Por: Adolfo del Ángel Rodríguez. Supervisor escolar de escuelas primarias en Veracruz (México). Subdirector de vinculación con organizaciones sociales e instituciones del Portal Insurgencia Magisterial. 15/12/2024
Una reflexión interesante se dio en una mesa redonda que comenzó como un espacio para planear actividades docentes para el desarrollo de la Tercera Sesión Ordinaria Consejo Técnico, en la que, para comenzar, se habló acerca de una actividad que se ha venido realizando mes con mes, llamado Taller de lectura. En esta ocasión, tocó el turno de Macario, un cuento de Juan Rulfo contenido en El llano en llamas.
La intención del texto era despertar emociones y, por otro lado, relacionar lo que sucedía con el protagonista con lo que ocurre en la escuela y cómo actuamos al respecto como comunidad escolar. Al escuchar argumentos de los participantes, llamó la atención el punto de vista de cada uno de los presentes, aportando cada uno desde su perspectiva un panorama que enriquecía el de los demás.
Fue en ese momento cuando comentamos que era increíble cómo cada quien le daba un enfoque diferente a lo leído, reflexionando que, efectivamente, el arte cumple ese propósito: si tiene que ser explicado, no es arte. Es por ello que cada quien, desde sus propias herramientas acumuladas durante su experiencia, es como puede construir una interpretación de lo leído.
Posterior a esta actividad, entramos en materia para hablar de los ejes articuladores enmarcados en el Plan de Estudios 2022, de los que se abordó su definición y su papel en el logro del perfil de egreso de los alumnos de educación básica, escuchando opiniones al respecto, sobre todo el cómo se abordan en las actividades cotidianas del aula. En uno de los puntos de la planeación, se planteó que en sesión plenaria se diera una conclusión de cómo se abordan en cada escuela, siendo entonces cuando surgió una pregunta: ¿por qué no nos enseñan a cómo usarlos de manera práctica?
Fue en ese momento en el que se retomó lo analizado con el cuento Macario, con respecto a la interpretación, comentando que en cada uno de los contextos se interpreta de manera diferente su utilización de acuerdo a los intereses y necesidades de la comunidad educativa. Asimismo, se comentó que con el hecho de preguntarse cómo utilizarlos en la escuela es un buen comienzo para abordarlos, ya que no hay una respuesta absoluta para ello, llegando a la conclusión de que la idea de escuchar y escucharnos a través de otros tiene como propósito no el llevarse respuestas sino más preguntas, las cuales nos permitirán remover esquemas que nos permitan visualizar de manera diferente lo que hasta ahora hemos hecho.
Antes estas reflexiones, surgió otra pregunta: Y, entonces, ¿todos tienen la razón? La pregunta cumplió su función. Movió esquemas. Ante esa pregunta, retornamos a la reflexión del principio: escuchar y escucharnos a través de otras voces nos permite ampliar nuestro panorama de cómo vemos el hecho educativo. Coincidimos en que lo que se realiza en las escuelas depende de dos factores: de los recursos intelectuales del docente y de la realidad en la que ejerce su labor, por lo que cada uno emplea de acuerdo a esos elementos los ejes articuladores, por lo que un ejercicio productivo sería aprender a observar qué ejes hemos utilizado, cuáles me ha hecho falta incorporar y, sobre todo, cómo hacerlo.
En este ejercicio de escuchar y escucharnos, recuperamos la idea de que lo construido en un determinado contexto no es falso ni verdadero, sino que es válido para el aquí y ahora en el que se desarrolla el acto educativo, por lo que no se trata de evaluar de manera cuantitativa lo conseguido sino de analizar los procesos que se han seguido para que se actúe de tal o cual manera, por lo que, consideramos importante en realizar el ejercicio de convivencia y de intercambio de ideas en los que se contrasten y se confronten ideas con el fin de desmenuzar nuestras prácticas y enriquecerlas con la visión de los demás.
Y al final, no es que todos tengan la razón, sino más bien cada uno construye una respuesta de acuerdo a las necesidades e intereses detectados en el contexto en el cual se encuentra, tratando de dar respuesta a situaciones presentes en un momento determinado, por lo que lo propuesto ahora puede ser que no sea adecuado para otro momento y circunstancia, pero sin duda, el saber cómo se ha hecho en otros momentos y en otros espacios enriquece las herramientas que poseemos para poder actuar de mejor manera cuando se amerite, siendo por ello importante concebir que no hay respuestas definitivas a situaciones, sino más bien acciones válidas en un aquí y un ahora que permitirán el abordaje de situaciones particulares.
Fotografìa: Revista Salto de Emergencia