Top Posts
CNTE BC se organiza para integrarse al paro...
¿Qué tienen los ministros de educación en la...
UCA Editores y la universidad para el cambio...
La izquierda posmoderna y la desconexión con los...
¿Y por qué debemos admitir el bloqueo de...
Venezuela, bajo fuego mediático
La tierra que se subleva de broma
Polarización en Latinoamérica: ¿cisne negro o tendencia?
Agricultura 4.0. La tecnología al asalto de lo vivo
Bukele en la encrucijada: ¿Washington o Pekín?
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Portal Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Amador Fernández-SavaterEspacio principalEspacio secundario

De ritos, mitos y duelos (a propósito de un libro de Byung Chul-Han)

por RedaccionA marzo 17, 2022
marzo 17, 2022
744

Por: Amador Fernández-Savater. 17/03/2022

El mito de la sociedad capitalista es el infinito cuantitativo: crecimiento ilimitado, progreso indefinido, conquista de la naturaleza

En las primeras páginas del Manifiesto comunista, Marx describe cómo el capitalismo disuelve lo más sagrado –creencias, valores, costumbres– en “las aguas heladas del cálculo egoísta”. Estaba ya muy claro para Marx, hace 150 años, que el capital no tiene nada de conservador, que lo único que conserva es la forma vacía del valor de cambio. 

Al mismo tiempo, Marx se burla de los reaccionarios que lamentan la decadencia y caída del antiguo régimen, un mundo que idealizan y falsifican. Para él, hay una salida a la alternativa entre destrucción y reacción: la lucha por el comunismo como “asociación de productores libres e iguales”. Un nuevo mundo de creencias, valores y costumbres.

Hoy, dos siglos de tentativas revolucionarias después, el capital prosigue su depredación del mundo, pero el comunismo ya no es una referencia viva en los imaginarios de cambio. La izquierda, en la derrota y la impotencia política, se vuelve conservadora y melancólica, nostálgica de un “antiguo régimen” –las identidades de clase, el mundo popular, el pasado– también idealizado y falsificado. 

El rito sin mito

Así leo el lamento de Byung Chul-Han sobre la desaparición de los rituales, fagocitados por las lógicas de consumo e interacción abstracta-digital. Lo que los rituales hacían sólido y estable, hoy se disuelve en el aire. Licuefacción generalizada de todos los valores en la trituradora del valor de cambio. Contra la obsolescencia programada de las cosas y las relaciones, la propuesta es restaurar los rituales perdidos. 

Sin mitos activos, los ritos sólo son formas vacías, cortezas sin savia. Nos juntamos, repetimos una serie de ademanes, pero no pasa nada

Pero, ¿qué es un rito? Un mito en acto. El mito de la sociedad capitalista es el infinito cuantitativo: crecimiento ilimitado, progreso indefinido, conquista de la naturaleza. Los ritos que acompañan ese mito no pueden ser otros que la traducción de todo –lugares, bienes, procesos– en dinero. La práctica del consumo en un mundo concebido como supermercado. ¿Cómo podríamos restaurar rituales colectivos sin nuevos “mitos”, es decir, sin nuevos focos de creencias, valores y costumbres? 

Sin mitos activos, los ritos sólo son formas vacías, cortezas sin savia. Nos juntamos, repetimos una serie de ademanes, pero no pasa nada. Cenas de navidad entre familiares que se han vuelto extraños. Donde había vida y energía, sólo quedan fachadas y muecas. Según Freud, lo familiar que se vuelve raro e inquietante es lo “siniestro”. Todos los reclamos actuales de “regresar a los valores tradicionales”, vengan de la derecha o de la izquierda, tienen algo de siniestro. 

Prácticas de transformación 

Sin ritos, no podemos sentirnos parte de algo más grande que nosotros mismos, ni hay transmisión entre generaciones. Hasta ahí de acuerdo con Chul-Han. El problema es que desde la melancolía se piensa el ritual de modo reaccionario, oponiendo hogar a intemperie, comunidad a singularidad, repetición a diferencia, identidad a alteridad, sentido a sinsentido. Es un pensamiento conservador de las formas. 

Las formas nos permiten inscribir las intensidades vitales –amores, pasiones, creencias– en la duración y en el mundo. Pero las intensidades no piden ser conservadas, sino renovadas. La forma fetichizada es una forma detenida, sin atención a las nuevas energías que piden paso y nos exigen una metamorfosis. Pensemos en cualquier conmemoración oficial: la forma se repite en modo automático, el pasado no dialoga con el presente, el recuerdo no pasa. 

El rito, pensado más bien como una operación de paso, abre un espacio para la traducción de las energías. No opone la estabilidad a la inestabilidad, sino que va dando formas al movimiento que es la vida, a la alteridad que es el tiempo. No opone lo viejo a lo nuevo, sino que recrea, revitaliza, regenera, rehace y relanza. No opone la tradición a la innovación, sino que las piensa como un mismo flujo. Cuando se actualiza el sentido, hoy es tan nuevo como ayer.   

Festejar, leer y curar 

Recién leo una colección de estudios sobre el pensamiento judío. ¿Cómo pudieron los judíos, sin Estado ni terruño sobre el que replegarse, en la dispersión y el exilio, perseguidos por todas partes, sobrevivir durante milenios como pueblo? Las prácticas que lo permitieron no fueron conservadoras, sino de transformación. 

Pensemos en el shabbat: no celebra simplemente un acontecimiento histórico, sino que actualiza una dimensión de la promesa mesiánica. La magia de la fiesta es que nos hace contemporáneos de los hechos pasados. Es otra temporalidad, ni conservadora ni progresista, circular o lineal, sino una especie de espiral donde todo vuelve y a la vez todo cambia.  

¿Cómo pudieron los judíos, sin Estado ni terruño sobre el que replegarse, perseguidos por todas partes, sobrevivir durante milenios como pueblo? Las prácticas que lo permitieron no fueron conservadoras, sino de transformación

Pensemos en la lectura de la Torá o el Talmud: se permite y alienta la capacidad de interrogar al texto y dejarse interrogar por él. “Leer es torcer un texto”, dice la tradición judía. Esa exégesis constante es lo que mantiene viva la capacidad de interpelación de las escrituras sagradas. 

Pensemos incluso en el psicoanálisis (¡ciencia judía!): la curación del sujeto no es cuestión de reparación o normalización, sino de transformación. El psicoanálisis es un “ritual” o una “ceremonia” que, como sabe cualquiera que haya pasado por uno, es siempre igual y siempre distinto. Está abierto a la singularidad del cada uno, del cada vez. 

El duelo necesario 

Oponer a la fuerza que disuelve una resistencia inmóvil es arar en el mar. La trampa donde está cautiva la izquierda del antiguo régimen, la izquierda melancólica. En la melancolía, explica Freud, el sujeto queda enganchado al fantasma de lo que fue y ya no es, preso de una ausencia. Hay que llevar hasta el final el ritual del duelo, mediante el cual despedimos como se merece algo que fue importante y nos abrimos de nuevo al presente. El deseo se regenera, volvemos a estar presentes.  

———————-

* Artículo publicado originalmente en La nueva carne. 

LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ

Fotografía: CTXT

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
RedaccionA

noticia anterior
Más allá de un click: la pelea de Residente es contra el racismo en la industria musical
noticia siguiente
Durante #8M, 14 mujeres fueron asesinadas en México

Visitantes en este momento:

1.085 Usuarios En linea
Usuarios: 210 Invitados,877 Bots

Blog: Perspectivas comunistas

La mejor opción para Xalapa…

Nuestras redes sociales

Blog de la Columna CORTOCIRCUITOS

Nuestros grupos de difusión

Artículos publicados por mes

Síguenos en Facebook

Síguenos en Facebook

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

mayo 2025
L M X J V S D
 1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031  
« Abr    

Artículos más leídos esta semana

  • ¿Cuáles son los elementos de una historieta?

    febrero 15, 2017
  • 2

    Entrega CNTE pliego petitorio a SEP, SG e Issste con miras a huelga nacional del 15 de mayo

    mayo 5, 2025
  • 3

    Televisa Leaks | La fábrica de mentiras, manipulación y guerra sucia

    mayo 7, 2025
  • 4

    ALFONSO CEPEDA ESPURIO DIRIGENTE DEL SNTE

    mayo 4, 2025
  • 5

    Suspenden fallo de jueza y orden de aprehensión contra Evo Morales sigue vigente

    mayo 7, 2025
  • 6

    Algunas ideas para un anarquismo proactivo

    mayo 4, 2025
  • 7

    Daniel Innerarity: «Una teoría crítica de la inteligencia artificial»

    mayo 6, 2025
  • 8

    Pequeños modelos de lenguaje: 10 Tecnologías Emergentes 2025

    mayo 7, 2025
  • 9

    El gobierno de Milei busca desalojar la redacción de El Grito del Sur

    mayo 7, 2025
  • 10

    Educación compartida

    mayo 8, 2025
  • 11

    Bolivia. ¿Quién traicionó a quién? Las claves de la ruptura Evo-Andrónico

    mayo 7, 2025
  • 12

    El porno no ofrece educación sexual; ahora bien, ¿nosotros sí?

    diciembre 10, 2023
  • 13

    Cuerpos cultivados en laboratorio: el debate ético de esta posible revolución médica

    mayo 8, 2025
  • 14

    Llama CNTE a lucha obrera y campesina en demanda de salario digno

    mayo 5, 2025

Rolando Revagliatti. Argentina

Raúl Allain. Perú

Juan Antonio Guerrero O. México

Vanesa Monserrat. Argentina

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

@2020 - Insurgencia Magisterial

Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
@2020 - Insurgencia Magisterial