Por: Sociedad 3.0. 08/02/2016
A estas alturas de la tragedia que se vive en la entidad es claro que sólo la voluntad presidencial sostiene a Javier Duarte de Ochoa en el gobierno de Veracruz. El repudio social hacia el gobernador del estado es generalizado, incluso la prensa que le llenaba de elogios, por formar parte de la nomina gubernamental, ahora también exhibe los excesos del grupo dominante; por si algo faltara, al perder la nominación del candidato a gobernador del PRI, también ha perdido el respaldo de los principales liderazgos de su partido.
En los inicios de la actual administración sólo por conveniencia las cúpulas empresariales y la jerarquía eclesial le concedieron interlocución, sin embargo Duarte de Ochoa nunca tuvo el reconocimiento de la clase política, su acceso al poder público, fue producto de una circunstancia en donde tuvo mayor peso su utilidad que su capacidad. Permitir el empoderamiento de Javier Duarte de Ochoa y su camarilla ha traído las peores consecuencias para Veracruz.
Con estos antecedentes era prácticamente imposible obtener otros resultados de un gobernante sin formación política, sin valores humanos y con pocos escrúpulos, hoy su presencia es perjudicial para su partido, y para toda la sociedad.
Fuente: http://sociedadtrespuntocero.com/2016/01/el-mas-repudiado/
Fotografía: sociedadtrespuntocero