Top Posts
En Veracruz: Docentes y carreteras, el juego extremo.
Cirrus Minor: “Alan Parsons en México”
PSICOTERAPIA DE ROCK INTENSIVA: “LOS RODRÍGUEZ: SIN DOCUMENTOS...
REDONDO “Keyke Mahboobe Man”
Tras descuento, maestra de la CNTE recibe $0.99...
Siempre parece imposible hasta que se hace
Triunfa pueblo de Nealtican, su asamblea regirá asuntos...
“Nos queda la insurgencia”: plantón ciudadano ante intento...
Construyendo teoría revolucionaria para activar la práctica revolucionaria
Trump y Cuba: ¿regreso a la guerra fría?
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Portal Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Espacio principalEspacio secundario

Sobre felicidad, política y desarrollo

por La Redacción diciembre 30, 2016
diciembre 30, 2016
929
De este ARTÍCULO eres el lector: 439

Por: Mateo Aguado. Iberoamérica Social. 30/12/2016

Alcanzar la felicidad es probablemente la mayor aspiración que ha tenido el ser humano en toda su existencia. Es algo obvio y difícil de cuestionar: todos deseamos, por encima de cualquier otra cosa, tener una vida feliz. Hasta tal punto esto es así que la mejor definición que –probablemente– se haya dado nunca de inteligencia (ese ambiguo concepto que tanto levita) es aquella que dice que ésta, la inteligencia, no es otra cosa que nuestra capacidad de ser felices.

Sería lógico pensar, entonces, que el objetivo último de la economía y de la política de cualquier país decente debería ser el trabajar en pro de la felicidad de sus habitantes (1). Tal y como sostiene Richard Layard en su libro La felicidad: lecciones de una nueva ciencia, el progreso de la felicidad nacional debería considerarse un objetivo político, siendo estudiado y evaluado tan concienzudamente como el crecimiento del PIB.

Bután: un ejemplo de coherencia, simplicidad y buen gobierno

Haciéndose eco de esta razonable demanda, el gobierno de Bután (un pequeño país asiático localizado en las faldas del Himalaya), en un claro gesto por desmarcarse de las políticas dominantes (que, como es sabido, contemplan –erróneamente– el crecimiento de la economía como la panacea del buen gobierno), lleva tiempo tratando de evaluar la felicidad de su pueblo, anteponiendo para ello el bienestar ciudadano a la vitalidad de unos indicadores macroeconómicos que la mayoría de las veces poco o nada nos dicen sobre el sentir real de las personas.

Bután tiene una superficie aproximada de 47 mil Km2 y una población que apenas llega a los 720 mil habitantes. Presenta un PIB per cápita cercano a los 5.200 dólares anuales y un Índice de Desarrollo Humano (IDH) (2) de tan solo 0,538; ocupando así, respectivamente, los puestos 154 y 140 del ranking mundial. Con ello, y a la vista de estos datos, cualquier economista clásico seguramente no dudaría en tildar a Bután como un país pobre y subdesarrollado. Sin embargo, y como veremos a continuación, nada más lejos de la realidad.

Basándose en la creencia elemental que sostuviera Jeremy Bentham de que la mejor sociedad es aquella en la que sus ciudadanos son más felices, el Rey Cuarto de Bután –Jigme Singye Wangchuck– acuñó en la década de los setenta el término de la Felicidad Nacional Bruta (FNB) bajo la convicción de que la mejor política pública es aquella que produce la mayor felicidad entre sus habitantes (y no así necesariamente la que produjese mayores niveles de ingresos y consumo).

El concepto de la FNB fue fundado en base a las tradiciones budistas butanesas y, hoy en día, es desarrollado por el Centro de Estudios de Bután (CBS). Según éste, el concepto de la FNB está constituido por cuatro pilares básicos: la buena gobernanza, el desarrollo socioeconómico sostenible, la preservación cultural y la conservación del medio ambiente. Estos cuatro cimientos fundamentales –construidos a partir de más de 100 sub-indicadores y 33 indicadores– son presentados y monitoreados por el CBS a través de nueve grandes dominios que, sumados, componen el índice de la FNB: i) el bienestar psicológico, ii) la salud, iii) la educación, iv) el uso del tiempo, v) la diversidad y resiliencia cultural, vi) el buen gobierno, vii) la vitalidad de la comunidad, viii) la diversidad y resiliencia ecológica, y ix) las condiciones de vida (ver Figura 1).

De esta forma, estos nueve dominios de la FNB (que combinan tanto aspectos objetivos –como los ingresos familiares o los niveles de alfabetización– como aspectos subjetivos –como la satisfacción con la vida–) vendrían a significar, más que menos, las condiciones mínimas que han de cumplirse en Bután para que sus habitantes puedan alcanzar una vida feliz.

Con todo ello, y pese a lo que puedan mostrar los indicadores clásicos de progreso y desarrollo (como el PIB y el IDH), salta a la vista que Bután no es un país pobre o subdesarrollado, sino más bien todo lo contrario. Es un país que realmente se ha preocupado por su pueblo y que, al fin y al cabo, se ha atrevido a apostar por otro modelo civilizatorio alejado del capitalismo. Un modelo que pone el centro de atención en aquello que realmente es el fin último de nuestra existencia: la felicidad.

Explorando alternativas

Para cualquier gobierno que se considere a sí mismo íntegro y honesto, preocuparse por su pueblo debería ser sinónimo de comprometerse por la felicidad de su gente. Ante los tremendos recortes en derechos que actualmente están sufriendo muchos de los países que se hacen llamar –a ellos mismos– desarrollados (anteponiendo con este gesto, por norma general, el bienestar de la banca y de los sectores privados al bienestar de su propio pueblo), cabe preguntarse quién es aquí el subdesarrollado.

Repensar el concepto de desarrollo es una tarea que lleva tiempo preocupando a académicos de todo el mundo y que ha configurado toda una corriente de pensamiento crítico contra-hegemónico. La idea sería la siguiente: si es éste el desarrollo que nos dicen hay que seguir (un desarrollo capitalista basado en la desigualdad, la privatización de lo público, los recortes en el bienestar de la mayoría y la destrucción de los ecosistemas), entonces… ¡hay que diseñar y promover otro tipo de desarrollo! ¿Cuál? Pues un desarrollo poscapitalista, centrado en la felicidad de todos los seres humanos y en el respeto hacia la naturaleza (nuestro hogar al fin y al cabo). Es decir, un desarrollo más similar al que propone Bután que al que apunta el mundo occidental.

No cabe duda de que esta propuesta –la que plantea Bután en pro de evaluar la felicidad de las personas– es un referente a seguir en aras de dibujar otro tipo de sociedades y otro tipo de prioridades políticas (3). Así, en los últimos años, el concepto y la medición de la FNB ha despertado el interés de un gran número de países e investigadores que ven en él un sendero a seguir hacia nuevos horizontes de esperanza para la especie humana y un posible sustituto, a largo plazo, del PIB y del IDH como indicadores de progreso y bienestar.

No cabe duda de que la iniciativa es muy interesante. Veremos si en los próximos años Bután se alza definitivamente como referente felicitario y bienestarista a nivel mundial o si, por el contrario, los empujes de la globalización neoliberal alcanzan sus fronteras y acaban por diluir su interesante cultura y cosmovisión de la vida en la peligrosa amalgama homogeneizadora del capitalismo.

Sin título

Figura 1. Los nueve dominios de la Felicidad Nacional Bruta de Bután. Cada dominio está constituido por entre dos y cuatro ámbitos que hacen un total de 33 indicadores. Elaboración propia a partir de The Centre for Bhutan Studies (2011).

 (1) Reflexionar sobre si esto se cumple o no actualmente en la mayoría de países alineados con el capitalismo (cuyas políticas, más que no preocuparse por la felicidad de sus habitantes, parecen directamente encaminadas a degradar la vida misma) suscita un interesante debate que tratará de ser abordado en futuras entradas de este blog.

(2) El IDH es un indicador elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que trata de evaluar el “desarrollo humano” de los países por medio de tres componentes: la salud (medida a través de la esperanza de vida al nacer), la educación (medida mediante la tasa de alfabetización y los años de escolarización) y el desarrollo económico (medido a través del PIB per cápita). Los valores del índice oscilan entre cero (valor mínimo) y uno (valor máximo). Para que el lector se haga una idea, el país con el IDH más elevado es Noruega (0,955) y el país con el IDH más bajo es la República Democrática del Congo (0,304).

(3) Junto al ejemplo de la FNB de Bután, existen interesantes iniciativas que serán fruto de futuras entradas de este blog. Tal sería el caso de Ecuador y Bolivia, dos países cuyas constituciones –desde hace pocos años– incorporan como elemento central de progreso el concepto del Buen vivir o Vivir bien: una forma de vivir en plenitud, armonía y equilibrio, tanto con la naturaleza como con el resto de seres humanos.

Fuente: http://iberoamericasocial.com/sobre-felicidad-politica-y-desarrollo/

Fotografía: culturacolectiva

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
La Redacción

noticia anterior
La Educación como una cuestión de clase. Entrevista a Peter McLaren.
noticia siguiente
VIDEO: COPEHU PROYECTA EN BRASIL LA PRIMER ESCUELA SILOISTA PARA NIÑOS.

También le podría interesar

Denuncian actitud servil de Economía ante la industria...

julio 2, 2025

Del níquel al litio: Nornickel, derechos indígenas y...

junio 16, 2025

Escalada genocida en Medio Oriente

junio 15, 2025

Visitantes en este momento:

1.527 Usuarios En linea
Usuarios: RedaccionA,La Redacción,904 Invitados,621 Bots

Síguenos en nuestras Redes Sociales

  • Bluesky
  • Mastodon
  • Telegram
  • WhatsApp

Blog: Perspectivas comunistas

Gracias por informarte con nosotros…

Desde el Plantón magisterial en el Zócalo de la CDMX

Rompe el cerco informativo…

Blog de la Columna CORTOCIRCUITOS

Nuestros grupos de difusión

Artículos publicados por mes

Síguenos en Facebook

Síguenos en Facebook

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

julio 2025
L M X J V S D
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031  
« Jun    

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    Tras descuento, maestra de la CNTE recibe $0.99 pesos de salario

    julio 4, 2025
  • 2

    ¡TODOS SOMOS ESTEBAN! Efectos de las reformas neoliberales en el trabajo docente

    julio 3, 2025
  • 3

    Minera Equinox Gold demandó a Carrizalillo y a 125 ejidatarios por “despojo”

    julio 3, 2025
  • 4

    Periódico: El Zenzontle (258)

    julio 3, 2025
  • 5

    Represión en la Universidad Ibn Zohr: amenazan con expulsar a estudiantes saharauis por manifestarse por la independencia

    julio 3, 2025
  • ¿Cuáles son los elementos de una historieta?

    febrero 15, 2017
  • 7

    TEMPORADA DE ENGAÑOS

    junio 24, 2025
  • 8

    10 soluciones para habitar Internet de otra manera

    julio 3, 2025
  • 9

    Comunidades mayas rechazan planta de Heineken en Yucatán

    julio 3, 2025
  • 10

    UN MISTERIO Y UNA EPIFANÍA DE DUSSEL.

    julio 1, 2025
  • 11

    Trump y Cuba: ¿regreso a la guerra fría?

    julio 4, 2025
  • 12

    Acercamiento a FAUSTO de Johann Wolfgang von Goethe

    junio 30, 2025
  • 13

    Ciencia sin tortura

    julio 4, 2025
  • 14

    Elecciones primarias: Votar por el contrincante

    julio 4, 2025

Rolando Revagliatti. Argentina

Raúl Allain. Perú

Juan Antonio Guerrero O. México

Vanesa Monserrat. Argentina

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

@2020 - Insurgencia Magisterial

Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

“El bitcóin es un seguro contra una...

febrero 14, 2022

Turbocapitalismo

mayo 28, 2025

LAS CARAS DEL PODER

octubre 17, 2019