Por: Egbert Méndez Serrano. Perspectivas comunistas. 17/09/2024.
Ante la inacción del gobierno, pobladores decidieron enfrentar al crimen organizado, responsable de tala clandestina en Tianguistenco, Estado de México; cuentan con rifles de bajo calibre, mientras la delincuencia porta radios, drones, armas largas y vehículos. Reina la tensa calma, ya hay amenazas contra dirigentes de la comunidad.
De forma anónima, pobladores de Tlacuitlapa, una de las comunidades pertenecientes al municipio de Tianguistenco, Estado de México, se contactaron con este medio para visibilizar la situación de tala clandestina que en años recientes ha aumentado y el desabasto de agua en los pozos de la comunidad.
Denuncian que detrás de los talamontes está el crimen organizado; los han visto con armas largas, drones, camionetas y portando radios. La desforestación es visible, entre ellos estiman que al día se cortan entre treinta y cien árboles. La experiencia de la gente mayor les hace ver que esta situación ocasiona crisis hídricas, “los oyameles atraen mucho el agua, cuando se talan, el agua escurre de los troncos”, escriben.
En entrevista, Sinue Ferreyra Aranda, biólogo por la Facultad de Ciencias de la UNAM, comenta que “Al haber tala de árboles , disminuye la cobertura vegetal, influyendo negativamente en el ciclo del agua, pues disminuye el vapor de agua que forma las nubes, por lo tanto también hay menos precipitación ocasionando la baja recarga de mantos acuíferos, sequías y falta de agua, si se cuidara y conservará el bosque de agua, no habría necesidad de traer agua del Cutzamala con las implicaciones energéticas que esto ocasiona”.
El vital líquido de la región está entubado, es parte del corredor del bosque de agua, por medio de rebombeo una parte de este llega a la Ciudad de México, así que el problema no es ajeno a sus habitantes, que también recurren al Cutzamala para abastecerse.

El presidente de bienes comunales, ha mandado oficios del problema a la gobernadora, Delfina Gómez Álvarez, a la Guardia Nacional, a Probosque, a SEMARNAT, a PROFEPA, al presidente Andrés Manuel López Obrador e incluso a la entrante Claudia Sheimbaum Pardo, pero ninguna instancia ha dado solución, incluso —en alguna de estas dependencias— les llegaron a decir que no podían hacer nada y que mejor se organizaran para enfrentar el problema. En su desesperación fue lo que hicieron, el día 30 de agosto bloquearon la autopista México-Toluca a la altura de La Marquesa. No fue la única acción que emprendieron.
En un acto de asombrosa valentía, varios habitantes se organizaron para defender los bosques, con armas de bajo calibre empezaron a hacer emboscadas contra los talamontes. En alguna ocasión aprendieron a uno, lo entregaron a las autoridades, mismas que más tarde lo liberaron—denuncian. Se han enterado que en zonas aledañas a Tianguistenco, cuando la tala ya no es rentable, los criminales comienzan a cobrar derecho de piso, es otro de los motivos que los impulsan a expulsarlos de su comunidad. La respuesta de la delincuencia organizada no se ha hecho esperar, ya lanzaron amenazas contra varios dirigentes. Hay un clima de tensa calma, en cualquier momento puede ocurrir una desgracia en Tlacuitlapa.
El sábado 12 de octubre de 2024, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, en la sala Lucio Mendieta, en el Edificio F, se estará llevando el Conversatorio Tala Clandestina y Cambio Climático, donde se abordarán estos temas.
