Por Luis Bello Estrada. Insurgencia Magisterial.14 de septiembre de 2018
El “Foro de consulta estatal participativa en Veracruz” celebrado en Boca del Río el pasado 11 de septiembre, permitió leer un amplio espectro del proceso que se gesta en materia educativa en nuestro estado. En primer lugar el programa marco “Educación para el bienestar” logró parte de su cometido al aparentar la participación de la sociedad docente en la consulta. Sin embargo, al considerar los más de cien mil trabajadores de la educación de Veracruz, es definitivamente incipiente, ya que sólo logró reunir alrededor de dos mil ponencias, que representan menos del dos por ciento del universo de mentores convocados. De esas participaciones, se enunciaron treinta, durante tres minutos cada una; desde luego, no hubo análisis, réplica o debate, solo relatorías. La mencionada presentación de ponencias, aparente eje del evento, fue seguida por el discurso del futuro secretario de Educación Pública.
La primera parte del evento fue realmente la que dio la nota, pues funcionó como pasarela y juicio sumario para varios de los actores que podrían ocupar espacios en la próxima administración. Ahí, Lázaro Medina Barragán, secretario general de la sección 32 del SNTE, recibió el más estruendoso abucheo y tuvo que ser rescatado por el gobernador electo Cuitláhuac García Jiménez, quien declaró que en este tipo de foros democráticos se debe escuchar todas las voces, actitud que se verificó al final de esta fase, cuando la CNTE, aun fuera de programa, tomó el estrado por otros tres minutos y replicó la consigna nacional de la cancelación total de la reforma educativa.
Mención especial requiere la indignante participación de Fidel Hernández Fernández, quien en otros años maniobró como director de la Escuela Normal Veracruzana al lado del priista Javier Duarte, manipulando y boicoteando la justa protesta social de alumnos y docentes, apoyando la Reforma Educativa peñanietista e ignorando y evitando la inconformidad por la desaparición de los 43 alumnos de Ayotzinapa, sin olvidar que su accionar puso en riesgo la integridad física de los alumnos en el último paro de la escuela. Al final del gobierno de su aliado Duarte, su vocación antidemocrática lo colocó en la Dirección de Escuelas Normales; extrañamente, nunca efectuó el acto de entrega recepción de su gestión en la Normal, documento que hasta la fecha no existe, según el portal del IVAI. En su momento, pervirtió la elección de su excolaboradora y actual directora de dudosa legitimidad maestra Norma Engracia Lobato García, según consta en los anexos de las actas académicas respectivas, al desconocer el Reglamento Interno de la institución y la vocación democrática de su Junta Académica, con una convocatoria a modo.
Este impresentable personaje se presentó en el Foro como el adalid de la democracia y del normalismo, ahora seguramente para intentar permanecer en la Dirección de Escuelas Normales o quizás en una Subsecretaría. Contar con un personaje así en algún puesto directivo en la SEV, sería ominoso para las normales del estado de Veracruz y una bofetada para quienes se vieron ultrajados por el camaleónico priista, panista, perredista, y ¿ahora morenista?; bajo la misma forma en la que defensor de la Reforma de Peña, ahora promueve su cancelación en el Foro y, a la vez, que coaccionado para implementar las mallas de la Reforma Educativa, que denostó mediáticamente en dicho espacio. Hernández Fernández ha impedido cualquier expresión democrática y de respeto al normalismo en el estado, pero se presenta como quien pretende reconstruirlas, cuando él fue actor clave de la erosión democrática de nuestras escuelas.
Fotografía: unionguanajuato.mx