Top Posts
Cuerpos cultivados en laboratorio: el debate ético de...
Educación compartida
Bolivia. ¿Quién traicionó a quién? Las claves de...
Wifi en la Amazonía: el dilema de la...
Pequeños modelos de lenguaje: 10 Tecnologías Emergentes 2025
Suspenden fallo de jueza y orden de aprehensión...
EE UU aprueba el uso de cerdos CRISPR...
El gobierno de Milei busca desalojar la redacción...
Gerardo Fernández Noroña, la Lic. Ortiz del Conapred...
[Vídeo] Juventud reaccionaria: ¿Ser facho está de moda?...
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Portal Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Espacio principalEspacio secundario

Manifiesto a favor de un nuevo paradigma del saber

por RedaccionA octubre 16, 2024
octubre 16, 2024
541

Por: Óscar Sánchez. 16/10/2024

Intentaré decir esto en pocas líneas, no porque no existan manifiestos considerablemente más largos, sino porque las revistas digitales actuales se chivan al posible y tan anhelado lector de los minutos que va a emplear en consumir el texto, bien sea para atraerlo o, bien, como supongo, para no disuadirlo (hoy, el formato es el mensaje).

Estamos, de verdad lo creo, en gestación de un nuevo paradigma, y ese estado de buena esperanza debiera congratularnos, porque justamente necesitábamos ver las cosas de otra manera con tal de no volvernos locos, derrotistas o suicidas. Me parece ver, pero igual me ciega la ilusión, que tal paradigma tiene cierta unidad y jerarquía, esa que exigía Kuhn a los paradigmas, pero esta vez encabezada por la Biología y no por la Física o la Economía Política.

Es cierto que la Física, específicamente la Física de las Dinámicas del Caos (el Caos matematizado actualmente es impredictibilidad, no arbitrariedad, y luego es una suerte de Alfabeto del Universo pero sin Cábala judía), es la que más sorpresas y estupefacción procura, pero precisamente porque se sacude la Mecánica de encima y comienza a apreciar las cosas como en la vieja e irisada Biología. Durante demasiado tiempo hemos vivido de la Mecánica de Newton, Einstein y Planck, y les estamos enormemente agradecidos, pero ahora sabemos que han empequeñecido —involuntariamente, claro— nuestra visión de la realidad, tornándola geométrica, rígida e inerte (hasta el Tiempo falleció entre sus ecuaciones).

El Mecanicismo es, o ha sido: Conductismo en Psicología, Funcionalismo en Sociología, Darwinismo en Biología, Estructuralismo en Antropología o Crítica Literaria, Neurocientificismo en la investigación de la mente robótica (porque la nuestra no, seguro, la nuestra se caracteriza por esa “intranquilidad perpetua” de la que hablaba Hobbes), Epistemología positivista, Teoría de Juegos, Tecnociencia implementando a la ciencia básica, Matemática formalista y Nueva Arquitectura. Ha sido, sin duda, una gran explosión pre-cámbrica de la reglamentación del saber conforme a patrones predecibles y a priori, pero basta ya, por favor, ahora estamos por fin a otra cosa…

Porque resulta que todo lo que las ciencias naturales consideraban decimales despreciables, infracciones ontológicas, desvíos de la norma y Problema del Tercer Cuerpo de repente pesan más, y revelan más, que la ortodoxia mecanicista. Vamos sospechando que hay más manifestación de la naturaleza en una turbulencia caótica (un grifo, el clima, el latir del corazón, yo añadiría el cruce genético…) que en la Ley de Inercia o en la curvatura del Espacio/Tiempo, y lo más sugestivo es que ese mismo fenómeno se puede detectar también en otras áreas del saber contemporáneo. La Pragmática, en Lingüística, hace ya décadas que acoge en su seno todas aquellas formas de comunicación que no son ni lógicas ni gramaticales, pero que expresan de facto la riqueza y performatividad del lenguaje. La Hipótesis Gaia, en Cosmología, se acerca mucho más a comprender los fenómenos de la vida en forma organicista, como hiciera Aristóteles, que en la forma del célebre Reloj de la Física Moderna. En Matemáticas, se acepta ya con naturalidad la presencia de “objetos matemáticos”, como los fractales o la Botella de Klein, que ni son reales ni dejan de serlo, sino que están a medio camino entre la teoría y la práctica. En Economía, muchos son los que nos han llamado la atención (Polanyi, Sen…) de que antes del Capitalismo la economía no era estructurante, sino estructurada, o no era fundante, sino fundada, y por tanto que es perfectamente posible recuperar un modo de racionalidad en que la variedad de los estilos de vida decidan la economía correspondiente para hacerlos viables, y no al contrario (lo mismo, por cierto, se podría decir de las llamadas Nuevas Tecnologías, o de la Digitalización en general, que nada impide, excepto las ambiciones de las grandes corporaciones, que de Sujeto pasen a ser Objeto, para nuestro bien y el de nuestros hijos). La Biología, donde ya hace bastantes años que Maturana/Varela o Margulis hablan en términos de sistemas teleológicos… La Teoría Estética, a la que parece interesar más ahora la recepción que la emisión de la obra de arte, más allá de la sagrada autonomía del artista maldito… O la Filosofía, que gracias a la obra de Heidegger dejó de representarse en la figura de duras dicotomías y comenzó a vislumbrar que el Ser es también la Nada, que el Objeto es también el Sujeto, que la Verdad es plural y no exclusivista, y que la ciencia no se desliga nunca de la “actitud natural”… (Por no hablar de la actual filosofía francesa, la Ontología Orientada a Objetos, a los que encuentra “intraducibles”, “irrepresentables” y, finalmente, “raros” —Harman).

Nunca pensé que abogaría por la filosofía de Julio Cortázar en Rayuela, pero con humildad tengo que hacerlo aquí. Capítulo 73, el otro posible inicio, el inicio/macho, de la no-novela: Incurables, perfectamente incurables, elegimos por turna el Gran Tornillo, nos inclinamos sobre él, entramos en él, volvemos a inventarlo cada día, a cada mancha de vino en el mantel, a cada beso del moho en las madrugadas de la Cour de Rohan, inventamos nuestro incendio, ardemos de dentro afuera, quizá eso sea la elección, quizá las palabras envuelvan esto como la servilleta el pan y dentro esté la fragancia, la harina esponjándose, el sí sin el no, o el no sin el sí, el día sin Manes, sin Ormuz o Arimán, de una vez por todas y en paz y basta. (Cortázar, sin embargo, no hacía más que promover sus propias dualidades, una vez rechazadas las de la tradición: estos dos inicios, del “lado de acá” —Argentina— y del “lado de allá” —París—, la percepción según la Gran Costumbre y la percepción del “otro lado”, Cronopios y Famas, etc.).

La propia Postmodernidad, tal como fue teorizada en el último cuarto del siglo pasado, diluía y solapaba ya las distinciones modernas, de tal manera que los límites entre naturaleza y cultura, tradición e innovación, ciencia y arte o “diferencia y repetición” se borraban en aras de una creatividad sin marco constrictivo previo. Un ágape que ya no reúne a los distintos, porque todo conspira con todo —Anaxágoras— y el ser humano no es un imperio dentro de un imperio —Spinoza—. Tengo, por consiguiente, la sensación de que las célebres “turbulencias” de la Física del Caos están abriéndose paso en todos los terrenos, buscando sus propios y fascinantes “atractores extraños”, y de que la vida del cosmos ya no es el cansado efecto de una causa cuya pretensión no fue más que la de desplegarse sin sentido, como en la fatídica Teoría del Big-Bang, sino que es nómada, como decía aquel, puesto que va hacia adelante sin pausa y a cada paso inventa o dispone sus propias condiciones de posibilidad. Eso que los especialistas denominan “dinámicas no-lineales”, es lo mismo que ha zarandeado, desde siempre, mediante la “intranquilidad de Hobbes”, la existencia de cada uno, humano, bacteria o programa informático, como el Juego de la Vida de Conway.

La Educación ya no sería conocer datos, sino saber dónde encontrarlos. La Política ya no consistiría en la intermediación irremediable entre los intereses de las élites y la población trabajadora, sino en un proceso incierto e inestable, pero abierto. No se impondría ningún canon estético definitivo, así como ningún método científico sería declarado como el único válido.

Por eso creo que es todo merecedor de una alegría no irracional, como la de aquel que pisa la Tierra Prometida sabiendo que no obstante tiene sus propios peligros, porque en este nuevo paradigma, si es que yo no me dejo llevar por el entusiasmo, elegir ya no es sacrificar, sino crear, y el tiempo ya no transcurre matando los instantes pasados, sino utilizándolos como materia prima para construir los instantes futuros.

LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ

Fotografía: Dialektika. freepik

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
RedaccionA

noticia anterior
En defensa de la identidad progresista
noticia siguiente
Claves críticas para significar la expansión capitalista: ¿cómo entender la actual depredación de la Amazonía?

También le podría interesar

Mapa de campaña

diciembre 21, 2022

¿De quién de qué somos contemporáneos?

diciembre 4, 2022

“Las mujeres revolucionarias no son exógenas a la...

marzo 6, 2020

Visitantes en este momento:

928 Usuarios En linea
Usuarios: 237 Invitados,691 Bots

Blog: Perspectivas comunistas

La mejor opción para Xalapa…

Nuestras redes sociales

Blog de la Columna CORTOCIRCUITOS

Nuestros grupos de difusión

Artículos publicados por mes

Síguenos en Facebook

Síguenos en Facebook

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

mayo 2025
L M X J V S D
 1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031  
« Abr    

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    Daniel Innerarity: «Una teoría crítica de la inteligencia artificial»

    mayo 6, 2025
  • 2

    Televisa Leaks | La fábrica de mentiras, manipulación y guerra sucia

    mayo 7, 2025
  • 3

    Entrega CNTE pliego petitorio a SEP, SG e Issste con miras a huelga nacional del 15 de mayo

    mayo 5, 2025
  • 4

    El fraude de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García. Segunda parte

    diciembre 29, 2024
  • 5

    Bolivia. ¿Quién traicionó a quién? Las claves de la ruptura Evo-Andrónico

    mayo 7, 2025
  • ¿Cuáles son los elementos de una historieta?

    febrero 15, 2017
  • 7

    Algunas ideas para un anarquismo proactivo

    mayo 4, 2025
  • 8

    La trata de personas, invisibilizada y en aumento en América Latina

    septiembre 8, 2022
  • 9

    EE UU aprueba el uso de cerdos CRISPR para la alimentación

    mayo 7, 2025
  • “Sobre las clases sociales en Karl Marx”: Kenneth Smith.

    noviembre 1, 2017
  • 11

    [Vídeo] Juventud reaccionaria: ¿Ser facho está de moda? – Escupamos La Historia

    mayo 7, 2025
  • 12

    El gobierno de Milei busca desalojar la redacción de El Grito del Sur

    mayo 7, 2025
  • 13

    México: Pueblos originarios y colectividades realizan un balance del despojo del agua

    septiembre 27, 2024
  • 14

    Habrá al menos cinco movilizaciones este 1 de mayo de 2025 en la CDMX

    abril 30, 2025

Rolando Revagliatti. Argentina

Raúl Allain. Perú

Juan Antonio Guerrero O. México

Vanesa Monserrat. Argentina

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

@2020 - Insurgencia Magisterial

Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

Mapa de campaña

diciembre 21, 2022

“Las mujeres revolucionarias no son exógenas a...

marzo 6, 2020

¿De quién de qué somos contemporáneos?

diciembre 4, 2022