Por: Cristian Vitale. ContrahegemoníaWeb. 07/03/2020
Victoria de Raimondo, Belén Canestari, Barbara Aguirre, Ana Sofía Stamponi y Juliana Manoukian son solo algunas de las mujeres que le están poniendo otro tono a la letrística del género. Este fin de semana, dos festivales, Tango Hembra y La noche de las pibas, darán cuenta de la marea verde tanguera.
Son cinco mujeres sentadas alrededor de un mate. Las une el tango. Las une que escriben, tocan, cantan y componen dentro de los marcos estéticos del género. Y las une una lucha que impregna sus letras: el feminismo. Después, claro, a cada una la define un ser y un estar específico en la música. A Victoria de Raimondo, ex Altertango, que canta en el Cuarteto La Púa. Que está a punto de hacerlo en la Orquesta de Julián Peralta, y de grabar un disco con la pianista Paula Gandino. A Belén Canestari, que hace lo propio en la agrupación Mosquita en el Río de la Plata, además de participar en la murga Los movedizos de Villa Crespo. A Barbara Aguirre, mina clave del Circuito Cultural Barracas, que su voz y su pluma brillan al servicio del grupo Las Orillas, y del dúo con el guitarrista Juan Lorenzo, con el que acaba de publicar El buen mal. A Ana Sofía Stamponi, nieta Aída y Héctor, que sigue rodando su disco solista (Almagro Tango), además ultimar detalles de cara a un quinteto que llevará nombre y temas propios. Y a Juliana Manoukian, que no para de recorrer bares y fondas mostrando su reciente criatura: Las calles del sur.
A todas ellas, entremezcladas, se las podrá ver y escuchar también en alguna de las tres fechas relacionadas con ambas dimensiones: lo femenino y el tango. O viernes y sábado 6 y 7 de marzo en el festival “Tango Hembra”, a realizarse en Galpón B (Cochabamba 2536). O domingo 8 en La noche de las pibas, festival mensual con base en el Luzuriaga Club Social (Luzuriaga 348). “Está muy bueno lo que pasa ahí, muy under la cosa”, señala Manoukian, una de las anfitrionas de tal ciclo. Las tres fechas, además, contarán con un hecho clave: la presencia de Vanina Steiner presentando el libro que reunió a todas ellas bajo un título que resume la esencia de la juntada, y sus tópicos: Mirada de mujer: las letristas del siglo XXI (ver recuadro). “El libro de Vani es bien político, Es como un dispositivo muy bueno para desarmar cuestiones de género desde esa dimensión”, manifiesta Di Raimondo, profesora de letras ella, generando el disparador que las mete en tema.
–¿Cómo es componer tango femenino, en esta época en tensión, muy marcada por la lucha de género?
Belén Canestari: –Para mí es un deber dejar nuestra palabra en un momento en el que hay tantas expresiones que están denotando que las mujeres y las disidencias necesitamos decir cosas, más aún en un género como el tango en el que tiempo atrás, si una mujer quería intervenir, hasta tenía que hacerse pasar por hombre. Incluso hoy, al buscar repertorio para interpretar, muchas veces nos encontramos poco representadas por aquellas letras, y sentimos la necesidad de decir otras cosas, de cantar algo que nos represente.
–De todas formas, se puede argüir, en retrospectiva histórica, que casi todos los géneros musicales están asociados a la masculinidad, no solo el tango.
Victoria Di Raimondo: –Justo yo quería decir eso (risas). A veces hay como una exacerbación con el tango, y me parece que esa mirada masculina está en todas las músicas populares, incluso en el arte en general. En este sentido, me cuesta pensar en repertorios escritos por mujeres, o repertorios escritos por hombres. Me cuesta pensar así la literatura… desde el arte me cuesta pensar en una mirada de género. Entiendo que hay una perspectiva masculina, en general en el tango, pero me enganché con éste por la cuestión literaria, por las historias que cuenta. La poesía es enormemente valiosa, más allá de la perspectiva de género.
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Fotografía: ContrahegemoníaWeb.