Por: Eduardo Camín. 19/05/2022
El cambio climático es un importante disruptor del sistema alimentario mundial, que cambia la forma en que se producen, procesan, almacenan y distribuyen los alimentos. Los fenómenos meteorológicos extremos, las sequías y el aumento de las temperaturas afectan a los patrones de distribución de plagas y enfermedades y contribuyen a aumentar los riesgos sanitarios y fitosanitarios, coincidieron expertos en temas sanitarios y fitosanitarios del mundo entero.

Los expertos participaron del 3 al 6 de mayo en la primera Semana del Cambio Climático, organizada por el Fondo para la Aplicación de Normas y el Fomento del Comercio (STDF), donde examinaron en una serie de seminarios web los retos que plantea el cambio climático para la capacidad en materia de inocuidad de los alimentos y sanidad animal y preservación de los vegetales, e identificaron oportunidades para responder a los riesgos emergentes y facilitar un comercio seguro.
La labor del STDF, una asociación mundial establecida por la OMC, junto con la FAO, la OIE, el Grupo del Banco Mundial y la OMS que “ayuda” a los países en desarrollo a cumplir las normas internacionales y obtener acceso a los mercados, responde a la evolución de las necesidades, impulsa el comercio inclusivo y contribuye al crecimiento económico sostenible, la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza, en apoyo de los Objetivos Mundiales de Naciones Unidas.
La Semana del Cambio Climático mostró cómo el comercio está estrechamente vinculado a los efectos del cambio climático en el suministro mundial de alimentos. A medida que cambian las zonas agroclimáticas, las nuevas regiones enfrentarán déficits de alimentos, lo que requerirá un mayor comercio para satisfacer la demanda. Al mismo tiempo, el comercio inseguro puede ser una vía para la propagación de plagas y enfermedades a nuevas regiones.

Los expertos coincidieron en que abordar el impacto del cambio climático en la salud animal, la sanidad vegetal y la inocuidad de los alimentos de manera holística requerirá cambios regulatorios y sistemáticos, la participación activa de una amplia gama de reguladores y profesionales, así como la financiación de esos esfuerzos.
“Cualesquiera que sean las medidas que adoptemos, las soluciones deberán adaptarse a cada región, país y sector, centrándose en apoyar a los productores y reguladores de los países en desarrollo”, dijo Jean Marie Paugam, Director General Adjunto de la Organización Mundial de Comercio (OMC), en el seminario de clausura. “La clave para construir resiliencia climática a largo plazo, es a través de estrategias de gestión de riesgos, actualizaciones regulatorias, sensibilización y otras formas, son las asociaciones”, añadió.
Los expertos destacaron que, para garantizar resultados sostenibles, las futuras intervenciones sanitarias y fitosanitarias deberían ajustarse a One Health —un enfoque integrado y multidisciplinario que dé prioridad a la salud de los seres humanos, los animales y el medio ambiente— e involucrar a los gobiernos de los países beneficiarios del proyecto desde el principio. Comvinieron en que el cambio climático refuerza la necesidad de fortalecer las funciones sanitarias y fitosanitarias críticas en los países en desarrollo, como la vigilancia, y la capacidad de realizar evaluaciones de riesgos.
En el seminario del 3 de mayo, los expertos en salud animal advirtieron que la aparición de enfermedades zoonóticas, impulsadas por el cambio climático y el comercio de ganado, es cada vez más frecuente y puede conducir a futuras pandemias y señalaron que para prevenir y hacer frente a futuros brotes, es fundamental fortalecer los servicios veterinarios y las capacidades sanitarias y fitosanitarias nacionales para llevar a cabo evaluaciones de riesgos.
Por otra parte se hizo especial mención de la herramienta de apoyo a la toma de decisiones de alerta temprana basada en la web desarrollada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que apoya la prevención y el control de la fiebre del Valle del Rift en África oriental mediante la vigilancia en tiempo real, la previsión de riesgos, la cartografía y la evaluación.
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Los xpertos advirtieron que el cambio climático está causando que las plagas de las plantas se propaguen a altitudes más altas, como el barrenador de la baya del café en Colombia. Los expertos en sanidad vegetal están sensibilizando a los agricultores para que utilicen bioplaguicidas para atacar esta plaga, en lugar de pesticidas químicos, lo que puede provocar resistencia a las plagas, pérdida de biodiversidad, degradación del suelo y problemas de seguridad alimentaria.
Los agricultores reciben mensajes SMS que les alertan sobre el momento óptimo para rociar bioplaguicidas para maximizar la eficiencia sin dañar el medio ambiente.
Para los expertos, el cambio climático está creando complejidades en la seguridad alimentaria y afectando a todas las etapas del sistema alimentario, desde la producción hasta el procesamiento, la distribución, el comercio minorista, el consumo y la recuperación de residuos. Un ejemplo es el deshielo acelerado del permafrost que libera metales pesados en los ecosistemas acuáticos, comprometiendo la vida acuática, los suministros de agua dulce y los cultivos como el arroz.
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Fotografía: Questiondigital