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Por: Javier Calderón Castillo y Sergio Pascual. 20/05/2023
Apoyos y diputas del Poder Legislativo a las propuestas de reformas que marcan la agenda de Gobierno.
- El 26 de abril, el presidente Gustavo Petro declaró que llega a su fin la coalición de Gobierno con los partidos tradicionales.Anunció que replanteará la hoja de ruta de su mandato ya que el Partido Conservador, el Partido Liberal y el Partido de la U, con quienes armó su coalición legislativa, “no atendieron el llamado de la ciudadanía en las urnas”.
- Este anuncio se enmarca en la negativa de estos partidos a apoyar dos de las principales reformas del Gobierno de Petro: la de la Salud –que superó el trámite en Comisión pero que cuenta con una mayoría de bancadas en contra para una hipotética votación en el Pleno– y la Reforma Agraria.
- Respecto a esta última, el presidente criticó directamente la actitud del Congreso, que eliminó del Plan de Desarrollo tanto la posibilidad de comprar tierra sin expropiar, así como la posibilidad de entregar baldíos públicos al campesinado. Esta decisión del Legislativo es un golpe duro a la reforma agraria (parte esencial del Plan de Paz) del Gobierno de Petro.
- Como respuesta, el presidente pidió que el Gobierno se declare en emergencia –no formal– para buscar soluciones a este nuevo obstruccionismo parlamentario e hizo un llamamiento a la organización popular campesina como única respuesta posible. Este mensaje certifica que el golpe de timón de Gustavo Petro no es sólo un cambio en sus alianzas legislativas, sino que comporta también una profundización de su proyecto político de transformación del país en favor de las mayorías.
- En un país con un presidencialismo débil, fuertemente dependiente del Poder Legislativo para emprender reformas de calado, la coalición legislativa que sostenía al Gobierno de Gustavo Petro hasta el pasado 26 de abril estaba compuesta por dos anillos de apoyos al Pacto Histórico (que tiene 20 de las 108 bancas del Senado y 28 de los 188 de la Cámara de Representantes):
- El más cercano y afín ideológicamente, compuesto por legisladores de Alianza Verde, Comunes –antiguas FARC–, representantes de minorías indígenas y de organizaciones territoriales. Sumando estos apoyos a los propios del Pacto Histórico, el primer anillo le suma 20 senadores (haciendo un total de 40) y 42 representantes (haciendo un total de 70).
- Un segundo anillo de apoyos estaba compuesto por espacios políticos de la llamada “partidocracia”: Partido Liberal Colombiano (que le sumaba 14 senadores y 33 representantes), el Partido Conservador (13 senadores y 27 representantes) y el Partido de la U (10 senadores y 16 representantes; aceptaron el acuerdo a cambio de representación ministerial en el Gobierno. El PLC se hizo con 2 ministerios de peso, Justicia y Vivienda, y otros 2 ministerios fueron a manos de exmilitantes destacados del Partido Liberal (Agricultura y Hacienda); por su parte, el Partido Conservador (PC) se hizo con el Ministerio de Transporte y el Partido de la U (del expresidente Santos) con el de Ciencia, Tecnología e Información.
- El anuncio del fin de la coalición con los partidos tradicionales sacó del Gobierno a los dos ministros del Partido de la U (PdU) y del Partido Conservador, así como a los dos ministros afines al Partido Liberal Colombiano (PLC), el ministro de Hacienda y la ministra de Agricultura. Con esta decisión, se certifica el fin del acuerdo con el Partido de la U y el Partido Conservador, que ya han anunciado el voto en contra y en bloque a la reforma de la Salud.
- Sin embargo, este movimiento que removió a miembros del PLC del Gabinete no es el único a tener en cuenta para entender la complejidad de la relación entre el PLC en el Gobierno de Petro, y para ello se exponen algunas consideraciones:
- El PLC es el partido con mayor implantación territorial de Colombia. Este no es un dato menor en un año en el que habrá elecciones municipales y de gobernaciones.
- Existen importantes diferencias ideológicas y políticas entre Gustavo Petro y la actual dirección del PLC, en manos del expresidente César Gaviria, furibundo defensor del actual sistema de salud.
- El histórico partido colombiano se encuentra en una posición mucho más complicada que sus homólogos conservadores PdU y PC, ya que buena parte de sus dirigentes –y su electorado– se decantaron por Gustavo Petro en las pasadas elecciones presidenciales. Cabe recordar que el PLC no presentó candidato presidencial y sus dirigentes se dividieron en dos. Por un lado, los más cercanos al ala izquierda, que representa Ernesto Samper, se habrían posicionado a favor de Gustavo Petro (e incluso llegaron a organizar una corriente interna a su favor encabezada por Luís Fernando Velasco, ahora ministro del Interior). En el bando opuesto, el expresidente Gaviria.
- En este contexto es que Gustavo Petro ha mantenido en sus puestos a los ministros liberales de Justicia y Vivienda y ha incorporado a Luís Fernando Velasco.
- La fractura liberal se expresó claramente en la firma, por parte de 18 (que pueden llegar a 22) de los 33 miembros del partido en la Cámara, de una carta dirigida a Gaviria en la que le exigen libertad de voto en la reforma de la salud. Si Gustavo Petro consolidara estos apoyos se quedaría tan sólo a 3 representantes de la mayoría absoluta en esta cámara, lo que supondría un importante giro en la gobernabilidad del país.
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Fotografía: Celag