Top Posts
«La existencia, como la rosa, acontece sin porqué»
¿Una nueva fase del capitalismo o la lógica...
“Hay intereses del Gobierno y de empresas para...
Analista chino: “Contrarrestar la hegemonía de EE.UU. seguirá...
Sociedad civil, la última frontera hacia el totalitarismo...
Guardianes del mañana: Humanidad 3.0
La distopía de Nauru
¿Hemos entrado en la era de la “geoeconomía”?
Redadas migratorias en EEUU: nacionalismo Trump vs el...
El dedo que señala el bloqueo y la...
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Portal Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Espacio principalEspacio secundario

El coronavirus y la economía. ¿De qué hablamos cuando hablamos de coronavirus?

por La Redacción marzo 28, 2020
marzo 28, 2020
910

Por: Lucía Sánchez Barbieri. EL GRITO DEL SUR. 28/03/2020

El modelo en el que vivimos propone una dicotomía entre la vida o el capital. Frente al COVID-19 y la caída bursátil, ¿qué vamos a hacer y qué van a hacer los Estados? ¿Salvar a las grandes financieras, industrias y empresas o generar nuevas formas sociales y productivas desde la sustentabilidad de la vida?

Al día de la fecha, el coronavirus se ha registrado en 117 países (más del 60% del total de países en el mundo) y se calcula que la gran mayoría de las personas estará expuesta e infectada en los próximos meses. El COVID-19 y su rápido nivel de contagio impulsó a los países a cancelar las clases, cerrar las rutas aéreas e implementar el “home office”. Además, producto de la recesión, se registró el precio más bajo del barril de petróleo desde los años 80 y las cadenas globales de producción empiezan a tambalear con acciones a la baja en Wall Street.

No es la primera vez que pasa algo así. El mundo, desde que es mundo, experimentó distintas crisis. No hace tanto, en 2008, el mundo se sacudió con la crisis de la burbuja inmobiliaria estadounidense. Lo que pasó es conocido: quienes peor la pasaron fueron los, mal llamados, países “periféricos» que debieron afrontar el aumento en los precios de los alimentos. Tampoco es la primera vez que se registra una pandemia: hace algunos siglos, la peste negra mató a un tercio de la población europea. En Argentina, a inicios del año 1870, el 8% de la población falleció a causa de la fiebre amarilla, que en la actualidad continúa provocando entre 200.000 y 300.000 muertes anuales a nivel mundial según datos de la OMS y, entre 2014 y 2016, 11.325 personas murieron por ébola, según datos del Center for Desease Control de EEUU.

Diría Marx que “la historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa”. Entre la peste negra y el coronavirus, son más las semejanzas que las diferencias. Muchas de las enfermedades actuales no son modernas sino que, por el contrario, han coexistido en la naturaleza por miles de años. Los “nuevos virus” no son nuevos en sí, son nuevos para el ser humano. Los virus no son emergentes sino en la medida en la que se ven forzados a desplazarse a nuevos territorios de conquista: nuestros cuerpos.

¿Es la culpa del murciélago o del ratón? ¿Es culpa nuestra por alterar ecosistemas enteros, por manipularlos y mutilarlos? Sólo en el 2019 e inicios de 2020, los pulmones verdes del mundo ardieron, devastando más de 5.500.000 hectáreas en el Amazonas y 50.00 kilómetros en Australia. En Argentina, el monocultivo ha destruido más de 8 millones de hectáreas en los últimos 30 años y el 17% de la sabana africana sufrió deforestación en apenas tres años. Además, según investigaciones de la NASA, 21 de las 37 reservas de agua dulce más grandes del mundo disminuyen exponencialmente año tras año. El precio de la deforestación, la contaminación de las fuentes de agua dulce y el desplazamiento forzado de cientos de especies animales es alto. El precio de la ganancia codiciosa, de los Estados ausentes y de la producción irresponsable afecta tanto a los humanos como a la biodiversidad.

Marge, no voy a mentirte: se vienen momentos difíciles

En todo el mundo, se calcula que más del 60% del trabajo es informal. Dentro del trabajo formal, además, existen aquellos que no son de relación de dependencia (el ejemplo de Argentina por excelencia: el monotributo). Antes de la cuarentena obligatoria, la gran mayoría de trabajadores/as no contaba con la opción real de dejar temporalmente sus puestos. Vendedores ambulantes, trabajadores sexuales, feriantes y cartoneres no cobran si no trabajan en el día a día. Por eso, ante la medida urgente del aislamiento social es necesario un Estado presente con perspectiva sobre aquellos sectores históricamente postergados. En países como España, por ejemplo, brindaron diferentes subsidios y reducción de la presión impositiva a sectores de la economía informal o precarizada.

En Argentina, el Ministro de Economía Martín Guzman junto al Ministro de Trabajo Claudio Moroni anunciaron un bono de 10.000 pesos para los monotributistas de categorías A y B. Además, el Gobierno decretó otras medidas como el impulso a la construcción con una línea de $100.000 millones de presupuesto para obra pública; la renovación del Ahora 12; el adelanto de las jubilaciones, pensiones y AUH; un bono de $3.000 para jubilades que cobran la mínima, para perceptores de planes sociales y quienes cobran la AUH, así como el refuerzo presupuestario para los comedores escolares y comunitarios.

De todas maneras, parece ser claro que las medidas económicas serán insuficientes para paliar las crisis económicas y sociales. También será insuficiente la capacidad del sistema de salud si no existe una responsabilidad social acorde a los tiempos que nos tocan vivir. Para “aplanar la curva” es necesario apelar a la consciencia colectiva, evitar espacios comunes y circular lo menos posible por la vía pública. Marge, no voy a mentirte, no se puede evitar que una gran cantidad de personas se vean infectadas por el coronavirus, pero sí se puede trabajar en relación a cuántos y cuándo. Es importante reducir la cantidad de nuevos casos día tras día para que se le permita al sistema de salud la cobertura de la mayor cantidad posible de pacientes sin saturarse.

Preguntas desde la economía feminista

Es importante “aplanar la curva”, especialmente, para cuidar a los y las más vulneradas. Si bien es cierto que la tasa de mortalidad del coronavirus afecta en mayor proporción a los varones (2,8% vs 1,7% en mujeres), la recesión económica y la fragilidad del sistema afectan con mayor intensidad a las mujeres. Recientemente, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó una investigación que analiza desde una mirada de géneros, la repercusión del COVID-19. En América Latina el 80% de les trabajadores de la salud (mediques y enfermeres) son mujeres. A eso se le suma que Argentina tiene una de las tasas más bajas de enfermeres. La delicada situación laboral de les profesionales de la salud pública se dificulta con esta epidemia: ingresarán más pacientes, pero la cantidad de profesionales seguirá siendo la misma.

Además, si en un día «normal» (es decir, sin coronavirus) las mujeres dedicamos el doble de tiempo a las tareas de cuidado, ¿qué pasa con esta cuestión en la cuarentena?

Desde la economía familiar, es importante recordar que en Argentina el 11% de los hogares son monoparentales y que, de los mismos, el 84% tiene a cargo una jefa de hogar. Estos datos surgen de la Encuesta sobre la Estructura Social y nos permiten preguntarnos qué pasa con esos hogares. En Argentina, 1 de cada 2 menores de 14 años vive por debajo de la línea de pobreza y el 70% de las mujeres en Argentina se encuentran sub-empleadas, desempleadas o en un empleo precario. ¿Cómo perjudica la cuarentena a las economías de las identidades femenizadas y a la calidad de vida de les niñes?

Son pocas las respuestas.  Hay que empezar a pensar, de manera urgente, nuevas formas de producción sociales y económicas. No podemos permitir que el aislamiento social vulnere más derechos. Tenemos que poder empezar a responder qué vamos a hacer con el virus y qué van a hacer los Estados: ¿salvarán a las grandes financieras, industrias y empresas o generarán nuevas formas sociales y productivas desde la sustentabilidad de la vida? ¿y nosotres? ¿cuál es nuestra responsabilidad civil y social? ¿nos quedamos mirando Netflix fingiendo que sólo cuarentenar es nuestra responsabilidad civil y social o tomamos cartas en el asunto para poder cambiarla?

LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ

Fotografía: El Universo.

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
La Redacción

noticia anterior
Voltairine De Clayre: Acción Directa.
noticia siguiente
Trump y el Estado fallido.

También le podría interesar

¡No en nuestro nombre! Manifiesto de feministas contra...

junio 11, 2025

Bolivia. FMI urge cambios en Bolivia y alerta...

junio 7, 2025

Permitirnos errar: masculinidad y aislamiento

mayo 31, 2025

Visitantes en este momento:

499 Usuarios En linea
Usuarios: RedaccionA,46 Invitados,452 Bots

Blog: Perspectivas comunistas

Desde el Plantón magisterial en el Zócalo de la CDMX

Nuestras redes sociales

Blog de la Columna CORTOCIRCUITOS

Nuestros grupos de difusión

Artículos publicados por mes

Síguenos en Facebook

Síguenos en Facebook

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

junio 2025
L M X J V S D
 1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30  
« May    

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    Del Acuerdo Educativo Nacional al Plan de estudios 2022.

    septiembre 13, 2022
  • 2

    Redadas migratorias en EEUU: nacionalismo Trump vs el deep state

    junio 12, 2025
  • 3

    Pago de seguros institucionales: burda simulación de Cuitláhuac.

    octubre 13, 2024
  • 4

    Milei, una bomba de tiempo.

    diciembre 3, 2023
  • 5

    REDALYC se deslinda de “Artículo” con denuncia de “plagio”

    noviembre 14, 2023
  • 6

    Incongruencias de la NEM de Marx Arriaga: luchar contra el neoliberalismo promoviendo un concurso de Círculos de estudio sobre Freire, con premios de 10 mil pesos a los ganadores y con mecanismos de exclusión

    septiembre 25, 2024
  • 7

    “Érase una vez la colonización”: Carlos Vives cree que la conquista fue una película de Disney

    septiembre 19, 2024
  • 8

    La Casa de los Famosos: ¿es posible no mirar?

    septiembre 19, 2024
  • 9

    Luce, la polémica “mascota” con que El Vaticano busca acercarse a los jóvenes

    noviembre 16, 2024
  • 10

    La revolución del amor vs la cobardía reaccionaria

    septiembre 27, 2024
  • 11

    La CNTE y el acto de desenlatar la lucha de clases en México

    junio 6, 2025
  • 12

    Slavoj Zizek: “ChatGPT dice lo que nuestro inconsciente reprime”

    septiembre 16, 2024
  • 13

    Lo presencial y lo virtual en educación: un replanteamiento

    septiembre 12, 2024
  • 14

    DESPUÉS DEL DÍA 1, ¿QUÉ ES LO QUE VIENE PARA EDUCACIÓN?

    octubre 4, 2024

Rolando Revagliatti. Argentina

Raúl Allain. Perú

Juan Antonio Guerrero O. México

Vanesa Monserrat. Argentina

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

@2020 - Insurgencia Magisterial

Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

Pensar el COVID-19 desde la perspectiva de...

marzo 23, 2020

Lara Moreno: «Una relación de maltrato es...

septiembre 7, 2022

Teoría de la conspiración: la religión del...

octubre 17, 2020