Por: Carlos Araneda Espinoza. 06/02/2025
En nuestro país y el mundo al parecer se han transformado los paradigmas y el origen de la humanidad que siempre fue en cooperación, en estos tiempos en lo relativo a la convivencia, intereses comunes y valores democráticos, están cambiado drásticamente, se han reemplazado por fuerzas de poder mediatizadas por el lucro.
Hipnopedia (del griego hipno, sueño, y pedia, educación. En español actual sería (educación a través del sueño) es la palabra empleada en la novela “Un mundo feliz”, de Aldous Huxley, acuñada al proceso de aprendizaje a través del sueño que padecen los sujetos durante la niñez. Para Adela Cortina (filosofa y cientista política española), la hipnopedia crea personas de mente cerrada, incapaces de abrirse al dialogo con otros para enfrentar conjuntamente los desafíos de la época, tecnociencias e hipnopedia son combinaciones perfectas para crear un mundo anestesiado.
En esta nueva lógica la reciente llegada al poder de Donald Trump, indudablemente ha impactado al mundo, sus primeras 78 medidas, si bien las había anunciado previamente, representan una amenaza en cómo podría afectar el funcionamiento de la democracia liberal del mundo occidental, no voy a repetir todo lo comentado después del 20 de enero, pero no dejó indiferente la presencia en la asunción al poder de los millonarios Elon Musk,(X) Jeff Bezos (Amazon), Mark Zuckerberg(Meta) y Sundar Pichai (Google), grupos económicos reaccionarios mundialmente conocidos, coludidos utilizando todo su poder para incentivar gobiernos de ultraderecha, uno ya entregó su apoyo a la Alemana Alice Weidel, previo a las elecciones que enfrentarán en febrero en dicho país; otros vendiendo datos privilegiados que almacenan en sus plataformas digitales de alta gama (caso Brexit), se unen para enfrentar el caso chino que está claramente vinculado a un paradigma de Estado-plataforma que ejerce un control absoluto sobre su población.
En Estados Unidos reafirmaran una propuesta neoliberal que traslada esa capacidad hegemónica a las corporaciones, que desarrollan un mercado digital basado en el egoísmo, los deseos y anhelos más inconscientes que definen al ser humano cuando se relaciona con la tecnología, como nunca, la democracia está en peligro desde la propia democracia.
Como pueden observar el cuadro que se ha creado efectivamente pone en cuestión la democracia como la entendemos en la actualidad y el poder que ejercen estos personajes en las RRSS, con algoritmos como forma de controlar a usuarios y países es tan preocupante que obligan y sublevan nuestras conciencias que convocan a unirnos en esta etapa de la historia que nos toca vivir. La humanidad ha transitado por ciclos muy complejos, en que solo la unidad de propósitos y acuerdos mínimos, dejando de lados las diferencias, han permitido salir adelante priorizando principios fundamentales para una convivencia en libertad, fraternidad, solidaridad y de cooperación mutua.
En este contexto político mundial, se requiere de una reflexión profunda, buscar puntos en común, nuestras convicciones que a veces las defendemos con tanta pasión que no escuchamos las legítimas opiniones de un tercero, que aspira un progreso solidario y apuesta también por avanzar en la igualdad de condiciones para construir una sociedad más equitativa, en esa escucha respetuosa y consciente, perfectamente es válido cambiar de opinión, como dijo Winston Churchill. “No hay nada malo en cambiar de opinión, lo malo es no tener opinión o no cambiarla cuando las circunstancias lo requieren; un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión o no quiere cambiar.”
Nuestra historia esta provista de muchos ejemplos de unidad para enfrentar adversarios o evitar calamidades mayores, como las leyes sociales a comienzo del siglo pasado, la Constitución del 25, la unidad para sacar al dictador Ibáñez, la unidad en torno a Pedro Aguirre Cerda, la lucha contra Videla por la Ley Maldita, el voto femenino, apoyo a Frei Montalva por leyes sociales y Reforma Agraria, la unidad de la izquierda en favor de Salvador Allende, la lucha contra la dictadura para derrotarla con un lápiz, en fin, son muchos los ejemplos en que distintos actores y partidos tuvieron que ceder o cambiar de opinión para avanzar en reformas necesarias para el país.
¿Seremos capaces de unirnos en un amplio arco progresista?, ¿Podremos por un momento bajar nuestras banderas, ideas, para construir un gran conglomerado que defienda la democracia?
Entonces, como dice Cortina con este concepto de hipnopedia, en esta nueva coyuntura mundial y nacional, en diciembre de este año se aproximan elecciones presidenciales y parlamentarias, el desafío es unir fuerzas para enfrentar campañas millonarias, violentos debates políticos que se aproximan rápidamente con banderas populistas, nacionalistas, casi fascistas, otros seguirán en sus trincheras amuralladas, nostalgias y utopías, defendiendo la trilogía de países con sus particularidades que solo dividen, y mirando siempre el vaso medio vacío. ¿Seremos capaces de unirnos en un amplio arco progresista?, ¿Podremos por un momento bajar nuestras banderas, ideas, para construir un gran conglomerado que defienda la democracia? Es muy importante que solos en nuestra conciencia de hombres y mujeres de izquierda, se expresen las respuestas más adecuadas, como dice A. Gramsci “Instrúyanse, porque tendremos necesidad de toda vuestra inteligencia. Agítense, porque tendremos necesidad de todo vuestro entusiasmo. Organícense, porque tendremos necesidad de toda vuestra fuerza”. La unidad y organización en los próximos meses serán cruciales para enfrentar los cercos que nos acosarán.
Estas reflexiones de verano 2025, y para no caer en la Hipnopedia, es primordial comentar y compartir algunas definiciones que plantea Humberto Maturana para reforzar la democracia. En una charla realizada en el salón de Honor de la Universidad de Chile en 2015, propone siete condiciones para tener un proyecto de convivencia democrática: querer convivir, mutuo respeto, honestidad, colaboración, equidad, ética y reflexión. Estas condiciones están entrelazadas entre sí, y son fundamentales en una democracia que muchas veces olvidamos. Querer convivir significa vivir con el legítimo otro y aceptar la diversidad, por eso el mutuo respeto en todos los aspectos de nuestras vidas son importantes, requiere una voluntad propositiva. No se puede imponer sin el consentimiento del otro. Viviremos en democracia en tanto queramos hacerlo. La honestidad, hoy muy cuestionada por los acontecimientos acaecidos últimamente, debemos actuar con honestidad al cumplir las normas de convivencia ciudadana y ser confiables en el cumplimiento de los acuerdos del pacto social.
La ética, un valor que hoy cobra más relevancia, sin ella se cae todo lo demás, como muestran los escándalos en el poder judicial, caso audios y otros, dan cuenta que es hora de modificar el currículo escolar, incorporando la ética en una asignatura desde la educación básica. La ética es parte de nuestra convivencia cultural. Los seres humanos nacemos en la confianza implícita de que seremos acogidos de manera amorosa por el micro sistema que inicialmente nos socializa.
La colaboración tan cuestionada en estas últimas décadas, con el individualismo exacerbado, lo competitiva que se ha vuelto la sociedad en general, mientras que la colaboración o cooperación es la interacción fundamental en una convivencia democrática. Cooperamos en nuestros espacios de socialización primaria: La familia, vecinos, los grupos de referencia y también aún sin conocernos en grupos donde compartimos valores de solidaridad. La equidad social, tan difícil en Chile y el mundo, como ejemplo puedo citar la reforma de pensiones en nuestro país, 20 años discutiendo dicho tema y recién se vislumbra un avance. La equidad es la justicia aplicada en nuestro convivir.
Por último, la autonomía reflexiva nos hace sujetos libres para escoger en cada momento nuestras deriva y asumirlas. La capacidad de autocrítica, en cada uno es fundamental, nuestras tradiciones y resultados en el convivir nos convierte en agentes propositivos de nuestras aspiraciones. También la posibilidad si queremos hacer lo que hacemos o sea reflexionar, tiene que ver con la libertad y autonomía reflexiva. Según Maturana si faltan uno de estos siete principios o condiciones, se cae toda la convivencia democrática, por eso no es fácil la construcción democrática, es permanente y compromiso de todos, absolutamente de toda la sociedad, nadie se puede restar, especialmente ahora con la amenaza del norte.
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Fotografía: El quinto poder