Por: Ane Amondarain. 04/02/2025
La actriz mexicana Cecilia Suárez, embajadora global de la iniciativa Spotlight contra la violencia de género, advierte de la necesidad de realizar un cambio en la narrativa sobre la violencia machista y poner el foco en los agresores más que en las víctimas para que éstos se responsabilicen de sus actos, “porque la problemática viene de ellos”.
“El foco lo tenemos que poner en ellos porque la problemática viene de ellos, los perpetuadores son ellos. Nosotras ya sabemos lo que queremos, lo hemos gritado, lo hemos marchado, lo hemos firmado… Hemos hecho de todo, ahora toca saber qué está pasando con ellos porque no hablan de lo que sienten, no se expresan sobre aquello que les preocupa o que les duele. No sabemos cómo las masculinidades navegan estas emociones”, asevera Suárez en una entrevista con Efeminista en Quito.
La actriz protagonista de la conocida serie La casa de las flores (Netflix) ha visitado el país andino en el marco del programa Spotlight, ya que Ecuador es el segundo país del mundo y el primero de América en el que se ha comenzado a desarrollar la segunda fase de esta iniciativa conjunta de las Naciones Unidas, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.
Y ha aprovechado esta visita para incidir en la necesidad de empezar a visibilizar y a hablar más de los agresores machistas para que éstos sean conscientes del impacto que tiene la violencia que ejercen en la vida de las mujeres y en el conjunto de la sociedad.
Combatir el negacionismo de la violencia de género
Ante los discursos ‘Not all men’, que defienden que no todos los hombres son iguales, la actriz sostiene que si bien es cierto que no todos se compartan de la misma manera, “el agresor siempre es un hombre”.
“Es ahí donde nos toca poner luz para que se visibilice y se deconstruyan esos argumentos sacados de redes sociales, sin ningún sustento y sin ningún propósito más que el de denostar”, agrega.
Ante el aumento de la desinformación vinculada al movimiento feminista y el negacionismo de la violencia de género, que congrega a muchos jóvenes, Suárez propone trabajar las masculinidades desde el ámbito de la educación en la infancia y adolescencia para acabar con los estereotipos de género, y poner fin a la reproducción de los comportamientos machistas.
También recomienda que el sistema educativo trabaje el pensamiento crítico y se garantice una educación digital, con el fin de que los y las adolescentes tengan las herramientas necesarias para hacer frente a la desinformación de género.
Falta de voluntad política para erradicar la violencia machista
Asimismo, Suárez afirma que los intereses partidistas y la impunidad por parte de la Justicia impiden avanzar hacia la igualdad.
“Hoy el mundo carece de consenso. Los intereses partidistas hacen que sea mucho más complicado avanzar (en materia de igualdad), y lo que hace falta es comprender que un país que le niega a la mitad de su población derechos fundamentales, estará condenado a no llegar a su máximo potencial”, asegura.
Con la vista puesta a nivel regional, confiesa que “los temas de mujeres muchas veces son denostados para quienes ejercen dentro de la política”, y señala que aún hace falta “un entendimiento profundo de la problemática”, así como mayor consenso y voluntad política para trabajar por la erradicación de la violencia machista en América Latina.
Insiste en que este compromiso es imprescindible para implementar leyes y programas, y conseguir así que el acceso a la justicia y la reparación se vuelve real, ante un contexto en el que la Justicia es uno de los principales escollos para avanzar en derechos de las mujeres y las niñas.
Dejar de revictimizar a las mujeres en el sistema judicial
En este sentido, Suárez hace un llamado a que el sistema jurídico haga efectivas las leyes que se han promulgado en materia de género en los últimos años y que se eduque al personal en enfoque de género.
“La clave en gran medida de muchos de los problemas de nuestros países es que el sistema jurídico no es competente y no hace su trabajo”, lo que deriva en que la impunidad sea un “río creciente”, lamenta.
“Es gravísimo que quien presenta una demanda se enfrente a la revictimización, que salga de una violencia para entrar en otra. Es complejo, pero las claves y las pautas están dadas, lo que toca ahora es consenso y accionar”, agrega.
Un retroceso en el compromiso de los Estados
Suárez también reconoce un retroceso a nivel mundial en el compromiso de los Estados para la erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas fruto de una confluencia de factores.
“Es la conjugación de muchos elementos: un descontento generalizado, falta de pensamiento crítico, condiciones de vida que no permiten pensar más allá del día de mañana y el tener al frente líderes con muy poca responsabilidad social”, apostilla.
Respecto a la visita realizada en Ecuador, la mexicana asegura que “el escenario generalizado de violencia” que se vive en su país, y que afecta de manera desproporcionada a mujeres y niñas, también se da en Ecuador.
“En esta visita me estoy dando cuenta de que se está reproduciendo acá (en Ecuador) el escenario generalizado de violencia” de México, declara Cecilia Suárez preguntada por qué es lo que está fallando ante el alto número de feminicidios en su país natal, que registra al menos 10 casos cada día, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
“Nos hacen falta series que hablen de lo masculino”
La protagonista de la aclamada serie La casa de las flores señala que el audiovisual puede ser un buen método para concienciar a la sociedad sobre la violencia machista y reconoce que, muchas veces, lo que más vende no es lo que más ayuda a avanzar como sociedad.
Asegura que existen muchos productos audiovisuales en los que se retrata la problemática de la violencia de género, sin embargo, echa en falta series y películas que pongan el foco en las nuevas masculinidades.
“Nos hacen falta series que hablen sobre lo masculino. No sobre la masculinidad típica ideada por el patriarcado de fuertes galantes siempre dispuestos a seducir, sino que del hombre que tiene derecho a ser frágil, a dudar, a ser empático, a amar a sus hijos y respetar a su pareja. Esos modelos son los que necesitamos ahora”, expresa.
Porque cambiar la narrativa y empezar a poner el foco en los agresores y en los hombres, en general, también puede empezar por el audiovisual.
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Fotografía: Efeminista