Por: Gilberto Dorantes Álvarez. 13/06/2024
Apenas pasaron las elecciones y el peso se devalúa ante el dólar mientras la bolsa mexicana de valores pierde varios puntos porcentuales. Y el mundo sigue girando sin importar al pueblo esos acontecimientos bursátiles, pues la mayoría piensa que eso le está pasando a los grandes inversionistas y a los más ricos del país, muchos incluso aplauden que los multimillonarios pierdan, pues la actual política del gobierno en turno, ha satanizado a los poderosos, a todos lo dueños de las grandes marcas nacionales o extranjeras, haciéndoles creer que el pueblo está pobre por culpa de los ricos. El gobierno le miente al pueblo, sabe de la ignorancia mayoritaria del pueblo sobre las macroeconomías. Durante el adoctrinamiento que el ejecutivo realiza cada mañana, hace que el bueno y sabio le crea todo lo que el dice.
Lo que debemos entender y tener muy en claro, es que si a los ricos, a esos multimillonarios que son los encargados de mover la economía del país, si a ellos les va mal, entonces a nosotros, a los mexicanos de a pie, nos va a ir peor. Ante la abrumadora y arrasadora votación que obtuvo el partido morena para elegir no sólo a la presidente del país, sino también para renovar a las dos cámaras del congreso de la unión, se prendieron los focos rojos para los grandes inversionistas tanto nacionales como extranjeros, pues al saber éstos el tipo de política autoritaria que ejercerá Claudia, decidieron mover sus cartas a tiempo, pues saben que no existirá contrapeso alguno en las decisiones que se tomen desde el poder ejecutivo.
El problema llegará, el dinero se agotará y los impuestos existentes, no serán suficientes para mantener adormecido a nuestro pueblo. La economía del país llegará a un punto en que colapsará y entonces vendrá la debacle porque no se está preparando la pueblo para que aprenda a generar riqueza, el gobierno no está haciendo grandes inversiones para dar empleo. Las obras insignias de amlo, están siendo administradas por los militares, y éstos van a emplear a sus amigos, a los hijos de éstos y será un circulo muy pequeño donde los militares tendrán el control total. Y tal vez se van a emplear a aquellas personas que ofrezcan sus antojitos y les pongan un puesto de Tlayudas o de “salbutes”.
Por último, al devaluarse el peso, este está perdiendo su poder adquisitivo y aunque tengamos un salario mínimo de casi 250 pesos, cada vez que vayamos al mercado traeremos menos y somos nosotros, el pueblo quien pagará los platos que otros rompieron.
Nos leemos en el próximo café.
Fotografía: cnn