Por: Luciana Jouli y Mayra Pedraza. 09/09/2022
El 9 de junio de 2022, Sundar Pichai, CEO de Google, mantuvo una reunión en la sala de reuniones del Hotel Intercontinental de los Ángeles con Alberto Fernández, presidente de la Argentina, en el marco de su participación en la IX Cumbre de las Américas, tras lo cual, el directivo anunció al mandatario argentino que la empresa invertirá 1.200 millones de dólares para impulsar la transformación digital en América Latina, a través de un plan de cinco años,.
Asimismo, como parte del anúncio, Google anunció que se encuentra desarrollando un cable submarino internacional llamado Firmina, que unirá desde 2023 la costa este de Estados Unidos con la ciudad de Las Toninas, en Argentina.
Dos meses después, la localidad de Vicente López, en la provincia de Buenos Aires, fue noticia porque la Primaria Municipal Manuel Dorrego fue certificada por Google for Education. El intendente de esta localidad es Jorge Macri, primo del expresidente Mauricio Macri, en uso de licencia por asumir el cargo de ministro de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de Horacio Rodriguez Larreta.
¿Qué significa esta certificación?
Con sólo ingresar al link de Google for Education en el buscador de internet, se corrobora que la empresa tecnológica ofrece “Mejorar la enseñanza y el aprendizaje en las escuelas primarias y secundarias a través de las herramientas y los recursos de Google que ayudan a profesores y alumnos de primaria y secundaria a crear, colaborar y desarrollar habilidades digitales para el futuro”.
También ofrece “mejorar las posibilidades en la educación superior proponiendo soluciones de Google que impulsan la investigación avanzada, los descubrimientos innovadores y las oportunidades de aprendizaje en universidades y otras instituciones de educación superior”.
La privatización y mercantilización en la educación no es algo nuevo. En el documento “Tendencias de privatización y mercantilización de la universidad en América Latina. Los casos de Argentina, Chile, Perú y República Dominicana”, Fernanda Saforcada (2019) sostiene que la privatización de las universidades se inició a fines de los años 80 y en los 90 se expandió a través de “la internacionalización y el comercio transnacional”.
En el siglo XXI, la privatización y mercantilización de la educación, continuó desarrollándose “no sólo por las formas explícitas de privatización, sino también por otras modalidades —menos visibles— vinculadas con la introducción de lógicas y dispositivos propios del mercado en la regulación de las instituciones y sus actividades de formación, investigación y extensión (CRESALC/UNESCO, 1996; Gentili y Saforcada, 2011; García Guadilla, 2003; Burbano López, 1999)”
En la actualidad existen organismos, empresas y entidades del sector privado que intervienen en la educación, como también, organismos supranacionales que toman decisiones sobre lineamientos educativos específicos y generales.
La pandemia de Covid-19 permitió que se fortaleciera la injerencia de dichas empresas tecnológicas y digitales, cuando la educación mediada por la virtualidad superó a los Estados-Nación con nuevas demandas, para dar respuesta al proceso de digitalización de las trayectorias educativas.
Las empresas tecnológicas y digitales, cumplieron así su gran objetivo: incrementar de manera descomunal sus riquezas. Al respecto, el ranking de la revista Forbes sobre las personas/empresas más ricas del mundo, señaló en abril del 2022 que Bill Gates, dueño de la empresa tecnológica Microsoft y presidente de la Fundación Bill & Melinda Gates ocupa el cuarto lugar.
Mientras, los puestos sexto y séptimo los ocupan Larry Page y Sergey Brin, ambos accionistas y miembros de Google, compañía principal subsidiaria de la estadounidense Alphabet. En el 15º lugar se ubica Mark Zuckerberg, director de Facebook que contiene Whatsapp e instagram, utilizada también para el desarrollo de las trayectorias educativas.
Google forma parte de la educación argentina desde hace ya tiempo. La escuela de Vicente López no es la primera que aparece en el mapa de escuelas o distritos de referencia, que Google reconoce por impulsar resultados positivos en el aprendizaje sobre tecnología. En el mapa se pueden reconocer el St George’s College (Buenos Aires -Sede Norte: Los Polvorines, Sede Sur: Quilmes- Argentina) y el Colegio Rainbow (Mendoza, Argentina).
Sin embargo, ésta sí es la primera escuela pública estatal que se constituye como una escuela reconocida por Google.
El pensador Antonio Gramsci establece que el “Estado es todo el complejo de actividades prácticas y teóricas con las cuales la clase dirigente no sólo justifica y mantiene su dominio sino también logra obtener el consenso activo de los gobernados”. Y también da cuenta de que, al Estado lo constituye tanto la sociedad civil como la sociedad política y por tanto, los actores económicos son parte del Estado.
En ese sentido, se puede afirmar que las empresas tecnológicas y digitales forman parte del entramado de los Estados, casi imperceptiblemente como característica particular de las injerencias de los intereses privados. No obstante, que la empresa y las empresas de Google se constituyan como formadoras de comunidad educativa, es alarmante.
¿Quién decide los contenidos que se enseñan en las escuelas públicas? Anibal Ponce (1938) sostiene que: “la educación es el procedimiento mediante el cual las clases dominantes preparan en la mentalidad y la conducta de los niños las condiciones fundamentales de su propia existencia”.
Realizar acuerdos con empresas privadas, como Google, forma parte de las acciones que ejecutan las clases dominantes para influir en la sociedad. La educación, desde una mirada transformadora, necesita atender a las comunidades y sus necesidades colectivas, no sólo a empresas privadas con interés de incrementar sus ganancias.
Al respecto del reconocimiento de la Primaria Municipal Manuel Dorrego, Soledad Martínez intendenta en funciones de Vicente López, expresó: “Estamos muy contentos porque la Primaria Municipal Manuel Dorrego fue certificada por Google for Education. Esto se logra después de años de trabajo en donde los docentes de esta escuela decidieron capacitarse para poder cambiar el modelo de aprendizaje y enseñanza con los chicos”.
“Hace ya tres años que con Jorge Macri impulsamos este proyecto y encontramos en Google un aliado estratégico para poder mejorar la calidad educativa en cada uno de nuestros establecimientos”. Mientras, Jorge Macri, intendente de Vicente Lopez (en licencia), manifestó: “una sola escuela pública en todo Hispanoamérica es reconocida de esta manera por Google y que hayamos sido nosotros nos llena de orgullo y demuestra un camino recorrido de mucho aprendizaje y compromiso”.
Frente a esto nos preguntamos, ¿es esto lo que queremos de la escuela pública? La virtualidad forma parte de la realidad actual educativa y social. Pero no se debe permitir una virtualidad que, debido a la falta de conectividad y dispositivos, excluya a las mayorías. Por el contrario, la virtualidad debe aportar al desarrollo de los procesos educativos y sociales, comunitarios, soberanos.
Daniel Rebolledo, Gerente de Adopción de Google for Education para Sudamérica, apuntó que “Es un proceso en el que nosotros acompañamos a los establecimientos para transformar su quehacer desde una escuela análoga tradicional a una escuela donde se utilice la tecnología”.
Y respecto a sus dichos, creemos que las escuelas tienen que poder hacer uso de la tecnología en función de las necesidades comunes y de los problemas situados, reales de todas las comunidades educativas.
Acuerdos con Google y recortes presupuestarios
El 20 de agosto, los funcionarios del gobierno argentino Juan Luis Manzur y Sergio Tomás Massa emitieron la Decisión Administrativa 826/2022, que modifica el presupuesto general de la administración nacional, decisión en la que el sector educativo no está exento.
En el anexo de dicha resolución, se describen las áreas que tendrán menor presupuesto y el Ministerio de Educación de la Nación, dirigido por Jaime Perczyk, forma parte de las páginas 14, 15 y 16, donde se describe cómo los programas de Infraestructura y Equipamiento, Fortalecimiento Edilicio de Jardines Infantiles y Conectar Igualdad tendrán reducido su presupuesto.
Frente a la demanda urgente de soberanía tecnológica, el recorte en el sector educativo no puede ser la respuesta del Estado. Diferentes actoras/es del sector educativo como la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), la pedagoga Adriana Puigross y el Instituto de Estudios de Capacitación (IEC) Conadu, entre otros, se manifestaron a respecto.
En enero pasado, la Ctera señaló que está “comprometida con la defensa de la Soberanía Tecnológica (…) Pero entendemos que no hay soberanía si miles de equipos quedan «obsoletos», apilados en las escuelas, sin que nadie pueda actualizarlos porque no utilizan tecnologías libres. Tampoco hay soberanía si los dueños de las grandes plataformas vulneran la protección de privacidad y se apropian de los datos personales de docentes y estudiantes”
Frente a la urgencia de ejecutar los pagos de deuda que el gobierno de Mauricio Macri contrajo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la respuesta no puede ser el recorte a los sectores más desprotegidos, recortes en los derechos básicos como la educación y la salud.
La tarea es construir soberanía tecnológica
Debido a la falta de acceso a dispositivos, a planes de alfabetización digital, a un programa de soberanía tecnológica y educativa integral, se vuelve más factible que las grandes empresas tecnológicas privadas se introduzcan en el sector educativo público.
La educación ha sido uno de los sectores con mayor impacto y transformaciones durante la pandemia de la Covid-19. Frente a las modificaciones en el ámbito educativo, las comunidades tienen la necesidad imperiosa de construir y constituir su propio modelo educativo digitalizado y virtual. Pero esta no debe ser la de la ciudadanía digital, que nos invita a ser “soberanos” en función de los intereses de un capital financiarizado y digitalizado.
Anibal Ponce (1938) retoma el testimonio de Domingo Faustino Sarmiento (presidente argentino entre 1868-1874) sobre la importancia de la educación para la permanencia de las clases dominantes: “el asalariado no hubiera podido satisfacer a su patrón si se hubiera quedado al margen de una instrucción elemental. Había pues qué procurárlsela como una condición necesaria de su propia explotación”.
¿Se nos está procurando la instrucción digitalizada y virtual para los “nuevos patrones”?. Se hace imprescindible el acceso a las nuevas tecnologías, pero no como calificación de mano de obra para el capitalismo financiero y digital, sino para la conformación de sujetos de derechos, protagonistas de los cambios que necesitamos para satisfacer los intereses de las clases subalternas.
La digitalización en un mundo digitalizado y financiarizado se constituye en una necesidad. La soberanía tecnológica implica también construir soberanía educativa, para hoy y para el futuro. La construcción se realiza en el trabajo conjunto entre las/los actoras/es de las comunidades educativas articuladas, poniendo a disposición de las necesidades de los territorios sus conocimientos y prácticas, y generando condiciones estructurales que permitan, ante todo, el ejercicio del derecho a la educación.
* Jouli es Licenciada en Educación Especial. Pedraza es Licenciada en Ciencias Políticas. Ambas miembros del Centro de Estudios y Formación en Política Educativa (CEFOPED), asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
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Fotografía: Estrategia.ia