Por: Anne Fouquet y Esther Simental. 08/07/2022
n esta sociedad tan desigual, pareciera que la crisis del agua igualó a la ciudadanía. A primera vista, en todo el Área Metropolitana, desde las partes más pudientes hasta las más populares, falta el indispensable líquido vital. Pero solo es a primera vista, ya que profundizando un poco esta primera mirada las formas de gestión de la crisis son muy diferentes. Algunos tienen tinacos de mil litros, mientras que otros batallan para llenar un botellón de agua. Las partes urbanizadas disponen de la red de Agua y Drenaje (AyD), lo cual no les garantiza que llegue el agua en tiempos de recortes, pero no se tienen que hacer cargo ni del abastecimiento ni de la distribución. En muchas otras zonas, en particular en las partes no urbanizadas -es decir las que no cuentan con los servicios públicos básicos-, la gestión y el abastecimiento del agua es una tarea cotidiana y, en la mayoría de los casos, está a cargo de las mujeres.
La parte alta de la colonia Gloria Mendiola, allá en el norponiente de la ciudad, en las faldas del Topo Chico, es una clara ilustración de lo que sucede en muchas otras colonias que no cuentan con el acceso a servicios públicos básicos (agua, luz, drenaje). Las y los habitantes que llegan a vivir en estas partes de la ciudad, designadas como irregulares, buscan hacerse de estos servicios para garantizarse un mínimo de dignidad humana. El acceso al agua es uno de los derechos humanos básicos. Se viva en zonas regulares o irregulares, el líquido es vital.
Si bien el desabasto reciente del agua ha acrecentado la desigualdad y ha visibilizado la constante y ardua tarea para obtenerla, esta situación no es nueva para los y las habitantes de la Gloria Mendiola. Desde el año 2001, un grupo de seis mujeres se dieron a la tarea de coordinar reuniones con distintas autoridades y gestionar oficios solicitando el acceso a un servicio básico como lo es el del agua potable. Finalmente, 3 años después, en el 2004, lograron obtener la instalación de un medidor colectivo y su respectivo tinaco de diez mil litros.

El agua llegaría mediante el abastecimiento de AyD o bien mediante pipas, pero la organización y gestión de la distribución quedaría a cargo de las y los vecinos. Así, un sinfín de funciones se sumaron a las responsabilidades cotidianas de las mujeres: el mantenimiento de la pileta (limpieza) y de las bombas hidráulicas; el abrir y cerrar la llave de las decenas de tubos que abastecen las casas en lo alto de la colonia; la recolección de cuotas cuando estas son requeridas para el mantenimiento; la organización y la distribución equitativa entre las 70 familias conectadas al tinaco, la mediación en los múltiples conflictos que se generan alrededor del acceso al preciado líquido, entre otras actividades que se realizan día tras día desde hace 18 años.
Cuando llega la crisis actual se encuentra con una comunidad ya organizada y acostumbrada a hacer frente a la escasez y gestionar con las autoridades municipales el abastecimiento. Sin embargo, esta vez el reto es doble, la sociedad está endeble y en proceso de recuperación de la reciente pandemia acontecida. Aun así, las mujeres han tomado el mando multiplicando sus tareas: llamar para reportar la falta de agua; seguir los reportes; levantarse a las 4 de la mañana para verificar si llego el agua y avisar a las vecinas; organizar la distribución mediante listas; mediar los conflictos que se originan por la desesperación ante la falta de un servicio que responde a una necesidad básica; organizarse para ir a Palacio Municipal a reclamar pipas; llevar a cabo la conexión de mangueras cuando llega la pipa, etc. Además, hay que añadir que el agua que se distribuye no es apta para el consumo por las condiciones del tinaco y de las mangueras, sumando así una nueva tarea a la larga lista: la búsqueda de agua potable para su consumo.

Y aun cuando el panorama ya es lo suficientemente desolador, no solo las mujeres se enfrentan a este reto en sus hogares. La crisis del agua vino a vulnerar un sector más, la educación de los niños, puesto que en colonias como la Gloria Mendiola y sus alrededores las escuelas se vieron afectadas, ocasionando la suspensión de las clases. Con ello, las mujeres añadieron la actividad extra de enseñar en casa, atravesando ellas mismas por lo que significa ser mujer en un contexto adverso, donde incluso el derecho a tener una menstruación digna se ve vulnerado. Porque, ante esta crisis, ser pobre ya implica un reto, pero ser mujer y ser niño cuesta el doble.
Esta breve crónica desde la Gloria Mendiola visibiliza el papel central de las mujeres en la gestión y administración del agua. Esta reciente crisis en la ciudad de Monterrey es una ilustración de futuros episodios que muy probablemente se repetirán en los próximos años a raíz de los efectos del cambio climático, de una gestión inadecuada del recurso hídrico sumado a un desarrollo inmobiliario desenfrenado y desordenado. Crisis anunciadas por la ONU desde la formulación de la agenda 2030 en su objetivo 6 que busca garantizar un acceso al agua limpia y al desarrollo de servicios básicos de saneamiento. Entre los datos que menciona la ONU es de destacar que “las mujeres y las niñas son las encargadas de recolectar agua en el 80% de los hogares sin acceso a agua corriente”[1]. La imperante necesidad de priorizar la provisión del vital líquido sobre otras necesidades básicas pone a las mujeres de las zonas vulnerables en una situación de desigualdad frente a oportunidades educativas y laborales. En tiempo de crisis que obliga a levantarse a las 4 de la mañana para ir a llenar botes ya no se habla de doble sino de triple jornada: en la madruga a buscar agua y lavar ropa, por la mañana empieza la jornada laboral o las tareas de casa y por la tarde toca atender a la familia. Al mando de todas esas cosas están las mujeres, pero eso no necesariamente significa poder; al contrario, es revelador de una gran desigualdad: de recursos, de clase y de género.
5 de julio de 2022
*Esther Simental es Licenciada en Psicología y habitante de la colonia.
Fotografías: Anne Fouquet
[1] https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/water-and-sanitation/
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Fotografía: Academicxsmty43