Por Güris J. Fry. ECO’s Rock. 19 de junio de 2021
¿Dónde está la casa de mi amigo? (Abbas Kiarostami, 1987)
Bajo un amplio manto de sencillez y carisma, esta enternecedora película del maestro iraní Abbas Kiarostami nos coloca frente al lozano lente de la infancia, ante la cándida interpretación que tienen los infantes sobre ese mundo que les rodea y les parece aún ajeno; ese terreno con diversas aristas que ocasionalmente les sombrea y en otras tantas ilumina. Tenemos, pues, ante nosotros, involuntarios reflejos e interpretaciones que nos asoman a ese blancuzco mundo donde una simple y llana acción en el mundo adulto puede ser todo un misterio y tesoro que guardar, retener y aprehender por parte de los niños. La mirada con que nos convocan logra una sensibilidad sincera y pasmosamente natural como siempre fue el sello de este extraordinario realizador a lo largo de su carrera.
La génesis no puede ser más ordinaria, más simple, pero no por ello inoperante. Al contrario, la claridad con que Kiarostami maneja sus elementos es de una eficacia mayúscula. El balance entre lo ordinario y la capacidad de exposición en ello es una lección que se asoma a cada momento de la película. El profesor de una primaria regaña a Mohamed por haber llevado la tarea en una hoja suelta, le exige llevarla en su cuaderno para poder compararla con sus trabajos previos; el cuaderno lo tiene uno de sus compañeros, Ahmed, nuestro protagonista. Bajo la amenaza de expulsión a la mañana siguiente de no llevar la tarea como se ha solicitado, termina el horario escolar. Ahmed y Mohamed juegan un poco antes de llegar a sus respectivas casas. Y asentados ya en sus hogares, Ahmed se da cuenta que nuevamente se ha llevado el cuaderno de Mohamed; trata de explicarle a su madre el caso, pero ella no entiende el peso y el volumen de la situación, los problemas de un par de niños no le son de alta relevancia, de un peso valido. La frontera que presenta entonces el director es categórica: ningún adulto comprenderá realmente el sentido de obligación y compromiso que Ahmed siente por regresarle el cuaderno a Mohamed, quien vive en otra localidad.
Tras la presentación del escenario, la improvisada excursión de Ahmed resuelve la narrativa en una película sui géneris de aventuras. Una trama de idas y vueltas, de oportunidades sueltas que deben tomarse por distintas naturalezas. Es una carrera contra reloj y de supervivencia a través de la virginal marquesina que a bien construye Kiarostami y por la cual nos asoma a sus acciones. La infancia dentro de este marco es un ente móvil, la madurez es una empresa estática. Ahmed se encuentra, perdido, sí, pero tiene claro un objetivo y su meta. No sabe bien a dónde dirigirse, pero sabe exactamente dónde debe terminar, eso le ha de llevar a obtener más opciones para el triunfo. El resto de personajes de edad mayor que se encuentra en su recorrido conocen a bien el camino, pero han borrado ya de sus objetivos las metas que alguna vez tuvieron. Sobreviven pidiendo únicamente un cigarro, agua, unas piezas de pan o simple y llanamente atención.
Colocando todos sus elementos técnicos al servicio de la historia, la cristalina apuesta de este filme abraza y exhibe ese candor infantil de experiencias que forjan una personalidad, la sensatez y la lucidez del auxilio y la reciprocidad. Es un acto de equidad y de conciencia. Años después, en su ejercicio meta-cinematográfico “Zire Darakhatan Zeyton” (A través de los Olivos, 1994), Kiarostami volvería a utilizar a estos niños –ahora ya adolescentes– como parte de una audiencia que ve la filmación de una película. En un pequeño receso el director dentro de la meta-narrativa les pregunta a todo si saben lo que es la colaboración. Todos aportan al concepto, lo que nos hace entender que este gran realizador siempre tuvo un plan marcado a futuro, valores estéticos y discursivos firmes que fue madurando más no abandonando. “¿Dónde está la casa de mi Amigo? resulta, en su lectura final, un recordatorio de todo aquello que perdemos al irse despertando en nosotros todos esos devenires que nos acercan a la masa controlada bajo el consumismo sin par, en lugar de ir enriqueciendo una forma pulcra de individualismo, entendimiento y cooperación.

¿Dónde está la casa de mi Amigo? de Abbas Kiarostami
Calificación: 3 de 5 (Buena).
Fuente: https://www.facebook.com/100036159626395/posts/445765526638764/?d=n
Fotografía: imdb.com