Por: Admon1. 08/06/2025
La exclusión del estado de Veracruz de los Juegos Deportivos Nacionales Escolares 2025 no es un simple error administrativo. Es, en realidad, un escándalo de fondo que desnuda la improvisación, la ineptitud y el uso faccioso del poder dentro del sector educativo. El epicentro de esta vergonzosa debacle tiene nombre y apellido: Froylán Alessi Mejía Ávila, un licenciado en derecho sin experiencia en el campo de la educación física, sin trayectoria en gestión deportiva, y sin sensibilidad política para entender la dimensión del puesto que le fue entregado por recomendación directa de la secretaria de Educación, Claudia Tello.
Esta designación, hecha más por afinidad política que por mérito profesional, ha derivado en un verdadero desastre educativo y deportivo. A tan solo medio año de haber asumido el cargo como Director General de Educación Física del Estado, Mejía Ávila ha llevado al sistema estatal a su punto más bajo en décadas, dejando a niñas, niños y adolescentes fuera de la máxima justa escolar deportiva del país. Una acción que no solo lastima a estudiantes y docentes, sino que golpea de lleno la imagen del nuevo gobierno de Rocío Nahle, quien prometió dignificar la educación y promover el deporte.
Es inadmisible que, en lugar de generar sinergias con la estructura estatal de educación física, el joven director haya tardado medio año en establecer comunicación básica. ¿Dónde estaba? Muy probablemente más ocupado haciendo proselitismo político durante la campaña que organizando los procesos de participación escolar. Y cuando lo hizo, ya era tarde. El ciclo escolar estaba perdido. Las planeaciones educativas hechas por docentes en todo el estado, simplemente, se fueron a la basura.
Un equipo de amigos sin perfil
Peor aún, la dirección no naufraga sola. Va a la deriva, acompañada de un equipo de amigos sin experiencia ni formación comprobada para la función pública. Un caso escandaloso es el del subdirector técnico Eduardo Báez García, quien presuntamente cuenta con estudios en Licenciatura en Educación Física, pero no tiene registro profesional en la base pública del Registro Nacional de Profesionistas de la SEP (https://www.cedulaprofesional.sep.gob.mx/cedula). Además, carece de experiencia en administración técnica y planificación operativa, funciones esenciales para el cargo que ostenta.


¿La razón de su nombramiento? Sencilla y preocupante: es amigo personal del padre del director Froylán Mejía Ávila. Así de burdo y evidente es el mecanismo de nepotismo disfrazado de estructura educativa. Mientras tanto, el sistema educativo paga las consecuencias de tener operadores sin preparación, sin trayectoria y sin legitimidad profesional.
¿Dónde está la Secretaría de Educación?
La Secretaría de Educación de Veracruz, encabezada por Claudia Tello, debe asumir su parte de responsabilidad. Este nombramiento fue suyo. Y hoy, la funcionaria está pagando el alto costo político de haber colocado a un inexperto “recomendado” al frente de una dirección clave. La Educación Física no es un trámite menor. Es un componente estratégico del desarrollo infantil y juvenil. No puede improvisarse, ni mucho menos subordinarse al interés político de colocar a “leales” sin trayectoria.
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Fotografía: Faro digital