podrían existir, pero eran procesados en el interior con distintos mecanismos.
¿Cuál es el “núcleo compartido de intereses” de la disidencia magisterial? No es claro y urge empezar a trabajar en ello, ya que de no hacerlo, se corre el riesgo de que grupos más fuertes empiecen a darle seguridad y rumbo a las bases que lo integran y en un abrir y cerrar de ojos se incorporen a esas nuevas “siglas”.
Grupos fuertes establecen alianzas, pero en grupos desiguales, el fuerte ofrece espacios, “cuotas” de poder, y el débil asume sin discusión su “núcleo compartido de intereses”. No se necesita mucho análisis para saber el desenlace, las bases se incorporan al grupo más fuerte y el grupo débil desaparece o se vuelve solo un membrete, sin ninguna influencia sobre sus supuestas bases, ni en la toma de decisiones de su rumbo.
La única posibilidad de que un grupo sobreviva, es contando con un “núcleo compartido de intereses”.
La Agenda pública
El “núcleo compartido de intereses” se vive al interior de los grupos. La disputa con otros grupos por el poder, se da en el espacio público, teniendo como referentes empíricos algo que se denomina Agenda.
En las Agendas públicas, los grupos plasman sus temas de interés, los definen, explicitan un deber ser y una ruta ideal para lograrlo. Son las Agendas las que definen los alcances de los grupos y desnudan los “núcleos compartidos de intereses”.
Cuando en un mismo campo, como en el caso de la educación, coinciden varios grupos, el elemento que los diferencia, en un primer momento, es la Agenda pública, es decir, su postura ante temas clave. La Agenda perfila a los grupos, “chantajistas”, “negociadores”, “vividores”, “radicales”, “congruentes”, “conservadores”, “de izquierda”, “derecha”, “social-demócratas”, “marxistas”, “anarquistas”, pero sus acciones los definen.
También existen, Agendas ciudadanas, las cuales se construyen en torno a temas estratégicos, no se conforman a partir de un grupo, sino de una corriente de pensamiento y acción, por ejemplo, la defensa de la naturaleza, el agua, la tierra; buscan influir en la agenda gubernamental y de los grupos a través del costo reputacional que implicaría que no se asumieran como propios.
En la coyuntura electoral, urge que la disidencia magisterial, clarifique si su Agenda únicamente se restringe a la defensa de sus derechos laborales y a la lucha por lograr ganar la cúpula nacional del sindicato. Si además de eso, se piensa en una educación “alternativa”, un gobierno “alternativo” e incluso fomentar una “sociedad alternativa”, es necesario se explicite. Teniendo claro esto, es posible, establecer alianzas o coaliciones con otros grupos.
La Agenda electoral
En los procesos electorales, la mercadotecnia borra la agenda pública y prueba en situaciones límite el “núcleo compartido de intereses” al grado que iguala a “contrarios” o fortalece diferencias.
En el actual proceso electoral, MORENA plantea como parte de su Plataforma “echar abajo la Reforma educativa” y sobre eso la CNTE nacional establece una Alianza. La CNTE da votos y MORENA les cede candidaturas a diputaciones. Algo similar han hecho los Callejistas con el PRI en Veracruz.
Si la disidencia magisterial no empuja una Agenda electoral que se construya de manera democrática entre todos los grupos movilizados, la viabilidad del Movimiento magisterial en Veracruz está en riesgo. La alianza con MORENA no se puede acotar al otorgamiento de “puestos” y una “promesa”.
La Agenda de gobierno
La agenda electoral deberá incluir líneas de acción en lo legislativo, pero también propuestas en el plano de la administración pública, ya que en esta elección también se elige gobernador. Por lo menos, la disidencia magisterial debería presentar propuestas de cómo debe funcionar la SEV de ganar las elecciones, que líneas de política se deben impulsar. Aquí debe haber una diferencia marcada con los Callejistas, los cuales han administrado y administran la SEV, con los resultados ya por todos conocidos. No basta con decir son corruptos, es necesario decir cómo se haría una gestión diferente.
Toda vez que la política educativa abarca más niveles y responsabilidades que solo la educación básica, la disidencia magisterial debe establecer compromisos claros con MORENA en este rubro, puntualizar cuáles son los mínimos que impulsaría de ganar la elección. La disidencia no puede esperar que estas líneas de política las presente MORENA, las debe presentar la disidencia y negociarlas con los planteamientos del Partido.
Hacia una propuesta de Agenda
En los próximos días, el Colectivo Insurgencia Magisterial lanzará una Convocatoria pública para diseñar una propuesta de Agenda Legislativa, Electoral y de Gobierno, factible de ser retomada en el actual contexto electoral y asumida como compromiso público, que posteriormente sirva de insumo para la elaboración del Programa de gobierno y la Plataforma legislativa.