Hambruna en el cuerno de África: una catástrofe anunciada
Por: Kaos en la red. 04/06/2022 La crisis alimentaria es uno de los principales problemas a los que se ha enfrentado África durante décadas. Además de los problemas estructurales que atraviesa el continente, en los últimos años se han producido una serie de acontecimientos que han empeorado la situación: plagas de langostas, sequías, conflictos internos y la guerra en Ucrania. La hambruna tiene importantes consecuencias en diversos ámbitos. La más inmediata es la muerte de millones de personas por inanición. Las oenegés Save The Children y Oxfam Intermon han advertido que si la crisis no se revierte podría morir una persona cada 48 segundos. Asimismo, la escasez de alimentos origina otras secuelas que se retroalimentan mutuamente. Si no hay alimentos disponibles para toda la población, aumenta la malnutrición, el consumo baja, las familias se ven obligadas a gastar más dinero en comprar comida por lo que el endeudamiento aumenta y, por consiguiente, la pobreza se incrementa. La hambruna “es una clasificación técnica específica de inseguridad alimentaria, mortalidad y desnutrición entre la población”, de acuerdo con la definición elaborada por la oenegé Acción contra el Hambre, y se declara cuando se cumplen los siguientes criterios:- 1 de cada 5 hogares sufre extrema escasez de alimentos
- Más del 30% de la población está desnutrida
- Mueren al menos 2 de cada 10.000 personas al día
- Mueren 4 de cada 10.000 niños menores de 5 años al día
Desde el comienzo de la guerra, Rusia ha bloqueado los puertos de Ucrania impidiendo que salgan los productos alimentarios que tanto se necesitan. Ucrania supone un importante exportador de alimentos a nivel mundial y en especial para África en 2019 supuso el 42% de las exportaciones globales de aceite de girasol, así como el 16% por ciento de las exportaciones de maíz, el 9% de las exportaciones de cebada y el 9% de las exportaciones de trigo. Estados Unidos calcula que podría haber 20 toneladas de trigo paralizadas en los puertos ucranianos y se están buscando alternativas para su salida del país, aunque es una operación que plantea una gran dificultad.
Como ya comentábamos anteriormente, los alimentos constituyen una importante herramienta de poder e influencia que en este conflicto están ocupando un papel protagonista. Tras la invasión de Ucrania, Occidente reaccionó en contra condenando la agresión e imponiendo numerosas sanciones, pero la respuesta no ha sido igual en todo el mundo. Los países africanos tienen sus propias estrategias, objetivos y alianzas que pueden diferir de las que existentes en Europa o Estados Unidos. Los gobiernos africanos tratan de mantenerse neutrales en los conflictos entre grandes potencias, pero al mismo tiempo se encuentran en un dilema estratégico. Rusia ha aumentado significativamente su influencia en África en diversos ámbitos en los que se encuentran el comercio de alimentos. En la actualidad, no obstante, las sanciones contra la potencia euroasiática dificultan el comercio bilateral, lo que resulta perjudicial para los países africanos. Por otro lado, si toman una postura en contra de Rusia, el Kremlin podría emprender acciones como represalia.
Una acumulación de problemas
El continente africano se enfrenta a una grave crisis humanitaria en la que miles de persona están en peligro de morir de hambre. Desde 2020 se han dado una serie de factores que han ido acumulándose hasta formar el caldo de cultivo perfecto para que produzca dé esta situación. Las oenegés han denunciado la escasez de medios para luchar contra la emergencia humanitaria y que podría haberse evitado. Las crisis de hambre hacen que el resto de problemas a los que se enfrenta la región, como el yihadismo o crimen organizado, se agudicen y resulte más complicada su erradicación.
Al mismo tiempo es un causante de tensiones sociales y en varios países de la región hemos podido ver protestas contra el incremento del precio de los alimentos. La primavera árabe es uno de los casos más paradigmáticos en los que la pobreza y el hambre conducen a protestas sociales masivas que pueden acabar en el derrocamiento de gobiernos. Sería esperable un aumento de las convulsiones sociales de una población que ya estaba descontenta y que se ha vuelto imposible conseguir alimentos.
Autoría: Andrea Chamorro
Fuente: Descifrando la guerraLEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ
Fotografía: Kaos en la red