Por: Marcos Salgado. 20/11/2022
Los presidentes de Colombia, Gustavo Petro y de Argentina, Alberto Fernández, junto al anfitrión Emmanuel Macron, participaron en París de una reunión con las dos partes del hasta ahora suspendido diálogo político en Venezuela. Con nuevo impulso y nuevos actores, en la salida a la crisis venezolana parece haber luz al final del túnel.
La foto dice mucho. El presidente de la Asamblea Nacional y jefe negociador del gobierno venezolano, Jorge Rodríguez de un lado de la mesa. Del otro, el negociador por el sector en principio mayoritario de la oposición, Gerardo Blyde. En el medio, los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; de Francia, Emmanuel Macrón, y de Colombia, Gustavo Petro. La canciller de Noruega, Anniken Huitfeldt, completaba la postal.
Pero es mucho más que solo una foto. Apenas salieron del encuentro, los presidentes Petro y Fernández hicieron definiciones en sus redes sociales. “En la mesa donde el gobierno francés, noruego, argentino, venezolano y la oposición venezolana intervienen para revitalizar la mesa de México y el acuerdo político venezolano”, explica Petro en una foto en Twitter, y después, lo importante: “propuse desbloqueo y amnistía general y un pacto de convivencia para las elecciones y después de ellas”, escribió.

En declaraciones recogidas por medios colombianos, Petro explicó los alcances de su iniciativa. Dijo que Estados Unidos tiene que deponer los pedidos de recompensa contra dirigentes del chavismo (aunque parezca increíble, Washington mantiene una recompensa de 15 millones de dólares por la captura del presidente Nicolás Maduro). La cacería alcanza también a Diosdado Cabello, número dos del chavismo; Vladimir Padrino López, ministro de Defensa; y Maikel Moreno, expresidente del Tribunal Supremo de Justicia.
“¿Cómo se puede hacer una elección libre si hay un precio sobre tu cabeza medido en millones de dólares para que te maten?”, se quejó el presidente colombiano. La propuesta de Petro incluye un “pacto de convivencia”, y también una “amnistía general” para que “todo el que está preso por alguna razón política sea liberado”.
El presidente argentino Alberto Fernández, por su parte, posteó un largo hilo en Twitter. “La solución a la crisis venezolana debe ser alcanzada por los mismos venezolanos, a través de negociaciones integrales con participación de todas las partes involucradas, sin presiones ni condicionamientos externos”, postuló Fernández y agregó -en línea con Petro- que “las sanciones afectaron el goce de los derechos humanos de la población, tal como se constata en el informe de la Relatora Especial sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales”.
Diálogo sin bloqueo
El presidente de la Asamblea Nacional y ariete de la estrategia del diálogo del ejecutivo venezolano, Jorge Rodríguez, declaró tras la reunión que los presidentes de Argentina, Colombia y Francia y la canciller de Noruega “se pusieron a la orden” para un proceso de “reanudación” del diálogo entre el gobierno de Venezuela y el sector más díscolo (y hasta hace poco abiertamente destituyente) de la oposición.

Tratando de minimizar el alcance de lo acordado en París, la Unión Europea de decidió el viernes 11 renovar, por otro año consecutivo, las Medidas Coercitivas Unilaterales en contra de Venezuela. El gobierno venezolano recordó que “La decisión de la Unión Europea, publicada el mismo día en el cual el Presidente Enmanuel Macron manifiesta públicamente la voluntad de apoyar las negociaciones entre el Gobierno de Venezuela y un sector de la oposición, es incoherente y constituye una bofetada a la iniciativa francesa denominada Foro por la Paz”.
“Con esta anacrónica decisión se pretende insistir en una estrategia completamente errónea, con la que la UE no ha logrado, en los últimos cinco años, cumplir su objetivo de derrocar al Gobierno Bolivariano ni apartar a nuestro pueblo del rumbo político consagrado en nuestra Constitución”, añade el gobierno de Caracas.
Recuerda asimismo que las Medidas Coercitivas Unilaterales aplicadas ilegalmente por la Unión Europea de forma premeditada, castigan y violan masivamente los derechos humanos del pueblo venezolano, ya que sus consecuencias indirectas terminan por limitar el acceso a alimentos, medicinas, insumos primarios, maquinarias, repuestos y equipos necesarios para garantizar derechos fundamentales y asegurar el normal desenvolvimiento de la sociedad.
Habrá que ver cómo siguen las cosas. Hasta aquí parece claro que la inesperada cita en París para el diálogo venezolano es un barajar y dar de nuevo. Y no es poca cosa.
*Periodista argentino del equipo fundacional de Telesur. Corresponsal de HispanTV en Venezuela, editor de Questiondigital.com. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)
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Fotografía: questiondigital