Por: Ana Basanta. 11/09/2023
Incluir los derechos humanos, las migraciones y las minorías en la historia contemporánea forma parte del proyecto de esta organización que aporta material a los centros educativos
Smilemundo es una organización nacida en Barcelona en 2011 que aporta herramientas educativas, tecnológicas y creativas para promover valores sociales. Recientemente, ha ganado el certamen internacional Erase Indifference Challenge organizado por el Auschwitz Pledge Foundation gracias a un nuevo juego interactivo que recrea mecanismos de discriminación y alerta sobre la indiferencia.
Se trata de un proyecto que se desarrollará en los próximos meses con la financiación obtenida y que enfatiza en los primeros síntomas de la discriminación. La directora y fundadora de Smilemundo, Aleksandra Zemke, señala que es “una experiencia social gamificada que recrea los mecanismos de discriminación para que puedas sentir cómo se siente ser minoría o puedas sentir cómo ser siendo ser un perpetrador o una persona indiferente”.
“Llevamos más de 10 años de experiencia en educación para el cambio social. Hemos hecho talleres en España, Polonia, Chile, Holanda, Sri Lanka… y hemos visto que las raíces de la discriminación son las mismas”, añade Zemke.
El proyecto de educación antidiscriminatoria, uno de los cuatro ganadores de las cerca de 120 iniciativas que se presentaron a concurso, quiere mostrar los riesgos de ser indiferente ante las injusticias para poner en valor “el poder de tu voz, el poder que tienes para proteger a las minorías discriminadas”.
“Diseñaremos un juego que recreará los mecanismos de discriminación, sin que el alumnado sepa que lo están recreando”, remarca Zemke, y es que uno de los objetivos de Smilemundo es introducir en la historia contemporánea el papel de las migraciones, las minorías y los derechos de las personas tradicionalmente invisibilizadas, como las mujeres o el colectivo LGTBIQ+, bajo el convencimiento de que la identidad europea no se puede construir de espaldas a los movimientos sociales.
Historia y Ciencias Sociales
En este sentido, la organización trabaja en la puesta en marcha del proyecto ‘Digital Historytelling’ (DIGHIST), junto con la Fundación Escuela con Clase, de Polonia, y la Fundación Rey Balduí, de Bélgica. Las tres entidades han recibido financiación de la Unión Europea para elaborar un conjunto de herramientas digitales dirigidas a facilitar el trabajo de los docentes de Historia y Ciencias Sociales. El proyecto está dirigido a alumnos de entre 12 y 16 años.
En DIGHIST hay material sobre los totalitarismos en Europa, por ejemplo, y sobre las migraciones. “Nos interesa trabajar con docentes de historia que busquen herramientas innovadoras para trabajar en el aula y, después, dejarles el material para uso abierto”, indica Zemke.
Otro proyecto es Fake kNOw More, de la mano de la Fundación Escuela con Clase como organización líder y las asociaciones AdFaber de Rumanía, FakeScape de la República Checa y Demagogo de Polonia. Las entidades quieren trabajar directamente con el personal educador de centros terapéuticos, centros comunitarios, entornos educativos informales y escuelas, para dotarlas de materiales y herramientas formativas con las que trabajar con jóvenes en situación de vulnerabilidad.
Matemáticas y roles de género
El origen de estas sensibilidades para educar teniendo en cuenta a las personas que sufren discriminación tiene que ver con el aprendizaje de matemáticas. Constataron, en un programa conjunto con entidades de Polonia, Irlanda y Holanda, que había que reorientar la manera en que esta materia se había impartido tradicionalmente, alejándola de un enfoque más teórico y abstracto, para acercarla a la economía del día a día.
El proyecto de matemáticas quería resolver problemas de la vida real y así, por ejemplo, vieron que, al elaborar el presupuesto de una familia, los roles de género estaban mucho más marcados en algunos países que en otros, conectando con cuestiones locales y del entorno del alumnado. Y quisieron ir más allá.
“Incluso en este tema vimos que había muchas diferencias de aprendizaje: al calcular el presupuesto de la familia, lo que se diseñaba en Polonia parecía discriminatorio en España, según si la figura principal era el padre o la madre. Incluso en las matemáticas nos costaba encontrar aspectos comunes para aplicar en los países europeos”, recuerda Zemke.
“Tenemos muy buena relación con los socios con los que trabajamos. Fuimos aprendiendo y decidimos usar las herramientas digitales también. La Covid nos inspiró para crear más contenido interactivo. Nos llevó meses llegar a diseñarlo. La historia de España, por ejemplo, explicada desde Europa no parecía aceptable”.
Las identidades y las realidades, remarca, están llenas de complejidades y es por eso que, en la actualidad, Smilemundo está enfocada en el tema de las minorías, la discriminación y la historia contemporánea europea, para mostrarlas de manera creativa, didáctica y eficaz.
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Fotografía: El diario de la educación