Por: Marcelino Guerra Mendoza, Lucía Rivera Ferreiro, Roberto González Villarreal. 11/05/2019
El 9 de mayo terminó el sainete de la reforma educativa en el Congreso Federal. La verdad, desde que se aprobó el dictamen en comisiones de la Cámara de Diputados, aquel 27 de marzo, inició una rebatinga de cosas menores, de dimes y diretes, de chances y amenazas, que mas parecía un espectáculo orquestado para hacer pensar que se debatía algo profundo, que en lo que en realidad era: la adecuación de la reforma neoliberal de Peña Nieto.
Se veía, era palpable, por fin terminó esa escenificación de cuarta. Con sus bufones y sus domadores, con sus cómicos y sus directores de circo; equilibristas al por mayor y dos o tres malabaristas. Un circo rascuache. Nada que ver con la dignidad a toda prueba de los circos de pueblo. ¡Nada que ver!
Sobre todo porque mientras eso sucedía, la SEP continuó la reconfiguración del territorio educativo sobre las mismas bases anteriores. Otra vez: mientras el show se desarrolla en el Congreso, en las escuelas, las zonas escolares, las direcciones, ocurren cosas igual de importantes. Y ¡nosotras, distraídas, pensando que se estaba cancelando la reforma!
Resulta altamente preocupante que la SEP avance al amparo constitucional y legal de la reforma educativa 2013; será porque la de hoy y la de antes son tan parecidas que una arropa a la otra. Para muestra tomaremos como ejemplo, tres situaciones recientes, aparentemente aisladas:
- El 29 de marzo, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo Secretarial número 11/03/19 por el que se establecen las Normas generales para la evaluación del aprendizaje. Dichas normas modifican los criterios para para aprobar la educación preescolar, primaria y secundaria; curiosamente, Esteban Moctezuma utiliza parte del artículo tercero constitucional y el artículo 22 de la Ley General de Educación que plantea la reducción de cargas administrativas para los docentes. Es decir, se apoya en una parte del fundamento jurídico que forma parte a su vez, de una reforma supuestamente en proceso de cancelación. Este Acuerdo abroga el número 12/05/18, publicado apenas el 7 de junio de 2018; Es decir, en un mismo ciclo escolar, se han aplicado dos diferentes ordenamientos sobre el mismo asunto: los criterios de evaluación del aprendizaje, la acreditación y promoción de los alumnos de un grado a otro. En preescolar se acreditará solo con cursar el grado correspondiente, mientras que en primero y segundo grado de primaria lo harán solamente con la asistencia a clases. Por su parte para aprobar tercero, cuarto y quinto será con el 80 % de asistencias y un promedio de seis en por lo menos seis asignaturas del componente curricular Campos de Formación Académica y las Áreas de Arte y Educación Física del componente curricular Áreas de Desarrollo Personal y Social cursadas. Para aprobar sexto grado será necesario cubrir el 80% de asistencia y obtener una calificación de seis en todas las asignaturas. En primero y segundo de secundaria, los alumnos correrán con la misma suerte que los de 3° a 5° de primaria; tercero de secundaria, la misma que sexto de primaria. Estas medidas han provocado reacciones distintas; Por ejemplo, el presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, Leonardo García Camarena, considera que la decisión puede marcar las bases de algo catastrófico para la educación del país porque en los primeros grados de primaria se sientan las bases para la lecto-escritura y el pensamiento lógico matemático. Por su parte, Manuel Gil Antón plantea que estos cambios pueden ser positivos porque se privilegia el aprendizaje por encima de una calificación; y fue aún más lejos: los profesores que no cumplan con su labor de enseñar, al no haber de por medio una calificación, deberían ser sancionados (Rechazan nueva evaluación de la SEP a alumnos).
- En otro asunto, a fines de marzo la SEP convocó a un congreso nacional de normales con los siguientes ejes temáticos: El docente que queremos formar para la transformación del país; La escuela normal proyección hacia el futuro; Desarrollo profesional de los formadores; Autonomía de las escuelas normales, que tipo de autonomía necesitamos y Ruta curricular, que hay que hacer y hacia dónde ir. El resultado de este congreso en cada entidad, se integrará a las conclusiones nacionales (Convoca SEP a un congreso Nacional para el fortalecimiento y transformación de las escuelas normales públicas) que serán la base para definir las estrategias de cambio de las normales en la era de la 4T. Lo curioso del caso es que esto ocurre también sin que la cancelación de la reforma se haya concretado. Por lo demás, el nombre del congreso al que se convoca ahora, es prácticamente el mismo que el del documento presentado por la SEP de Otto Granados (Escuelas normales. Estrategia de fortalecimiento y transformación), hace menos de un año.
- Como ya lo habíamos advertido en El primero ¡es gratis! Multinacionales en la autonomía curricular, el Modelo Educativo 2018, y particularmente la impartición de clubes desde preescolar hasta secundaria, constituyen una forma de hacer crecer el boyante mercado educativo. La dependencia hoy encabezada por Esteban Moctezuma Barragán, continúa actualizando la lista de oferentes privados en la página del SIGED. No parece haber ninguna intención de eliminarlos, representan un gran negocio potencial para más de 30 empresas, entre las que destacan Fundación Televisa, Santillana, Trillas, Microbotix y Asociaciones Civiles, que sin concurso ni licitación de por medio, desarrollan y venden programas educativos que debería generar o comprar directamente la SEP. En un extenso reportaje, se aporta información relativa a las ganancias que obtienen estas empresas, mismas que van de dos mil a 7mil millones de pesos; la SEP no adquiere los derechos, pero sí distribuye programas y materiales a cada una de las 196 mil 960 escuelas públicas en todo el país. Este cálculo sobre las ganancias no proviene de los contratos iniciales con el gobierno peñista, contempla su renovación en la 4T de la austeridad republicana. Ofrecen lo que les interesa para la formación y cobran por llevarlo a cabo en cada escuela que les resulta obligatorio, sin serlo, para cubrir tiempos, espacios y evaluaciones escolares. El gasto por escuela para cumplir con la autonomía curricular y sus clubes corre a cargo de los padres de familia que a pesar del gasto ya de por si oneroso en el proceso educativo de sus hijos tienen que realizar erogaciones extras que, definitivamente, alteran alarmantemente su economía familiar. Más claro ni el agua; el lucrativo mercado educativo que representan las casi doscientas mil escuelas del nivel básico en el país, no desaparece ni se combate, no es una prioridad ni se contempla su desaparición; no forma parte de la prometida cancelación; se mantiene y fortalece. Pero los clubes no solo tienen una cara mercantil que abre un nuevo frente de desigualdades entre los que pueden y no pueden pagarlos, también son un instrumento para la formación de niñas, niños y jóvenes de escuelas públicas, junto con sus componentes curriculares y socioemocionales, pero, de manera directa contra la población por no cancelar la reforma 2013 y su modelo educativo que en lugar de reducir o atacar hace crecer las desigualdades sociales emblemas de la 4T (Clubes de estudio, el negocio privado que promueve la SEP)
Los tres ejemplos anteriores, aparentemente inconexos, tienen algo en común; expresan de un modo u otro la precarización docente, instalada y potenciada por la evaluación que impuso la reforma educativa 2013, a través de la incertidumbre e inseguridad que se produjo para ser declarado idóneo y, con ello, conservar el empleo cada cuatro años de manera permanente y obligatoria, ha sido un factor determinante para hacer fluir la reforma neoliberal.
¿Cuáles son las señales de esta fluidez? En los maestros son más o menos claras; no pocos están dispuestos a desembolsar recursos propios para costearse cursos de preparación para la evaluación docente o adquirir planeaciones argumentadas, suponiendo que así podrán mantener y/o asegurar su empleo. Otro ejemplo es la búsqueda de cursos y talleres sobre aprendizajes clave antes de que entrara en vigor el modelo educativo en 2018; no faltaron las ofertas de cursos con todo y constancia incluida, por si alguna autoridad la solicitaba, aún sin ser obligatorio.
La inseguridad e incertidumbre que rodea al empleo, es quizá una de las mayores y más evidentes afectaciones de la reforma neoliberal del Pacto por México. Para construir estos dos grandes pilares de la precarización docente, se utilizó la evaluación como el medio para arrebatar la plaza de los maestros, pero también para romper su gremialización, evitar la defensa y contratación colectiva, atentando contra la identidad magisterial; modificando de golpe, las relaciones de trabajo en las escuelas, sustituyéndolas por la individualización y competitividad necesarias en la carrera por lograr ser idóneo.
Estos efectos no han sido provocados únicamente por el examen, sino por todo el largo proceso que conlleva: desde la notificación conforme criterios desconocidos, la larga y tediosa preparación de evidencias e informes; todo para llegar a la presentación de un examen que dura ocho horas y después, esperar con ansias e incertidumbre, un resultado que podría ser fatal. De esta manera, para enfrentar la inseguridad e incertidumbre, el trabajo docente comenzó a centrarse en el cumplimiento de todos y cada uno de los criterios para acceder al examen.
Un efecto colateral es que esta inseguridad e incertidumbre de la que venimos hablando, ha sido un magnífico caldo de cultivo para la creciente comercialización de cursos, talleres, materiales, planeaciones, y demás. Si hay oferta, es porque hay demanda.
Cabe suponer, a juzgar por los efectos de la evaluación en los maestros, que la reforma logró extender a las escuelas y los salones de clase, la lógica de la productividad como sinónimo de calidad. El modelo educativo, en tanto dispositivo de control, logró ensamblar diversas acciones e iniciativas que venían operando aisladamente, tales como los horarios, la normalidad mínima, escuela al centro, entre otros. La autonomía curricular y la instrumentación de los clubes propuestos en el Modelo Educativo, modificaron de golpe la organización del tiempo y el espacio escolar. Nuevas formas de precarización docente comenzaron a asomarse.
Además de los cambios en las formas de trabajo en el aula y en las relaciones con los alumnos, la reforma educativa de EPN, también ha contribuido a profundizar la confrontación con los padres de familia por la imposición de criterios para que los alumnos participen en las actividades escolares segmentadas pero continuas, tal y como sucede con los clubes.
De este modo, la reforma trastocó las relaciones de trabajo de la magisteria, aislándola de sus compañeros de trabajo escolar, estudiantes, padres de familia y comunidad. Situándola lejos del trabajo colectivo para debatir y construir estrategias frente a los problemas escolares cotidianos pero, también, frente a los embates de la reforma neoliberal. La producción de la precarización en el neoliberalismo está situada en el aislamiento, el individualismo y la competitividad para reducir incertidumbre e inseguridad laboral.
Hoy en día estos dos pilares de la precarización docente están tan afianzados como invisibilizados por las múltiples discusiones y debates entre legisladores y diversos protagonistas de la vida política nacional. Los maestros y alumnos de las normales continúan preguntándose qué sucederá con su plaza, cuál será el destino de la organización magisterial, cómo se restaurarán sus derechos, quién se hará cargo de defenderlos, al igual que las jornadas de trabajo y las contrataciones futuras.
La ruptura del tejido social al interior de las escuelas, inducida por la propia reforma, parece imposibilitar la discusión de la comunidad escolar sobre el sentido que está tomando la reforma educativa 2019 y, más aún, sobre la continuidad del modelo educativo 2018. Algunos grupos magisteriales han cuestionado el modelo educativo, pero hoy por hoy, no existe una demanda nacional clara y determinante sobre su eliminación. Se corre el riesgo de mantenerlo vivo; de ser así, la de la reforma educativa neoliberal sigue su curso de manera tersa y sin contratiempo alguno al interior de las escuelas, aulas y, de forma lacerante, en los alumnos.
De esta manera la precarización magisterial se ha aprovechado y convertido en el motor para continuar implementando el modelo educativo 2018 y todas las medidas que a la nueva SEP se le ocurra, sin la seguridad y certidumbre de una plaza, trabajo y salario digno que garantice el bienestar social para el magisterio. Los estrategas neoliberales saben, perfectamente, que al interior de las escuelas sus comunidades educativas difícilmente debatirán y confrontarán las decisiones impuestas desde la cúpula de sistema educativo. Es difícil ocultarlo porque, aun en el dictamen aprobado recientemente en la cámara de diputados, las cuestiones laborales que afectan directamente a la magisteria, como lo es la jornada de trabajo y las mil y una acciones que tienen que realizar en ese tiempo y espacio determinado. no fueron caracterizadas, planteadas y demandadas como una trabajo y salario, realmente, digno, que deje de precarizar al magisterio.
Fue más que evidente la confrontación generada por el memorándum girado el 15 de abril, por el titular del ejecutivo a las secretarías de gobernación, de educación y de hacienda para que la administración pública siguiera operando mientras se lograban acuerdos entre el poder legislativo y los distintos sectores del magisterio. Sin embargo, las medidas establecidas en el memorándum no fueron concretadas y, mucho menos, se dieron acuerdos entre las partes en conflicto pero el secretario de educación Moctezuma Barragán, a pesar de las indicaciones del jefe máximo de las fuerzas armadas y del estancamiento de las negociaciones hasta el 22 de abril, continúo y sigue tomando decisiones importantes para el desarrollo de la educación básica sin esperar lo más mínimo el futuro que del dictamen sobre la reforma educativa aprobado el 27 de marzo en las Comisiones Unidas de Educación y Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados.
Peor aún, el logro político que tuvo el famoso memorándum ya no solo fue para distraer la atención en el debate de fondo del dictamen mencionado sino para seguir avanzando, como en los viejos tiempos, con el proyecto educativo que el gobierno federal en turno se propone imponer a la sociedad en general, en un arte de discusión y debate democrático simulado con los sectores que suelen oponer resistencia a tales medidas. Desde ese entonces hasta el momento actual no se ha demandado el alto a dichas medidas orquestadas por el secretario de educación mientras el proceso legislativo del dictamen referido concluya, cámara de senadores y congresos estatales, y quede expresado en el artículo tercero constitucional.
Es altamente preocupante que en las escuelas públicas se sigan realizando acciones educativas que vienen impuestas por la SEP bajo el sustento constitucional y legal de la reforma educativa 2013 que, supuestamente, se está reformando. No hay recato alguno por parte de Moctezuma Barragán para seguir realizando acciones que afectan de forma alarmante a la educación pública nacional.
Fotografía: los40