Por: Luis Enrique Rocha. Política y Estilo. 09/01/2016
Como la broma más pesada que le ha hecho el destino a México, así se podría definir la presidencia de Enrique Peña Nieto. Nunca antes un mandatario federal había sido tan criticado, insultado, menospreciado, como el esposo de Angélica Rivera, y eso que ya tuvimos a gente del nivel de Díaz Ordaz, Echeverría, López Portillo, De la Madrid, Salinas de Gortari y Vicente Fox.
El presidente más corrupto de la historia, cumplió en 2015 su tercer año de (des) gobierno. Aquí lo que tendríamos que aplaudirle a Enrique Peña, es que haya aguantado tanto tiempo. En todo su periodo como Ejecutivo Federal, solo ha existido una pregunta generalizada: ¿cuándo renunciará el inquilino de Los Pinos?
El 2015 sepultó por completo la mínima honorabilidad de Peña Nieto. Millones de mexicanos, experimentamos en carne propia lo que es la pobreza, el desempleo, la inseguridad. Hoy podemos asegurar que no hay mexicano que no haya sido asaltado o secuestrado; en este punto, debemos de excluir a los millonarios que cuentan con más de 50 escoltas.
Aquí hay un punto importante: crece la pobreza, pero aumentan las familias adineradas.
Esto, por supuesto, es culpa de Enrique Peña Nieto.
90 millones de mexicanos podemos decir que no tenemos presidente de la República.
Escaso de inteligencia y visión, el ex gobernador del Estado de México, ve cómo todo mundo lo ridiculiza, lo enfrenta, lo reta, lo vulnera, lo violenta, lo hace menos, lo chantajea. Ni su mismo gabinete siente un poco de respeto hacia su investidura.
Para Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray Caso, Aurelio Nuño, Manlio Fabio Beltrones, lo de menos es lo que piense y sienta el presidente de la República; ellos tienen la mirada puesta en las elecciones presidenciales de 2018, y de ese anhelo nadie los va a sacar.
Con la fuga de Joaquín Guzmán Loera, los ciudadanos supimos quienes nos gobiernan en realidad: los corruptos, mafiosos, delincuentes. Solo una banda delictiva gubernamental pudo haber permitido que el narcotraficante más peligroso del mundo, se escapara por un túnel sin que nadie se diera cuenta.
Podríamos escribir libros enteros sobre la incapadidad política de Peña Nieto, pero no tiene caso.
Enrique Peña Nieto y la Gaviota, no solo son un peligro para México…son un insulto.
El 2016 depara un escenario cruel para millones de familias.
Lo único bueno, es que falta menos para que termine el reinado del presidente más corrupto.
Fuente: http://www.politicayestilo.com/pena-nieto-la-mala-broma-del-destino/
Fotografía: Política y Estilo.