Por: Jordi Martí. 18/09/2023
Los sesgos cognitivos son fenómenos psicológicos que se producen, de manera involuntaria, al procesar erróneamente la información que percibimos, interpretamos y recordamos cuando emitimos juicios de valor o tomamos decisiones. En el ámbito educativo, son alteraciones que hacen que lo real se interprete distorsionadamente. Una distorsión que puede ser debida a varios motivos: conocimientos (o recuerdos) previos erróneos, desconocimiento del asunto y necesidad de aportar nuestra visión subjetiva o, simplemente, creencia en que algo debe ser tal y como se plantea en nuestra mente.
Y eso sucede mucho en el ámbito educativo. No solo en las redes sociales, donde la inmediatez, necesidad de decir la tuya o, simplemente, hablar de educación como un acto de fe, se convierte en el leitmotiv de muchos. También sucede cuando se habla en los centros educativos o se habla acerca de determinadas cuestiones. Tan solo hace falta ver la distorsión que experimentan algunos de nuestros compañeros cuando se comenta la evolución de determinado alumno. A veces hay visiones tan contradictorias que deberían obligar a preguntarnos si realmente estamos hablando del mismo alumno.
El problema es que los sesgos cognitivos están ampliamente extendidos y, por desgracia, la falta de tiempo y de posibilidades de conocer todo el contexto, investigaciones o evidencias, está a la orden del día. Por eso, en la mayoría de ocasiones, intentamos hacer una aproximación a la realidad. No estamos hablando de la realidad. Estamos hablando de nuestra percepción de la realidad. Una percepción que, si coincide con la inmensa mayoría de nuestros compañeros, puede hacernos intuir que estamos aproximándonos a ella. A diferencia de lo que sucede cuando se realiza ese volcado de percepciones sobre temas educativos con personas que no son profesionales de la educación. En este último caso, es bastante probable, que pueda haber mayoría de opiniones que van en contra de lo que sucede realmente en el aula. A mayor distancia del lugar donde se dan ciertas cosas, más posibilidad de sesgos cognitivos.
Hay cientos de sesgos cognitivos, muchos de los cuales están representados en la siguiente imagen (hacer clic sobre la misma para ampliar).
Por tanto, es importante tener en cuenta que antes de dar por buenas ciertas cosas en educación deberíamos, en primer lugar, analizar nuestros conocimientos previos del asunto, saber de qué fuente viene esa información y qué evidencias/datos lo valida y aislarnos, aunque sé que es lo más difícil, de nuestras creencias acerca de que algo deba de ser tal y como queremos nosotros que sea.
Lo sé. La inmediatez y la falta de tiempo hace que, en demasiadas ocasiones, sesguemos la información y la interpretemos erróneamente pero, lo que es importante es poder saber rectificar y, cuando veamos que hemos patinado, proceder a intentar enmendarlo. Una imagen o un vídeo descontextualizado, al igual que un trozo de texto de una entrevista, no es la realidad. Es algo que solo sirve para que algunos intenten llevarnos a sus ideas acerca de qué debería ser la educación.
Finalmente algo muy importante. Los sesgos cognitivos no entienden de profesión ni nivel cultural. Eso sí, a más experiencia en algo y más conocimiento, cuesta más caer en ellos. Debido a ello es importantísimo que traslademos ese conocimiento, que algunos tanto denostan, a nuestro alumnado. Para que, entre otras cosas, no caigan en este tipo de trampas de las que algunos son artistas en urdir.
Disfrutad del domingo. Yo lo haré de la familia y de la paella que, por cierto, ya retomé el domingo pasado. Y mañana a conocer a mi alumnado. La verdad es que, a pesar de los veintiséis cursos a las espaldas, sigo estando tan nervioso como el primer día.
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Fotografía: xarxatic