Por: Cuba debate. 10/12/2021
Durante la pandemia se multiplicaron las apps de rastreo de contactos. Foto: Getty Images.
Tecnologías de vigilancia desplegadas por los Gobiernos de países europeos para combatir la covid-19, como apps de rastreo y sistemas de inteligencia artificial, no tuvieron un papel clave en el freno a la pandemia y podrían normalizar la vigilancia y el monitoreo de cada vez más actividades cotidianas, advirtió una organización independiente.
AlgorithmWatch, una organización de investigación y defensoría sin fines de lucro, con sede en Berlín, señaló que a menudo las tecnologías de vigilancia de salud desplegadas por muchos países europeos tras el estallido de la pandemia, en 2020, fueron adoptadas sin suficiente transparencia, salvaguardas o debate democrático.
En un informe publicado este jueves, la entidad recuerda que las autoridades se apresuraron a desarrollar nuevas tecnologías o utilizar otras existentes para combatir los contagios. Crearon apps de rastreo de contactos para localizar a la gente que había estado cerca de personas infectadas, y después desarrollaron pasaportes de vacunación para verificar que la gente había recibido vacunas contra la covid antes de permitirles viajar o acceder a conciertos, restaurantes y otros recintos.
Además, algunos Estados emplearon drones y otros dispositivos para vigilar el cumplimiento de las normas de distanciamiento social.
“Muchos de estos sistemas utilizaron tecnología de toma automática de decisiones, lo que redujo los complejos desafíos sociales que planteaba la covid-19 a una serie de problemas tecnológicos que requerían soluciones tecnológicas”, indicó la organización, que se dedica a evaluar y el esclarecer procesos algorítmicos de toma de decisiones que tienen una relevancia social.
AlgorithmWatch admitió que la tecnología ha jugado un papel a la hora de salvar vidas durante la pandemia, por ejemplo, al emplear inteligencia artificial para distribuir las vacunas con eficiencia.
Sin embargo, los autores del reporte apuntaron que la tendencia más preocupante fue cómo se utilizó la pandemia para “consolidar y normalizar la vigilancia, el monitoreo, la medición y la predicción de cada vez más actividades cotidianas, que ahora básicamente incluyen propósitos de salud pública y personal”.
El problema es aún mayor si se consideran los “fallos, falsificaciones, filtraciones de datos” que existen en esas herramientas, así como el creciente número de usos para la información obtenida de la tecnología contra la covid en distintos lugares del mundo, subrayó el grupo de expertos que elaboró el informe.
Una de las recomendaciones del grupo es emplear una estrategia “basada en pruebas” a la hora de utilizar tecnología automatizada de toma de decisiones, y limitar con claridad su uso para evitar “aplicaciones masivas opacas”, que son perjudiciales para la democracia.
El reporte, centrado sobre todo en países europeos, documentó las salidas en falso y los errores derivados de acelerar tecnología nueva y no probada, y expone varios ejemplos.
En los primeros días de su cuarentena inicial en 2020, la policía belga previó utilizar drones para controlar el distanciamiento social, pero abandonó la idea tras una reacción pública negativa.
También hubo una iniciativa para utilizar cámaras de seguridad, instaladas en un principio para combatir los delitos graves y el terrorismo, en un ejemplo de usurpación de funciones, cuando se emplea tecnología con un propósito distinto al declarado en un principio. Eso aumentó el riesgo de llegar a una “sociedad vigilada”, indicó el reporte.
Pronto se multiplicaron las apps de rastreo de contactos. La mayoría se basaban en tecnología desarrollada de forma conjunta por Apple y Google y utilizaban las señales Bluetooth para registrar de forma anónima los smartphones que habían permanecido en contacto cercano y prolongado con los de quienes dieran positivo en una prueba de diagnóstico.
(Con información de AP)
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Fotografía: Cuba debate