Top Posts
UN MISTERIO Y UNA EPIFANÍA DE DUSSEL.
Apertura de la Cátedra Universitaria en Cooperación Genuina
Perú defiende esterilizaciones forzadas de Fujimori, casi 30...
Organizaciones exigen la liberación inmediata del activista Renato...
Equipo y hasta títeres les roban al grupo...
Morales cree que, si un partido lo habilita,...
Brasil: El partido revolucionario imaginario
¿Las cooperativas construyen un mundo mejor?
Milei lanza una campaña contra la discusión en...
“Seguimos marginadas, empobrecidas y asesinadas, porque ni siquiera...
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Portal Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Espacio principalEspacio secundario

Una sociedad sustentada en la desigualdad y en el machismo.

por La Redacción noviembre 24, 2020
noviembre 24, 2020
1,2K

Por: Ana Sanchez de la Coba. Tribuna Feminista. 24/11/2020

Estamos viviendo en una sociedad sustentada en la desigualdad y en el machismo, desde sus orígenes. Desde el piropo como halago y el maltrato como un tema de pareja, hasta el homicidio por celos o alcohol, todo forma parte de lo que el machismo genera y provoca. Da igual el número de mujeres asesinadas, al final, para el machismo cada uno de esos casos solo es un accidente o una excusa.

El problema de la violencia de género no son esos 700.000 hombres que maltratan ni los que matan, el problema de la violencia de género es el machismo que los alimenta a todos ellos y al resto de la sociedad. Un machismo que lleva a que el 3% de la población de la UE manifieste que la violencia de género está justificada en algunas ocasiones, y que un 1% afirme que lo está en todas las ocasiones (Eurobarómetro, 2018).

Según el último informe de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, nos muestra unos datos sobre el alcance de esta violencia extremadamente preocupantes:

  • 1 de cada 2 mujeres (57,3%) residentes en España de 16 o más años han sufrido violencia a lo largo de sus vidas.
  • 1 de cada 5 (19,8%) la han sufrido en los últimos 12 meses.
  • El 13,7%, casi 3 millones, han sufrido violencia sexual a lo largo de la vida de cualquier persona (pareja actual, parejas pasadas o personas con las que no se ha mantenido una relación de pareja), y el 1,8% (359.095 mujeres) en los últimos 12 meses.
  • El 21,5% (4.387.480 mujeres) han sufrido violencia física a lo largo de la vida por parte de cualquier persona (pareja actual, parejas pasadas o personas con las que no se ha mantenido una relación n de pareja), y el 1,7% (351.770 mujeres) en los últimos 12 meses.
  • El 6,5% (1.322.052 mujeres) han sufrido violencia sexual en algún momento de sus vidas en los últimos 12 meses. El 99,6% de las mujeres que han sufrido violencia sexual experimentaron esta por parte de un agresor hombre.

La violencia contra las mujeres constituye una de las violaciones de Derechos Humanos más graves y habituales en el mundo. La violencia sexual, la trata de mujeres, la violencia en el ámbito de pareja o expareja, el matrimonio forzado o la mutilación genital femenina son distintas manifestaciones de los diferentes tipos de violencia que se ejercen contra las mujeres por el simple hecho de serlo.

Pese a que nuestra Constitución proclama el derecho a la vida y a la igualdad y nuestra legislación prevé mecanismos de protección contra las conductas de violencia machista sancionando las mismas, dichas conductas siguen reiterándose de forma continua, sin que las estadísticas de los datos sobre violencia de género reflejen mejoría alguna ni avances en su erradicación. En lo que va de año, en nuestro país, 41 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, según cifras oficiales.

La persistencia de estas violencias y en muchos casos su invisibilidad requiere de una actuación prioritaria y urgente para prevenir estos abusos y ofrecer una respuesta adecuada a las víctimas.

En 2004 se aprobó la Ley de Medidas Integrales contra la Violencia de Género, y 16 años después, con el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, se están acordando modificaciones para que mejore la intervención de las instituciones públicas, garantes de la seguridad, protección y atención a las mujeres maltratadas. Un claro ámbito de mejora es la no exigencia de la denuncia para poder atender a estas mujeres. Es por ello que el Pacto de Estado contra la Violencia de Género forjó un compromiso institucional y recuperó las competencias municipales en materia de violencia de género, situando a los Ayuntamientos como actores clave en la prevención y respuesta frente a la violencia contra las mujeres.

A pesar de que se ha avanzado considerablemente desde la aprobación de la ley y de que hemos aprendido en el camino, no solo con respecto a la exigencia de la denuncia, también con relación a la prevención para evitar la revictimización de las mujeres maltratadas, con relación a la coordinación interinstitucional, también respecto a la protección y atención a menores y a la reconsideración del papel que debe desempeñar el padre maltratador o a la introducción de medidas cautelares que pongan el foco en el maltratador y no tanto en la víctima, a pesar de todos estos avances, asistimos actualmente a un intento de resignificación de la violencia de género o machista que no es baladí, tampoco ingenua ni, mucho menos, simbólica. Desgraciadamente, la pandemia del COVID-19, está paralizando y ralentizando todas las medidas, los recursos y los plazos.

Uno de los principales logros alcanzados en nuestra sociedad con respecto a la violencia ejercida sobre las mujeres por el hecho de ser mujeres ha sido desplazar el maltrato psicológico, social, económico, físico y sexual sufrido por las mujeres del ámbito privado y familiar al ámbito público, y que este sea visto e interpretado como un problema social. Ahora bien, eso no quiere decir que se haya conseguido asimilar de forma generalizada y mayoritaria dicha percepción y atribución pública. El CIS nos lo recuerda todos los meses en su encuesta sobre las principales preocupaciones de la ciudadanía. La violencia contra las mujeres ha tenido dos picos en los últimos 20 años: el primero fue durante la tramitación y aprobación de la ley de violencia de género, en marzo de 2004 la preocupación llegó a alcanzar un 11,7%; el segundo lo estamos viviendo desde comienzos de 2019, desde enero la preocupación ha alcanzado valores cercanos al 7%. Este repunte vendría de la mano de las movilizaciones del 8-M, pero, sobre todo, como consecuencia del caso de La Manada y del movimiento MeToo.

Sin duda, el hecho de ser mujer, influye notablemente entre los elementos que pueden incidir en la situación de pobreza o de exclusión y se extrema sumándole a esto, en muchas ocasiones, factores de discriminación múltiple (como el origen, la etnia, la discapacidad, la edad, etc.).

En las últimas décadas, la violencia de género en internet se ha convertido en un fenómeno habitual que compromete la igualdad de género, los derechos humanos y el empoderamiento de las mujeres. El ciberacoso a mujeres y adolescentes, las agresiones verbales y amenazas de carácter sexual, el control masculino a través de las redes sociales o la difusión de imágenes íntimas sin el consentimiento de la interesada, son fenómenos que afectan a millones de usuarias de internet. Asimismo, la red ha facilitado la difusión de narrativas misóginas, violencia simbólica contra las mujeres, y contenidos que incitan a la violencia física y sexual contra las mismas. También es una plataforma ampliamente utilizada por los proxenetas y redes de trata con fines de explotación sexual.

La pobreza y la precariedad laboral que sufrimos las mujeres, es otra de las manifestaciones de este machismo cultural y social.

Seguimos discriminadas con peores contratos y salarios más bajos que los hombres.

Seguimos discriminadas con pensiones de miseria que sumen en la pobreza a miles de mujeres.

Seguimos sufriendo acoso sexual o por razón de sexo en el trabajo, ocasionando, en muchos casos, riesgos psicológicos y físicos en trabajadoras que los padecen.

¡Por todo ello es hora de decir BASTA!

Es hora de acabar con esta violencia estructural y social exigiendo medidas efectivas que eliminen una de las mayores lacras de nuestra sociedad actual, que ha sido y es, la VIOLENCIA MACHISTA.

Ana Sanchez de la Coba. Secretaria de Políticas de Igualdad de UGT Madrid, Psicóloga, experta en Igualdad

LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ

Fotografía: Tribuna Feminista.

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
La Redacción

noticia anterior
Conversatorio virtual: Desplazadas de Aldama.
noticia siguiente
La verdad es un acto de justicia y el Estado debe reconocerla.

También le podría interesar

¿Qué vemos, cuando la mentira es la verdad?

junio 30, 2025

LA UTOPÍA DE LAS LETRAS

junio 30, 2025

«Hay niños con redes sociales a edades tempranas...

junio 28, 2025

Visitantes en este momento:

1.177 Usuarios En linea
Usuarios: 359 Invitados,818 Bots

Síguenos en nuestras Redes Sociales

  • Bluesky
  • Mastodon
  • Telegram
  • WhatsApp

Blog: Perspectivas comunistas

Gracias por informarte con nosotros…

Desde el Plantón magisterial en el Zócalo de la CDMX

Rompe el cerco informativo…

Blog de la Columna CORTOCIRCUITOS

Nuestros grupos de difusión

Artículos publicados por mes

Síguenos en Facebook

Síguenos en Facebook

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

julio 2025
L M X J V S D
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031  
« Jun    

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    Escuelas Normales mexiquenses en jaque

    junio 30, 2025
  • ¿Cuáles son los elementos de una historieta?

    febrero 15, 2017
  • 3

    ”¡Dios mío!, ¿Por qué nos odian tanto?”

    junio 29, 2025
  • 4

    TEMPORADA DE ENGAÑOS

    junio 24, 2025
  • 5

    30 años de Aguas Blancas: mi palabra sentipensante y la mirada de estrella

    junio 28, 2025
  • 6

    Pronunciamiento estudiantil frente a la elección de rector en la UAM

    junio 26, 2025
  • 7

    Acercamiento a FAUSTO de Johann Wolfgang von Goethe

    junio 30, 2025
  • 8

    ¡Parar la guerra! ¿Anti-imperialismo o lucha de clases?

    junio 26, 2025
  • 9

    El Congreso legaliza el espionaje sin supervisión: colectivos denuncian retroceso autoritario

    junio 29, 2025
  • 10

    Hegemonía y desinformación: La llegada de RT a Chile

    junio 29, 2025
  • 11

    Los desafíos de los movimientos populares ante las nuevas derechas

    junio 29, 2025
  • 12

    “La austeridad sirve para disciplinar a la clase trabajadora”

    junio 24, 2025
  • 13

    Diputados aprueban Ley de Inteligencia para que gobierno acceda a registros telefónicos y bancarios

    junio 28, 2025
  • 14

    Denuncian enterramiento masivo de residuos tóxicos en el Lago de Texcoco

    junio 29, 2025

Rolando Revagliatti. Argentina

Raúl Allain. Perú

Juan Antonio Guerrero O. México

Vanesa Monserrat. Argentina

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

@2020 - Insurgencia Magisterial

Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

Carrefour, el fracaso de un modelo.

febrero 21, 2018

Ana de Miguel: “La sociedad le dice...

agosto 11, 2022

El espeluznante proyecto europeo que destruye el...

mayo 18, 2016