Por: MARÍA FLORENCIA ALCARAZ. 20/05/2022
La mayoría de los jóvenes cree que la violencia contra las mujeres es un problema grave pero aún persisten imaginarios y normas sociales que reproducen esa violencia. Para muchos, los celos son amor, el no es un sí encubierto y el acoso es culpa de las mujeres por como visten. Los datos surgen del informe “Rompiendo moldes” de Oxfam, que analiza las creencias que tienen jóvenes de 15 a 25 años de ocho países de América Latina y el Caribe sobre violencia, relaciones de pareja y vínculos sexo-afectivos.
“Mirá, si no hubiese sido por eso de Ni Una Menos, te cago a palos”. Le dice un nene a una nena de su misma edad en La Matanza. Están en primer grado de una escuela pública. Sus palabras fueron registradas por un grupo de investigadoras que visitó escuelas para conocer el impacto de la ley de Educación Sexual Integral (ESI) desde su sanción en 2006 y quedó plasmada en la publicación realizada por la Oficina Regional de América Latina y el Caribe del Fondo de Población de las Naciones Unidas y el Ministerio de Educación de la Nación “El derecho a la educación sexual integral en la Argentina. Aprendizajes de una experiencia exitosa”, a cargo de la Doctora en Ciencias Sociales, Eleonor Faur.
Faur fue también una de las presentadoras de los resultados de otro informe regional “Rompiendo moldes”, realizado por Oxfam –una confederación global de 19 organizaciones que trabajan con eje en cuesitiones humanitarias–, que se dio a conocer esta semana en Argentina. Este relevamiento ofrece una cartografía sobre jóvenes e imaginarios sociales después de Ni Una Menos. A pesar de que los y las jóvenes identifican las violencias como un problema grave, persisten imaginarios y normas sociales que continúan reproduciendo violencias.
La frase del nene se clava como una estaca en el pecho ante la posibilidad de la violencia. Con la misma fuerza explica cómo los feminismos insisten en pedagogías que van más allá de las aulas. La ESI no es una receta mágica: es un derecho que no se cumple. Si bien en Argentina, el lema y grito por Ni Una Menos empujó una transformación capilar que bajó la vara de la tolerancia de las violencias machistas, es evidente que el machismo existe y resiste. Eso es lo que viene a confirmar, con datos, el exhaustivo informe “Rompiendo Moldes” que se presentó este martes en el Hotel Castelar en un evento organizado por el portal feminista LATFEM.
A lo largo de cien páginas el informe agrupa datos de ocho países de América Latina y el Caribe sobre jóvenes de 15 a 25 años. Traza avances y retrocesos; señala el panorama legislativo y pinta un estado de situación para llamar a la acción.
Los resultados plantean un panorama de reconocimiento de las violencias: 7 de cada 10 jóvenes en la región creen que la violencia contra las mujeres es un problema grave pero también sostienen que existe y persiste el machismo en la juventud.
“Para erradicar la violencia hacia las mujeres tenemos que cambiar, modificar los imaginarios sociales. Esa es la hipótesis de la que parte el informe y la comparto”, apunta Eleonor Faur en la presentación.
Seis de cada 10 hombres de 15 a 19 años encuestados por Oxfam piensan que celar es una demostración de amor. El 65% de ellos piensa que cuando una mujer dice “no” a una relación sexual, en realidad quiere decir “sí”. Y siete de cada 10 piensan que la responsabilidad de ser manoseadas o acorraladas es de las mujeres por la ropa que usan.
“La violencia contra la mujer está basada en normas sociales hay que poder cambiar estas mentalidades para poder erradicar la violencia contra la mujer. Es importante aportar datos”, dice durante la presentación de los resultados, Winnie_Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional.
“La decisión de hacer esta investigación desde Oxfam nace de la necesidad de apostar a un proceso de prevención con una campaña pública”, suma Damaris Ruiz, Coordinadora de Derechos de las Mujeres para América Latina y el Caribe de Oxfam que también estuvo presente. A su vez, la periodista feminista Luciana Peker participó del panel y apostó a un “feminismo de la transformación”. “El diagnóstico latinoamericano nos viene a decir todo lo que falta, lo que hay que cambiar de raíz, que no sea una transformación elitista”, agregó ante la presencia de periodistas, referentes de la sociedad civil y activistas feministas.
Este relevamiento contiene el análisis de 4731 encuestas a mujeres y hombres jóvenes, de 15 a 25 años, entre marzo y abril de 2017, junto con las reflexiones de 47 grupos focales y 49 entrevistas en profundidad realizadas entre junio y julio de 2017. Se hizo con el apoyo y el trabajo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
El informe aporta tendencias regionales y ofrece un análisis comparativo entre Bolivia, Colombia, Cuba, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y República Dominicana. Se trata de los ocho países que participan en la campaña ¡Basta!
Para Oxfam no se trata de un callejón sin salida, sino de una herramienta que abre una puerta. Desde la organización apuntan a los colectivos y agrupaciones de jóvenes, al activismo feminista y al ciberactivismo, para romper los imaginarios sociales machistas.
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Fotografía: Nuestras voces