Por José Eduardo Celis Ochoa Cordero. Insurgencia Magisterial. 7 de abril de 2018
Mazatlán
La verdad de las cosas hablar de vacaciones de Semana Santa en estos tiempos de cambios que no necesariamente han sido para bien, no me atrevo a denominar así al periodo vacacional que la mayoría de los mexicanos tenemos a nivel nacional, así que las llamaremos vacaciones de primavera.
En esta ocasión la decisión que tomamos Mys y yo fue la de visitar alguna de las muchas partes de interés turístico y cultural que tenemos en nuestro país, así que luego de algunas deliberaciones nos decidimos por un tour ofrecido por una agencia de viajes del DF el cual abarcaba a la ciudad y pueblos de Chihuahua, así como a la ciudad de Mazatlán, Sinaloa.
Resulta ser que por cuestiones de fechas y disponibilidad de vuelos, la agencia nos propuso realizar el tour iniciando por la parte final del recorrido de como lo ofrecen originalmente, es decir, lo inician en Chihuahua y lo terminan en Mazatlán, como no teníamos ninguna objeción al respecto, entonces aceptamos el cambio, así que el día 25 de marzo nos fuimos al DF, para que al día siguiente, es decir, el lunes 26 de marzo nos trasladaríamos al aeropuerto con salida a Mazatlán.
El vuelo afortunadamente es relativamente corto, así que no fue un martirio el trayecto.
Al arribar al aeropuerto, ya estaban esperándonos los recepcionistas de la agencia y como es costumbre en este tipo de modalidad de viajes, te ofrecen recorridos adicionales a los ya considerados en el tour.
De esos adicionales nos inclinamos por uno que va por catamarán (un barco) a un lugar que se llama Isla Piedra que después nos enteramos de que en realidad no se trata de una isla. El otro recorrido que adquirimos fue un City Tour que abarcaba varios sitios de interés de la ciudad de Mazatlán.
El viaje comprende de hecho tres días en Mazatlán en uno de esos hoteles que les llaman de “todo incluido”, así que si deseas quedarte encerrado en el hotel con acceso a la playa esos tres días, lo puedes hacer, pero en realidad nosotros no somos mucho de playa.
La parte de la playa de Mazatlán en la que se encuentra ese hotel, por cierto recientemente inaugurado, es bonita. Abundan las olas, el viento, las gaviotas, los vendedores y obviamente actividades como son el paracaídas, las acua motos, las bananas, etc. y los clásicos vendedores de artesanías y de comida. Lo que sí es evidente y que además no habíamos visto nunca es que más que nada abundan las bandas de la música que se escucha por aquellos lares, en donde por cierto que a un señor ya fallecido de apellido Lizárraga, que me parece es el creador de ese estilo o al menos hizo famosa a su banda El Recodo, se le rinde pleitesía y hasta hay una calle con su nombre.
El viaje hacia la mal llamada Isla Piedra es muy interesante, se inicia en el barco o catamarán que se va por el mar y además de que pasas por algunas cuevas naturales como es la Cueva del Diablo; la parte fascinante es donde pasas por algunos islotes que hoy en día son de color blanco y ese color blanco se debe al excremento de las aves marinas que viven en esa zona. Otra parte muy bonita es cuando, en ciertas épocas del año como esta, tienes la oportunidad de ver muy de cerca lobos marinos, una muy bella experiencia.
Al arribar al pueblito de la Isla Piedra, hay algunas actividades ya incluidas en el tour, de las cuales nos inclinamos por un recorrido en carreta (para nada con lo que te imaginas es una carreta) y un recorrido a caballo, ambos son interesantes. Otra cosa que incluye el recorrido es comida y bebida.
Al día siguiente emprendimos el City Tour, el cual comprende algunos sitios de interés de la ciudad de Mazatlán, dentro de los cuales se destaca el malecón, en donde están unos clavadistas tipo los de la Quebrada de Acapulco, con la diferencia de que los de Mazatlán, por las condiciones de poca profundidad en donde se avientan el clavado, tienen un alto grado de dificultad que pone en peligro la vida del clavadista.
Otro sitio de interés es la Plaza Machado, la clásica visita a la iglesia principal y al mercado de la ciudad, pero la realidad de las cosas es que ese tipo de recorridos generalmente son una probadita de la ciudad o del sitio.
La que fue la cereza del pastel en Mazatlán fue que nos enteramos –no está en el tour- de la existencia de un pequeño museo dedicado a uno de los más grandes ídolos mexicanos de todos los tiempos, me refiero a Pedro Infante. Afortunadamente ese museo es particular, así que no estaba cerrado. En ese sitio, por cierto amablemente atendido por sus dueños, puedes ver desde el acta de nacimiento de Pedro, quien nació en Mazatlán y no en Guamuchil, como muchos creemos, hasta vestimentas originales de Pedro que portó en películas como Tizoc, ATM y Pepe el Toro. Aquí es necesario dar una aportación para el sostenimiento del museo, la verdad de las cosas es un lugar que te llena de magia.
Mazatlán- El Fuerte
El Jueves 29 de marzo, nos trasladamos a una terminal de autobuses que por ciento no es la terminal central de autobuses de Mazatlán, para dirigirnos a la Ciudad de Los Mochis (un recorrido de alrededor de 4 horas), ahí nos estaba esperando una persona para llevarnos en auto en un recorrido de aproximadamente una hora para llevarnos a El Fuerte, Sin.
Este tour abarca a un par de Pueblos Mágicos y como por ahí en las redes nos encontramos un debate acerca de qué es un Pueblo Mágico, aquí te pongo esta liga que te dice lo que comprende a esa denominación, así como la lista de los Pueblos Mágicos que existen hoy en día en nuestro país: http://www.sectur.gob.mx/gobmx/pueblos-magicos/ como puedes apreciar, en esa liga nuestro estado de Veracruz tiene varios pueblos mágicos.
La localidad de El Fuerte fue fundad en el año de 1564 y tiene varios atractivos, como son el palacio municipal, el parque central, museo, iglesias y también mucho que ver en sus alrededores, inclusive hay un trenecito que le llama “El Chepito” el cual te lleva por un recorrido por la ciudad, lo malo es que no hay narración del mismo.
Algo que me gustó mucho fue que en el hotel que nos hospedamos hay un lugar en donde muchos colibríes llegan a alimentarse, un espectáculo muy bello que te comparto a continuación:
El Fuerte-Cerocahui
El viernes 30 de marzo, temprano fueron por nosotros para llevarnos a la estación del tren “Chihuahua al Pacífico”, mejor conocido como “El Chepe”, para dirigirnos a la estación de Bauichivo y de ahí dirigirnos a la localidad de Cerocahui.
La verdad de las cosas el Chepe despierta más expectativas de las que te cumple. Se trata de un tren que seguramente cuando fue inaugurado en la época del presidente López Mateos, se trató de algo muy moderno. Este tren recorre de la ciudad de Chihuahua a la ciudad de Los Mochis –y viceversa- y en su recorrido total en servicio de primera express tiene un costo de $3276 el cual se me hace muy exagerado pues el servicio que te ofrece es muy deficiente, carros viejos, puertas inseguras, en una de ellas cuando salí a tomar fotos le dije a uno de los operadores del tren “oiga aquí se puede caer alguien” lo que hizo ese señor fue cerrar esa puerta e invitarme a pasar a otro vagón. Si te echas el trayecto de un jalón disponte a algo así como 14 horas de martirio, pues en realidad solamente el recorrido de El Fuerte a Cerocahui es el que te brinda bellos paisajes, puentes y túneles, luego de ese tramo lo demás no te representa lo mismo.
La localidad de Cerocahui (nuestro destino) es muy bonita, lo mejor de todo es que está completamente aislada del internet y hasta de la telefonía celular, así que el tiempo que pases ahí te evitará estar distraído en redes sociales. Aquí aprendes o más bien ratificas que el mundo no se acaba si no tienes acceso a la web un par de días, todo lo contrario.
Aquí tuvimos la oportunidad de disfrutar de un recorrido a la vista del cañón de Urique, algo espectacular porque arribas al Cerro del Gallego en donde puedes embelesarte con el paisaje. Si dispones de tiempo, puedes contratar un tour el pueblo de Urique en donde viven tarahumaras, lamentablemente no disponíamos de ese tiempo en el tour que llevábamos.
En lo que fue la plática con el guía aprendimos que en esa zona, existen “narcos buenos” que se caracterizan por ayudar mucho a la gente, ya sea local o fuereña, por ejemplo si vas en auto y se te poncha una llanta te ayudan a cambiarla o si te enfermas te consiguen un doctor, vimos una caravana “sospechosa” de picks up, pero mejor ni preguntar.
La iglesia de Cerocahui es muy pequeña, pero interesante, tuvimos la fortuna de que siendo “viernes santo” nos tocara ver cómo llaman a misa, no con campanas sino con matracas, y hasta de una pequeña feria a la usanza antigua en donde por ejemplo lanzas aros y si le atinas, te ganas una figura de barro o cosas por el estilo.
Cerocahuí-Barranca del Cobre
Es la mañana del sábado 31 de marzo, luego de desayunar un poco tarde y descansar un rato, ya que decidimos no contratar un tour tempranero en caballo, nos dispusimos a abordar nuevamente al Chepe, rumbo a la estación Posada Barranca. Algo que sí debemos reconocer en la obra de ingeniería del recorrido de este tren son los túneles por los que pasa, llega un momento en que pierdes la cuenta, inclusive en el primer recorrido se pasa por un túnel muy largo, llega un momento en que todo está a oscuras y si estás en las puertas de vagones de cara al aire libre, sientes hasta una especie de brisa, aquí te comparto un pequeño video de un túnel no muy largo:
El hotel al que nos llevaron tiene una característica muy especial, no tanto que no haya internet disponible o que te cobren el wi fi, sino que se trata de un hotel que está ubicado en una zona en que en la cúspide de la montaña, que fue donde estaba nuestra habitación, tienes una de las vistas más espectaculares que puedas imaginarte en la vida, puesto que estás de cara a la Barranca del Cobre, para llegar hasta la habitación nos subieron en una camioneta y el descenso hasta la base donde se encuentra la recepción del hotel, te lleva más de 10 minutos a pie. Es más, como el tour incluye un recorrido por las laderas de esa montaña, para el guía fue preferible ir por todos los que estábamos en ese zona y hacer el recorrido al revés de quienes se encuentran en las cabañas de la parte baja del hotel, nada más para que te des una idea.
Esta parte de la travesía es por demás fascinante, pues no solo admiras el paisaje, caminas por estrechos senderos, sino que tienes la oportunidad de llegar a una casa de tarahumaras, ver una pintura rupestre y hasta disfrutar del croar de las ranas en un manantial, también aquí te comparto un pequeño video:
Al día siguiente, domingo 1 de abril, estrenando el inútil horario de verano, con el grupo nos fuimos al parque de aventuras Barranca del Cobre, un lugar de mucho interés en donde hay diversas actividades en donde además del recorrido con vistas tanto o más espectaculares que las del hotel, puedes hacer el traslado en teleférico. También te encuentras con otros atractivos como son la tirolesa, rafting, cuatrimotos, bicicletas, el mirador del piso de cristal que es muy impresionante y ahí se encuentra la famosa “Piedra Volada”, a la cual por cierto los guías tienen prohibido llevarte, solo la puedes ver a unas decenas de metros de distancia. Si te quieres aventurar a llegar a ella, es bajo tu propia y absoluta responsabilidad, ¿la razón? Van varias personas que mueren al caer hacia una abismo (en esa parte) de más de 90 metros de profundidad. La buena onda del parque es que hay boletos de Inapam. Ah! Por cierto que en la gran mayoría de estos lugares que recorrimos no hay ningún problema para pagar con tarjeta de crédito o de débito, lo cual es un aliviane.
Como dijo el guía en uno de los espacios “disfruten de sus 20 minutos” y eso es cierto, como vas con el tiempo hasta cierto punto limitado, te tienes que convertir en una especie de esponja humana que absorba emociones y belleza. ¿Por qué lo dijo? Porque a las 13:46 hrs. el Chepe nos llevaría al pueblo Mágico de Creel.
Le pregunté a uno de los operadores del tren ¿oiga hay algo de interés en el paisaje? Solo unas casas que están pintadas de rojo.
Barranca del Cobre-Creel
Alrededor de las 16:00 horas del domingo 1 de abril llegamos al pueblo mágico de Creel, Chih. el hotel no estuvo exento de la mala señal del wifi, pero como te digo, el mundo no se cayó por ese detalle.
Hicimos una visita al pequeño museo de la localidad en donde aprecias varias cosas, entre ellas desde quién fundó a la ciudad hasta muchos motivos tarahumaras.
Al día siguiente, lunes 2 de abril, nos dispusimos a efectuar un tour extendido (obvio con un precio adicional) que comprende una visita al lago de Arareco, una visita a una pequeña iglesia que se llama Misión de San Ignacio y pasar a un par de valles que se caracterizan por la formación especial que tienen muchas de sus grandes rocas, me refiero al Valle de las Ranas y al Valle de los Hongos.
La extensión del tour te lleva a la cascada de Cusarare, la cual si bien es cierto que se encuentra en un lugar mágico, más cierto es que nada que ver con nuestras cascadas como Texolo, Naolinco y por supuesto Salto de Eyipantla, pero definitivamente vale la pena conocerla.
Quise dejar al final de esta parte, algo que definitivamente me estremeció y me impactó sobremanera, en el trayecto llegas a una vivienda de tarahumaras, esa vivienda es una cueva, ahí de manera hacinada y en condiciones obviamente poco dignas vive una familia de tarahumaras, sobreviven –como muchos tarahumaras- a base de la venta de artesanías y de algunas cosas comestibles, puedes entrar a la cueva y platicar con ellas. En la plática con el guía nos dijo que los rarámuris –por cierto significa pies ligeros- tienen un promedio de vida que no rebasa los 50 años de edad y que esto se debe a las condiciones en que viven, por ejemplo la cueva en el exterior está ahumada (completamente negra) por el humo que escapa de las fogatas que utilizan para guisar y para calentar el lugar, también algo que les afecta es su magra alimentación. En muy triste y preocupante ver que muchos de nuestros compatriotas viven en esas condiciones y da mucha rabia saber que nuestros gobernantes corruptos, en lo absoluto se preocupan por mejorar las condiciones de vida de nuestra población indígena, por cierto ¿has escuchado al algunos de nuestros nocivos candidatos presidenciales asumir alguna postura respecto a los pueblos indígenas? Yo tampoco.
Con emociones encontradas, nos dispusimos a regresar al hotel pues el último trayecto del Chepe a la ciudad de Chihuahua sale alrededor de las 15:44 horas. Esa parte del recorrido del tren es la peor de todas, pues dura poco más de 5 horas y la verdad de las cosas en realidad no tiene ya nada de interesante o a la mejor ya estás fastidiado del tren. Por cierto que en Chihuahua nos enteramos que en fecha próxima van a cambiar los vagones del Chepe por unos más modernos y que parece ser que el destino final –o inicial según lo recorras- ya no será Chihuahua, sino Creel y que de esta ciudad te irás a Chihuahua por carretera haciendo una escala en Ciudad Cuauhtémoc, lo interesante del asunto es que ahí radican los menonitas y eso le da un ingrediente muy bueno al viaje, ya que podrás degustar directamente el famoso queso menonita y la nombrada pizza menonita, de la cual me habló mucho el guía. Volviendo a lo de los narcos nos comentaron que los narcos “malos” comienzan a partir de Creel, pero insisto, mejor ni averiguarlo.
Creel-Chihuahua
El lunes 2 de abril, poco después de las 10 pm llegamos a la ciudad de Chihuahua, así que como ya era tarde y cansados por el fastidio del Chepe, nos dispusimos a dormir, para de alguna manera disfrutar al máximo la que sería la última parte del tour, que consistía en un recorrido por la parte vieja de la ciudad de Chihuahua el cual se iniciaría a las 10 am del martes 3 de abril.
El recorrido es muy interesante y tan solo es una probadita de lo que es la ciudad de Chihuahua, por cierto que me desayuné unos huevos con machaca muy ricos, los mejores que he degustado en mi vida, ya que la machaca no es de mis platillos favoritos.
El guía que nos tocó es una de esas personas ya mayores de edad que por sus características tienen una gran sapiencia y una muy buena forma de comunicarse con uno, de tal suerte en que te van describiendo detallada y amenamente lo que vas observando.
Como el hotel que nos tocó estaba en pleno centro, la demás gente nos alcanzó y de ahí nos fuimos a recorrer el centro de Chihuahua, así como su catedral, la cual tiene varios estilos arquitectónicos en su estructura.
Después, nos llevó al palacio de gobierno en donde nos describió los interesantes y bellos murales que ahí existen, así como estuvimos en el sitio en donde fue fusilado don Miguel Hidalgo y Costilla y pudimos ver el memorial construido en su honor.
De ahí nos llevó a la Quinta Gameros, hoy en día Centro Cultural Universitario, un lugar con una construcción muy bella y con una leyenda muy interesante: un señor muy rico y poderoso se enamoró perdidamente de una jovencita, se casó con ella, pero ella falleció. Él le construye esa casa en donde abunda el buen gusto arquitectónico, pero cuando ella muere, él de alguna manera enloquece y decide irse a viajar solo por el mundo, hasta que el dinero se le acabara o hasta que muriera, pero como era muy rico, el dinero no se le acabó.
El tour finaliza en la Casa de Pancho Villa (hoy Museo de la Revolución) que es otro lugar de interés histórico para los mexicanos, el museo está administrado por el ejército mexicano, por lo que te atienden militares, te prohíben sacar fotos en la parte interior del museo, pero las que ves las pude sacar de manera subrepticia.
Una ves terminado este recorrido retornamos por las maletas al hotel, ya que el avión saldría alrededor de las 17:00 horas con destino al distrito federal, con lo que terminó este bello viaje.
En conclusión a lo largo de 9 días vivimos al máximo toda una serie de experiencias que nos permitieron tanto de disfrutar del bello paisaje de nuestro país, como de degustar algunos platillos que no consumimos por acá. Pero creo que lo mas importante fue la convivencia con mexicanos que por unos días no escuchamos ni conversamos nada acerca de partidos políticos o de religión, ni siquiera de economía que de alguna manera empañaran la experiencia y eso, eso es algo muy valioso.
Fuente: Insurgencia Magisterial
Fotografías: del autor.