Por: MARC CASANOVAS. 11/09/2023
Retorno a Atenas y Los pocos y los mejores constituyen un excelente intento de reactivar el imaginario democrático en las sociedades contemporáneas. Moreno Pestaña nos propone un método para desautomatizar nuestra mirada sobre los sistemas políticos del presente y un marco teórico y práctico para evaluar críticamente sus formas políticas a la vez que ofrece una caja de herramientas para ensayar repertorios de participación política que permitan constituir una comunidad política que rompa con los procesos de oligarquización que informan nuestros sistemas actuales.
El punto de arranque de esta aventura teórica parte de su propia experiencia personal, del ciclo político abierto por el 15M y sus posibilidades democráticas, a la vez que los problemas que planteó a nivel organizativo está irrupción masiva de la ciudadanía en la vida política; de las derivas de integración sistémica, clientelismo, cooptación y verticalización política posterior, hasta las pulsiones autoritarias y oligárquicas que dominan la política en medio de la actual crisis ecosocial.
Moreno Pestaña arremete con solvencia contra todas las justificaciones epistémicas de esta deriva sistémica: su supuesta eficacia, la dictadura de los expertos, la tecnocracia…Todo ello en pos de una lógica instituyente (de un demos democrático) que pueda gestionar los intereses comunes sin renunciar a la eficacia epistémica.
A caballo entre España y Francia, las investigaciones de este profesor de filosofía de la Universidad de Granada han girado en torno a la sociología de las ideas y de los intelectuales, de la sociología del cuerpo y de la enfermedad mental, y de la epistemología de las ciencias sociales en general. En este sentido, Retorno a Atenas también puede ser leído como una investigación crítica sobre las formas de recepción histórica y el orden del discurso en la historia de las ideas y la filosofía política en particular, así como de la academia en general.
En la estela ético-metodológica de sus admirados Jesús Ibáñez y Pierre Bourdieu, Moreno Pestaña no nos ofrece una aproximación a la democracia ática como si está permaneciese proyectada de forma etérea sobre la bóveda celeste del mundo de las ideas; por el contrario, el autor de Retorno a Atenas va desplegando a lo largo de su obra los diferentes contextos de enunciación y recepción de los textos griegos sobre la democracia (y los derroteros de su propia constitución como fuentes), a la vez que va poniendo las diferentes interpretaciones de los mismos en relación a los contextos, debates políticos de época y preocupaciones de los autores que los interrogan desde el presente. De esta manera, estos se van iluminando mutuamente (dejando sesgos, contradicciones y puntos ciegos en evidencia) para finalmente acabar ofreciendo una visión de conjunto más enriquecida de la experiencia ática y sus posibilidades críticas de reactivación para los retos actuales.
Dos ideas centrales organizan, pues, Retorno a Atenas:
1) Actualizar en las sociedades contemporáneas el principio antioligárquico que informa desde su creación ateniense la experiencia democrática. Y cómo esta actualización o reactivación nos puede ayudar a pensar también el legado del paradigma marxista, sus degeneraciones totalitarias y los interrogantes que abren respecto los proyectos emancipatorios del presente.
2) Hacer esta actualización o interrogatorio a la Grecia clásica desde los problemas actuales sin caer en el presentismo ni en las distintas modalidades de escolasticismo filosófico.
Es por todo ello que, a su vez, Retorno a Atenas se estructura a partir de tres ejes temporales (la Grecia clásica, la Francia de los años 70- 80 y el presente); dos marcos de recepción e interrogación histórica: la crisis del marxismo y la revolución conservadora a caballo entre los 70 y 80; y la crisis de legitimidad de las democracias representativas (la experiencia del 15M y su deriva política posterior). Cuatro autores analizan los textos de la democracia clásica desde sus respectivos contextos y preocupaciones: Foucault, Rancière y Castoriadis para los años 70-80 y el propio José Luís Moreno Pestaña para el presente.
Este método permite al autor ir fundamentando la pertinencia para los problemas del presente de su propia propuesta: la democracia “como principio antioligárquico”. De este modo el autor irá configurando a lo largo del libro tres principios que se desprenden del estudio de los tres autores mencionados y que, finalmente, funcionarán “como un test de detección de la oligarquía en tres dimensiones de una comunidad política” (Moreno Pestaña, 2020, p.16).
El primer principio será lo que el autor llama la “tangente Edipo/Creonte”. Siguiendo los análisis de Foucault y Castoriadis respecto a las tragedias de Edipo Rey y Antígona en cuyo seno ambos autores identifican, desde diferente prisma político, los conflictos inherentes a la democracia griega y a la propia tragedia griega como el género democrático y antioligárquico por excelencia.
A través de la tragedia ática, decíamos, veremos cómo en los momentos de crisis política y social los dirigentes democráticos empiezan a dejar fuera a la gran mayoría de los afectados por sus decisiones en pro de la eficacia. Y veremos cómo, llevados por esta hibris, generan sin remedio lo que el autor llama un exceso de “costos externos”:
“El mal de Edipo y Creonte nace en una tendencia autorreferencial. De la tendencia a concentrar los debates políticos en espacios restringidos donde muy pocos batallan por recursos políticos, en pro de la eficacia. La realidad deviene una concentración de conspiraciones y su gestión inacabable” (Moreno Pestaña, 2020, p.17).
En efecto, a cualquier lector mínimamente familiarizado con el ciclo político que abrió el 15M le resultará difícil no pensar al leer estas páginas (nombres y apellidos incluidos) en qué y quién está pensando el autor en cada momento, más allá de la referencia genérica a las asambleas del 15 M y sus derivas partidarias posteriores.
Decíamos que estos líderes democráticos caen en la hibris de la paranoia y la conspiración (propia de toda involución burocrática permanente) para evitar lo que el autor llama los “costes de transacción”. Estos últimos son los que se derivarían de la práctica democrática ampliada a la mayoría y no solo a los elegidos, es decir:amateurismo, problemas a la hora de ser eficaces en las tomas de decisión etc… Sin embargo, la lección de las tragedias atenienses y del ciclo político que nos precede es clara: “Es preferible el costo transactivo a los costos de dirigentes fieramente encerrados en sus conflictos autfágicos” (Moreno Pestaña, 2020, p.2).
El segundo principio antioligárquico se desprende del primero y se refiere a lo que el autor llama “la epistemología política del especialista”. Apoyándose esta vez en los debates de los autores en torno del diálogo de Platón en El Protágoras, arremete contra las involuciones tecnocráticas que amarran las democracias actuales. Y rescata la combinación de principios procedimentales de la democracia griega (la elección y el sorteo) con el objetivo de gestionar la necesidad de especialistas en problemas técnicos (elección) sin menoscabo de la participación democrática en el gobierno por parte de los más (el sorteo y la rotación). Lo cual constituye un aprendizaje en sí de las competencias deliberativas para gobernar y ser gobernados de la mayoría a través del sorteo y la rotación de cuya combinación se constituye dicho principio epistemológico antioligárquico.
Sin duda (y a nivel más micro), cualquier docente un poco veterano del sistema público no obligatorio será especialmente sensible a este segundo principio. Pues la velocidad en que las formas de management y “liderazgo pedagógico” han desmantelado una participación realmente democrática en la escuela pública en los últimos años ha sido trepidante.
Atrás quedan las experiencias instituyentes en el seno de lo público que permitieron estructuras horizontales vinculantes con capacidad decisoria; de direcciones (cuando las había) no profesionalizadas y colectivas, limitadas en el tiempo, sujetas a la elección directa (o el sorteo)entre compañeros y comunidad educativa (y revocables en cualquier momento).Hoy la gobernanza escolar, se parece cada vez más a una triste parodia de la empresa privada: toneladas de morralla burocrática, alienación y competitividad entre compañeros jerárquicamente dispuestos para el “ordeno y mando”, y todo en pro de la “eficacia epistémica” y “profesionalidad” de “los mejores” frente la “apatía congénita” de los claustros…
En este sentido, el tercer principio (principio de motivación antifaccioso de la libido política) intenta modular desde perspectivas muy distintas el nacimiento del deseo político (Moreno Pestaña, 2020): A la luz de textos y comentarios sobre la Política de Aristóteles, Tucídides, Pericles o El Banquete de Platón, se interroga sobre las experiencias de constitución de un demos que rompa con las redes clientelares y privilegios económicos (la reconversión del capital económico en capital político), y sobre las condiciones materiales y morales para la participación política de los más.
Este tercer principio, que el autor reconstruye (entre otros) a partir del marco de recepción de los debates sobre la autogestión de los años 70 en Francia, le permite elaborar una hipótesis investigadora: después de deconstruir las formas de enquistamiento oligárquico en los sistemas representativos contemporáneos ¿podríamos aplicar el principio antioligarquico al campo de la economía? ¿servirían estos principios para el terreno de la organización económica? Con este salto Moreno Pestaña trasciende el marco del radicalismo democrático para deslizar un programa de estudio que nos podría llevar a las compuertas de los debates estratégicos de cómo pensar una democracia socialista hoy.
Pero para hacer caminar propuestas que permitan avanzar en la democracia, primero es necesario desbrozar el camino de los mitos que la subyugan. Cuando los actuales sistemas políticos y sus procedimientos aparecen como los únicos posibles, resulta imposible hacer sensible al material del presente los “gérmenes” de transformación que nos proponen la actualización de ciertos repertorios democráticos del pasado. El objeto de la democracia no puede someterse a las “variaciones imaginarias” de los principios antioligárquicos que Moreno Pestaña propone si antes no deconstruimos las formas de fetichismo político que amarran el presente.
Es por ello que en Los pocos y los mejores el autor nos ofrece herramientas para una crítica radical de las formas de naturalización de nuestros sistemas políticos actuales, y ello a partir de una lectura original de la idea de fetichismo en Marx.
Para hacer esto, primero nos ofrece un diagnóstico del fetichismo político apoyándose en las distinciones de Marcuse respecto a la represión necesaria y la represión excedente, la distinción de Habermas entre integración social e integración sistémica y entre mediaciones primarias y mediaciones secundarias de Jacques Bidet. Con todo ello analiza los mecanismos a partir de los cuales los actuales sistemas políticos se imponen como la única forma realista y posible de orden político y social:
“En el mundo del fetichismo todas las mediaciones secundarias son primarias, cualquier integración sistémica se encuentra vinculada a lo más íntimo de la reproducción de la especie humana y cualquier represión excedente se presenta como si encarnara el espinazo de la existencia psíquica” (Moreno Pestaña, 2021, P.3).
Y para salir de este atolladero, decíamos, desarrolla una lectura personal y original que parte de la crítica del fetichismo en Marx: “la definición de fetichismo político en la que iré más allá de Marx resulta clave para identificar dónde puede actuar mi propuesta de la democracia como principio antioligarquico” (Moreno Pestaña, 2021, p.51).
Recogiendo el concepto de capital político en Bourdieu y capital militante en autores de su escuela como Matonti y Poupeau, Moreno Pestaña vuelve a Marx para hacer más operativa la crítica de Bourdieu: así, en su actualización de la idea de fetichismo, introduce la distinción de Marx entre capital y mercado aplicada al campo político. De este modo, “puede pensarse en un fetichismo del participante en el mercado y la organización, que denominaré fetichismo desde abajo. El fetichismo del capital y del mando es, evidentemente, un fetichismo desde arriba” (Moreno Pestaña, 2021, p. 67)
Con esta actualización, la crítica del fetichismo permitiría distinguir el tipo de fetichismo según el actor y el mecanismo de relación con el poder en el campo político. De este modo se puede empezar a desplegar de forma inteligible para el presente las distintas vías de salida al mismo que hagan operativas las propuestas del autor sobre la democracia como principio antioligárquico.
En resumen, leídas conjuntamente, estas dos obras constituyen un excelente programa de investigación e intervención política. Un excelente punto de partida para pensar la crisis de las democracias actuales y avanzar hacia un horizonte anticapitalista donde el factor institucional y el democrático no devengan puntos ciegos para los proyectos emancipatorios.
Efectivamente, como demuestra Moreno Pestaña, la experiencia ática nos interpela. Y estos dos libros representan un valioso material de reflexión para pensar la democracia estratégicamente: como proceso y objetivo, como el instrumento de intervención y participación de los más para la transformación tanto en el terreno político y social como en el económico de nuestro presente.
Su método consigue hacer dialogar de forma productiva algunas de las diferentes contribuciones que han pensado y actualizado la experiencia ática en medio de la “crisis del paradigma marxista”. Pero precisamente por ello, se echa de menos un análisis al mismo nivel sobre la caracterización que se hace de esta “crisis”, de su legado y puntos ciegos (ya que planea por todo el primer libro constituyendo un importante leitmotiv).
En este punto, Moreno Pestaña parece dar un rodeo por la llamada “segunda izquierda” de la Francia de los 70 a través de la figura de Pierre Rosanvallon. Lo cual está totalmente justificado pues resulta una figura central, en cuanto interpela por igual a un Foucault y un Castoriadis en su empeño desigual de ajustar cuentas con el marxismo: “durante los años setenta se configura en Francia un polo en la izquierda que reivindica la democracia económica radical –la autogestión– y rechaza los referentes económicos y políticos de la tradición socialista” (Moreno Pestaña, 2021, p. 107)
Y si bien es cierto, como señala el autor, que los años 80 no están contenidos en los 70 (la deriva de integración sistémica de esta segunda izquierda es de sobras conocida tanto a nivel político como sindical), se echa de menos, decíamos, un diálogo con las tradiciones marxistas de esta misma época que no quedan encuadradas en las formas del estatalismo socialdemócrata, el totalitarismo burocrático o la extrema izquierda anti institucional.
Moreno Pestaña es un profundo conocedor del marxismo y sabe que los mismos debates sobre la autogestión, los problemas del determinismo económico, la supuesta ausencia de un horizonte de institucionalidad política compleja y democrática en el marxismo; la relación entre lo social, la democracia y la forma partido, entre mercado y democracia, los debates sobre formas hibridas de propiedad comunal y estatal, o en relación de las experiencias de autogestión en Yugoslavia, de la unidad popular y los cordones industriales en Chile, de la relación entre democracia directa y democracia representativa, etc., fueron (más allá de la “pulverización del marxismo-leninismo”) fuente inagotable de reflexión y actualización de la teoría y la práctica marxista democrática y revolucionaria durante la época. Recientemente se han publicado por Sylone y Viento Sur dos libros que dan buena cuenta de ello: Autogestión, planificación y democracia socialista de Ernest Mandel y Estado, clase dominante y autonomía de lo político, con textos de Ralph Miliband, Nicos Poulantzas y el primer Ernesto Laclau.
Un diálogo sistemático entre la obra de Moreno Pestaña y estas tradiciones marxistas (que no detuvieron su práctica ni su reflexión en el paisaje devastado de los 80) constituirían una fuente de recursos prácticos y teóricos muy fértil para todas y todos aquellos que busquen herramientas para fundamentar una experiencia de la política que permita avanzar en una democracia política y social que confronte la involución que están viviendo nuestras sociedades actuales. Esperamos que en un futuro muy próximo este encuentro dialógico se pueda dar.
Referencias
Moreno Pestaña, José Luis (2020) Retorno a Atenas. La democracia como principio antioligárquico. Madrid: Siglo XXI.
Moreno Pestaña, José Luis (2021) Los pocos y los mejores. Localización y crítica del fetichismo político. Madrid: Siglo XXI.
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Fotografía: Viento sur