Por: Bloco de Esquerda-Portugal. 13/06/2025
En la resolución de la Mesa Nacional, la dirección del Bloco de Esquerda [Bloque de Izquierda, en adelante Bloco] hace balance de los resultados de las elecciones legislativas del 18 de mayo, partiendo de la coyuntura y de la campaña del partido para encontrar respuestas para el futuro. Reproducimos a continuación la resolución de la Mesa Nacional del Bloco del 24/05/2025.
El Bloco de Esquerda ha obtenido el peor resultado de su historia en las elecciones a la Asamblea de la República. El Bloco afronta estos resultados con preocupación y pretende realizar un balance que permita corregir los errores cometidos, escuchar a toda la militancia y también a personas independientes, madurar una orientación que garantice la influencia de nuestro proyecto político, de nuestra intervención social y de nuestra alternativa. Este proceso no se hace con prisas ni buscando un único factor explicativo. Exige tiempo, humildad, apertura y disponibilidad para encontrar caminos que solo descubriremos colectivamente.
La suma de los votos de los partidos a la izquierda del PS es la más baja de la historia, y lo mismo ocurre cuando se incluye al PS. Estas derrotas –del conjunto de la izquierda y del Bloco– sitúan al país ante graves riesgos. Para comprenderlas, es necesario estudiar los factores que determinaron el desastre electoral, así como lo que es específico de cada fuerza política. Esta resolución analiza algunas condiciones políticas nacionales e internacionales y el impacto [que han tenido en este caso], en particular la maniobra del primer ministro, el efecto de la transformación de la inmigración en el centro del debate político y el miedo a la guerra. También avanza una reflexión sobre nuestra campaña.
El contexto de las elecciones
La crisis política creada por el primer ministro [Montenegro] tras el incumplimiento de sus obligaciones de exclusividad fue una maniobra con precedentes en el gobierno reciente que contribuyó al deterioro del ambiente político. Resultó un éxito para Montenegro, ya que le permitió recuperar su capacidad de iniciativa. Su primera indicación, en el sentido de admitir una revisión constitucional con la IL (Iniciativa Liberal) y Chega, aunque disfrazada en una declaración de disponibilidad abierta, es una amenaza descarada y gravísima contra algunos de los pilares de los logros democráticos de abril [Ref. a la Revolución de los Claveles].
La ocupación del centro del debate político por el tema de la inmigración fue un factor importante para el revés de la izquierda. Portugal ha sufrido una profunda transformación en su composición social y en el perfil de la clase trabajadora. En pocos años, el número de trabajadoras y trabajadores extranjeros se ha multiplicado por diez y se acerca a un tercio de la población activa. Un segmento relevante de esta nueva clase trabajadora no procede de países de habla portuguesa. En este contexto, el colapso de los servicios de acogida y regularización y la falta de inversión en respuestas integrales en materia de vivienda, servicios públicos y acceso a la lengua han potenciado el discurso de la extrema derecha. Esta narrativa fue adoptada por el Gobierno para justificar la nueva legislación y también vino legitimada, de forma secundaria, por los retrocesos del PS en su posición sobre este tema. Esta narrativa fue popularizada por el sensacionalismo de algunos medios de comunicación y, sobre todo, por la manipulación de las masas a través de las redes sociales. De hecho, la extrema derecha ha logrado convertir la inmigración en la explicación de todas las dificultades del día a día de la población: desde la vivienda hasta los hospitales.
El Bloco y otros partidos se vieron penalizados en las urnas como consecuencia de esta realidad. La lección es que sigue siendo fundamental la acción militante antirracista y antifascista, la creación de espacios comunes y unitarios, la intervención en los territorios populares disputados por el autoritarismo y el discurso del odio. Es crucial encontrar formas de abrir los sindicatos a las y los trabajadores extranjeros, crear mecanismos de inclusión e impedir que se exploten las diferencias para fomentar el resentimiento social. La lucha contra la división de la clase trabajadora es tan esencial hoy como lo será el el próximo futuro.
La reelección de Trump tiene varias consecuencias para la política internacional, que impulsan a la extrema derecha: en primer lugar, promueve el genocidio en Gaza y hace que Netanyahu sea inexpugnable ante las presiones internacionales, hostigando a los gobiernos que han denunciado el genocidio palestino, como el sudafricano; en segundo lugar, busca una alianza con Putin; en tercer lugar, promueve una internacional reaccionaria que implica directamente a la administración estadounidense en las elecciones de Alemania y otros países europeos; en cuarto lugar, utiliza los aranceles como política económica de sometimiento de sus aliados y socios, y de confrontación con China.
En este contexto internacional, el Bloco identificó el riesgo de acentuar el giro a la derecha observado desde hace un año, en particular, bajo el aumento de la presión militarista en este nuevo marco. Esta presión crea miedo y desplaza la política hacia la derecha, llevando a los partidos del centro a aceptar la carrera armamentística europea y la sumisión a la OTAN.
Estos tres factores –la jugada de AD [Alianza Democrática, coalición del ex-primer ministro], que adoptó el discurso sobre la estabilidad que dio la mayoría absoluta al PS en 2022; la centralidad de la cuestión de la inmigración, que define toda la política nacional; y el miedo frente a la propaganda militarista– fueron determinantes en el contexto general de las elecciones.
La respuesta inmediata a la amenaza a la Constitución
La mayor transformación que se produjo el 18 de mayo fue el crecimiento de Chega. Este resultado demuestra su capacidad para mantener el electorado que recuperó de la abstención en 2024, aumentándolo en todo el territorio, especialmente en las zonas socialmente más deprimidas en el interior y en los antiguos cinturones industriales. Al situarse previsiblemente como segundo partido en número de diputados (una vez finalizado el recuento de los votos de los círculos de emigración [lo que se ha confirmado]), Chega pasa a disputar de facto el gobierno. Esta nueva situación se traducirá en un deterioro general de las condiciones para el ejercicio de la democracia, tanto en el Parlamento (donde Chega lleva varios años aplicando una estrategia de agotamiento de las condiciones para el debate y la expresión), como en la sociedad, con la banalización de la violencia racista, machista, transfóbica y homófoba y, en general, fascista. Al convertirse en mayoría en el sur del país y en Setúbal, y al reforzar su voto en todos los distritos, la extrema derecha gana votos populares, incluidos muchos que en el pasado estaban representados por las fuerzas de izquierda. Con esta representación, Chega agravará su campaña xenófoba y antidemocrática, articulada con la acción de grupos criminales que se mueven en su periferia (véase el reciente ataque a la manifestación del 25 de abril por parte de una banda neonazi, aplaudido inmediatamente por Chega).
En la nueva composición parlamentaria, ninguno de los tres partidos más grandes puede formar mayoría con partidos más pequeños. Sin embargo, por primera vez, los partidos a la derecha del PS superan el umbral de dos tercios que les permite promover cambios en la Constitución. Este hecho cobra especial relevancia, ya que supone un riesgo real de retroceso del régimen constitucional, teniendo en cuenta el historial del PSD en esta materia, tanto en el ataque a las pensiones bajo la troika, como en las propuestas de revisión de la ley electoral, o incluso en las recientes declaraciones sobre el derecho a la huelga. IL y Chega ya han anunciado sus intenciones. El Bloco considera esencial la expresión unida de todas las voces y fuerzas políticas que se reconocen en los valores y en el texto de la Constitución del 25 de abril, en defensa de las libertades y garantías consagradas en ella.
Para el Bloco, el objetivo no es solo resistir a la ola fascista y xenófoba o a posibles y peligrosas conjunciones de la derecha y la extrema derecha, o al apoyo del PS al gobierno de Montenegro. El objetivo del Bloco es resurgir, recuperarse, crear y ampliar alianzas y luchar por nuestro pueblo con determinación.
La campaña del Bloco
Ante las nuevas circunstancias políticas, revisamos nuestro modelo de campaña. Decidimos centrarnos en unos pocos temas esenciales a los que dimos mayor relevancia, buscando disputar el debate público: el techo a los alquileres, los derechos de los trabajadores y trabajadoras por turnos y el impuesto sobre el patrimonio. No abandonamos otras batallas programáticas que conforman la identidad del Bloco, como los servicios públicos, la igualdad, el rechazo a la xenofobia o la oposición a la guerra, pero nos centramos en esos temas como seña de nuestra identidad. Así también evitamos una discusión hueca sobre la gobernabilidad, señalando las medidas que permitirían cambiar la vida de partes significativas de la población y que nuestra representación parlamentaria defendería en cualquier circunstancia. Esta política surtió efecto: la cuestión del techo de los alquileres fue importante en el debate político, obligó a todos nuestros adversarios a pronunciarse, se vio reforzada por las noticias cada vez más alarmantes sobre la crisis de la vivienda y fue identificada por parte de la población como una respuesta válida. Seguirá siendo una de las luchas más importantes para la vida de nuestro pueblo, ya que incluso la mayoría de las familias trabajadoras que compran su propia casa saben que sus hijos e hijas no podrán hacerlo y no podrán alquilar una vivienda. La segunda propuesta, sobre el trabajo por turnos, fue apoyada por miles de trabajadores y trabajadoras. Sin embargo, ninguna de ellas trabajo consigo una recuperación electoral en el contexto descrito anteriormente.
En segundo lugar, nuestra campaña favoreció las iniciativas descentralizadas de contacto directo, a través del puerta a puerta. Visitamos más de veinte mil hogares e iniciamos una forma de acción política que será fundamental en el futuro. Lo hicimos de manera diferenciada en el país, movilizando a jóvenes militantes, afiliados recientes y antiguos, que comprobaron cómo podían intervenir directamente y no como espectadores de la campaña electoral. Por la misma razón, sustituimos los mítines tradicionales por charlas de café, abiertas al diálogo con todo el mundo, y por fiestas y sesiones públicas creativas y animadas.
En tercer lugar, movilizamos todas nuestras fuerzas, incluidas las candidaturas de quienes fundaron el partido. Estas candidaturas no tuvieron efecto electoral, pero sí militante, dinamizando las campañas en los distritos más grandes.
Estas decisiones no invirtieron nuestro ciclo electoral y el Bloco sufrió su peor derrota. Y sabiendo que el debate sobre el balance de las elecciones permitirá identificar errores y valorar, además de las cuestiones mencionadas, los modelos de comunicación, las formas de organización, la pedagogía de la campaña, la adecuación de las respuestas a las campañas sucias u otros aspectos de esta batalla, el Bloco afirma que no dejará de luchar por lo que los temas que hemos planteado en estas elecciones: a favor de una política popular de vivienda, de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, contra la desigualdad y por la calidad y la garantía de los servicios públicos, contra las amenazas fascistas y por la unidad en defensa de la vida democrática y de las normas constitucionales que la protegen.
Deliberaciones
Los días 13 y 14 de junio, en Oporto, el Bloco de Esquerda acoge el congreso fundacional de la Alianza de la Izquierda Europea por los Pueblos y el Planeta, un nuevo partido político europeo que reúne al Bloque de Izquierda (Portugal), La France Insoumise (Francia), Alianza de Izquierda (Finlandia), Podemos (España), Alianza Verde y Roja (Dinamarca), Razem (Polonia) y Partido de Izquierda (Suecia). El avance de las fuerzas de extrema derecha y las crisis social, medioambiental e internacional exigen una cooperación más eficaz de la izquierda verde, feminista y antirracista europea. El Bloco de Esquerda se compromete con esta nueva alianza e invita a su afiliación y simpatizantes a participar activamente en este momento de debate y aprendizaje. En este congreso, abierto a la participación de otras fuerzas de izquierda, europeas e internacionales, y a movimientos y activismos sociales, pretendemos crear nuevas formas de trabajo solidario y preparar acciones concretas de movilización contra el capitalismo y contra la guerra, de resistencia a la extrema derecha y de recuperación de las mayorías sociales a la izquierda.
El Bloco de Esquerda seguirá preparando sus candidaturas para las elecciones municipales, reafirmando su compromiso con acuerdos programáticos para la convergencia de la izquierda, ya sea con el PS en Lisboa para derrotar a Carlos Moedas, ya sea para afirmar alternativas municipales de izquierda. Incluso en los municipios donde el Bloque ya ha presentado su candidatura, mantiene su disposición a procesos de convergencia, siempre que sea posible, con el PCP, el Livre, el PAN y los movimientos ciudadanos.
Ante las numerosas adhesiones de jóvenes registradas durante la campaña electoral y en los días posteriores a las elecciones, la Mesa Nacional reitera su llamamiento a participar en el Campamento Libertad, que se celebrará en el centro del país del 24 al 27 de julio. Este y otros encuentros ampliados de formación y debate político, como el Socialismo 2025, que se celebrará del 29 al 31 de agosto, son fundamentales en esta nueva etapa de la vida del país.
Ante la nueva situación política y la dura derrota electoral del Bloco la Mesa Nacional decide convocar una nueva Convención Nacional para los días 29 y 30 de noviembre. No se trata, por tanto, de retomar el proceso que quedó suspendido por las elecciones, ya que el cambio de las circunstancias políticas nacionales, la necesidad de una reflexión profunda y de definir una orientación para los próximos años no podía tratarse como la mera conclusión de un proceso iniciado en enero de 2025, cuando ni siquiera se imaginaba la convocatoria de elecciones legislativas y Trump aún no había tomado posesión. Con esta decisión, se abre un nuevo período para la presentación de mociones de orientación y se actualiza el universo de los afiliados y afiliadas con derecho a elegir y ser elegidos.
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Fotografía: Viento sur
