Por: Mundo obrero. 16/01/2025
Meta elimina la verificación de hechos en Facebook e Instagram, mientras X intensifica su alineación con la ultraderecha estadounidense.
El digital se convierte en un campo de batalla del trumpismo, con Mark Zuckerberg eliminando la verificación de hechos en Meta en nombre de la «libertad de expresión». Esta decisión, similar a la de Elon Musk, busca deslegitimar los medios tradicionales y refuerza la desinformación, planteando desafíos serios para la democracia y la información online.
El escenario digital se ha convertido en el campo de batalla por excelencia del trumpismo. Tras los controvertidos movimientos de Elon Musk al frente de X, ahora es Mark Zuckerberg quien parece plegarse a los postulados ideológicos de la ultraderecha estadounidense. El magnate, líder de Meta, ha decidido eliminar la verificación de hechos en Facebook e Instagram, justificándolo como un esfuerzo por «restaurar la libertad de expresión» en sus plataformas.
En un anuncio realizado esta semana, Zuckerberg declaró que Meta regresaría a sus «raíces», priorizando la «reducción de errores» mediante la simplificación de regulaciones. Esto incluye reemplazar la verificación de hechos por un sistema de «notas de la comunidad» similar al modelo implementado por X, lo que iniciará en Estados Unidos como proyecto piloto. Aunque el discurso oficial busca proyectar neutralidad, el trasfondo político de esta decisión ha generado preocupación entre analistas y expertos en desinformación.
La medida de Meta encaja en una estrategia más amplia que busca deslegitimar a los medios tradicionales y posicionar las redes sociales como el principal vehículo de información. Para el trumpismo, la diseminación de bulos y desinformación ha sido una herramienta clave para consolidar su narrativa política, algo que resultó efectivo durante la primera presidencia de Donald Trump.
La eliminación de la verificación no es un movimiento aislado. Meta también ha sumado a sus filas a figuras cercanas al actual presidente de Estados Unidos, como Dana White, quien ahora ocupa un puesto clave dentro de la empresa. Este paso subraya la voluntad de las tecnológicas de alinearse con el poder político, poniendo en riesgo los esfuerzos globales para combatir la desinformación.
El giro de Meta guarda una preocupante similitud con las políticas de Elon Musk al frente de X. Musk, conocido por su amistad con Trump y sus posturas ultraconservadoras, ha convertido a su plataforma en un altavoz de su ideología. En los últimos días, incluso alentó al presidente a explorar políticas expansionistas, como la controvertida idea de «integrar Groenlandia a Estados Unidos». Estos mensajes refuerzan la instrumentalización de las redes para promover iniciativas alineadas con el trumpismo.
La retirada de la verificación de hechos supone un retroceso en la lucha contra la desinformación y consolida el dominio de las narrativas manipuladas en las principales plataformas digitales. Estas decisiones, disfrazadas de defensa de la libertad de expresión, refuerzan una visión de las redes sociales como herramientas de control ideológico, desdibujando los límites entre realidad y ficción.
En un contexto donde las redes sociales influyen cada vez más en la opinión pública, las acciones de figuras como Zuckerberg y Musk plantean serias dudas sobre el futuro de la información y la democracia en el entorno digital. El equilibrio entre libertad y responsabilidad sigue siendo una asignatura pendiente en este campo de batalla virtual.
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Fotografía: Mundo obrero