Por: Amazônia Real. Traducido por: Gabriela García Calderón Orbe. 20/05/2023
Altaci Rubim, del pueblo kokama, trabaja en el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas
Este texto es de Elaíze Farias, y se publicó originalmente en el sitio web de Amazônia Real, el 19 de abril de 2023. Se reproduce aquí con ediciones en virtud de un acuerdo de asociación con Global Voices.
La violencia contra los pueblos indígenas de Brasil promovió la pérdida de sus territorios, y también extinguió muchas lenguaz originarias. Había más de mil lenguaz nativas cuando llegaron los invasores europeos, en 1500. Hoy hay poco más de 200, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Con el censo de 2022, se acreditó que el número aumenta.
En algunos casos, hay pocos hablantes, una o dos personas mantienen vivo el idioma. Pero hay muchas maneras de recuperar, revitalizar y rescatar los idiomas de los pueblos originarios, hasta los considerados extintos. Por los rituales y contactos con los ancestros, las llamadas lenguas-espíritu pueden ser “resucitadas”.
Con esa idea, la profesora e investigadora Altaci Rubim asumió un papel importante en el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas, movilización global iniciada en 2022 y que dura hasta 2032, proclamada por la Organización de Naciioes Unidas. Altaci es la representante de América Latina y el Caribe de Unesco en el grupo de trabajo de la campaña.
Según Unesco, se hablan más de 7000 lenguas en el planeta. De esas, más de 6000 son lenguas indígenas, pero 3000 están en riesgo de desaparecer.
Entre los motivos que pueden llevar a una lengua a la extinción hay factores como muerte de sus hablantes, prohibición de colonizadores y misioneros, despojo territorial, racismo, discriminación. En 2022, la muerte del indígena Tanaru, conocido como “indio del agujero”, fue también el fin de un tesoro lingüístico que entonces solamente él tenía.
Altaci pertenece al pueblo kokama, del Amazonas. Es investigadora y activista, y asumió un cargo en el Departamento de Lenguas e Memorias Indígenas del nuevo Ministerio de Pueblos Indígenas. Su nombre en su lengua es Tataiya Kokama.
En Manaos, donde pasó gran parte de su trayectoria profesional, Altaci desarrolló actividades de revitalización de la lengua de su pueblo en comunidades de contexto urbano. Se describa como lingüista de “profesión y de corazón”, que dialoga con antropología y otras ciencias.
Em entrevista con Amazônia Real, habla sobre el esfuerzo para preservar lenguas en riesgo y recuerda los enfrentamientos con otros lingüistas no indígenas.
Amazônia Real: ¿Qué es el Decenio Internacional de la Lengua Indígena?
Altaci Rubim (AR): Surgió en 2019, en Bolívia, en la lucha en torno del fortalecimiento de las lenguas indígenas. En ese movimiento, se creó el Año Internacional de Lenguas Indígenas. Entonces, Unesco hizo un llamado a las instituciones a dialogar con los pueblo indígenas, para que las organizaciones prepararan un plan de acción con los pueblos de siete regiones del planeta.
Amazônia Real: ¿Por qué hubo que crear un decenio para las lenguas indígenas?
AR: El primer punto es porque el planeta está en riesgo de extinción. Unesco sabe que las lenguas indígenas guardan conocimientos, que preservan el bosque, combaten los problemas ocasionados por los incendios, la contaminación de los ríos. Los problemas climáticos quedan minimizados a partir de los conocimientos tradicionales que están contenidos en las lenguas indígenas. Evidentemente hay muchas acciones que se hacen para evitar que desaparezcan del planeta, pero las lenguas indígenas representan una de las posibilidades a combatir. Para eso, se ha llamado a los líderes, los gobernantes, para crear políticas de valorización, mantenimiento, revaloración, fortalecimiento de las lenguas indígenas.
Amazônia Real: ¿Por qué las lenguas indígenas desaparecieron y por qué tienen que ser revitalizadas?
AR: En América Latina y el Caribe hay cerca de 58,2 millones de indígenas que hablan aproximadamente 550 lenguas originarias. En Brasil, al inicio de la colonización había más de lenguas. Fueron varias acciones: la Iglesia, la propia política de Estado de dominación. Todo se resume en quitar la tierra a los pueblos indígenas. Todas esas políticas se hicieron para acabar con la vida de los pueblos originarios. Pero los colonizadores sabían que un día íbamos a recordar, a saber quiénes somos, el valor de nuestras lenguas. Por eso tenían que acabar con nuestra memoria y resistencia.
La primera herramienta que se usó fue la lengua a través de silenciarla. Hubo políticas de exterminio, enfermedades, esclavitud, masacres. Otra cosa fue disminuir tanto la demarcación hasta ya no tenerla.
Amazônia Real: ¿Qué se hará en este decenio? ¿Qué acciones se están planeando?
AR: Nos llamaron junto a otros pueblos para elaborar un plan de acción mundial para el decenio. A partir de ese plan, comenzamos a organizarnos. Postulé a la Asociación de Indígenas Kokama de Manaos. Estamos creando una autonomía dentro de Brasil para que podamos andar sobre nuestros pies. Ese movimiento ya tiene mpás de un decenio.
Amazônia Real: ¿Qué se hará para fortalecer las lenguas en riesgo?
AR: Meterse con el lenguaje es una confrontación. Pero si no nos aliamos en este momento, tal vez no tengamos la oportunidad de fortalecer las lenguas que son «débiles». Hay gente que quiere revivirlas, pero faltan políticas públicas para eso. Antes, los investigadores que tenían sus nichos de investigación para una lengua concreta no los abrían a nadie, ni siquiera al pueblo [investigado]. Al principio esto es lo que ocurría.
Amazônia Real: ¿Qué hay de extraordinario ahora en el plan inicial de lenguas indígenas de Brasil?
AR: Nos llamó la atención la lengua de signos indígena, algo que siempre ha existido entre los pueblos indígenas, su forma de comunicarse. Hoy tenemos la lengua de señas brasileña (libras) que no tiene en cuenta lo que los propios pueblos tienen. No significa que no se deba aprender [la lengua de signos no indígena], sino que no se deben desvalorizar los signos que los indígenas usan en las aldeas. Algunos investigadores también trabajan con el portugués indígena. Es una agenda importante para nosotros, pero no conseguimos encontrar la forma de que los indígenas se expresen sobre esto, que es la exigencia de hablar solo el portugués oficial en detrimento del portugués influenciado por la lengua indígena, por las memorias.
Amazônia Real: ¿Qué es el portugués indígena?
AR: Un ejemplo es el portugués que hablan los tikuna (pueblo de la región del Alto Solimões), pero con influencia de ellos, del portugués que habla los kokama. Hay 370 formas de hablar portugués, porque cada pueblo lo hablará según su lengua. ¿Por qué tenemos esta discusión? Porque todas las políticas de formación de profesores tienen que tener en cuenta a quienes hablan lenguas indígenas y a quienes hablan portugués como segunda lengua. Es otra forma de pensar la educación..
Amazônia Real: Comentaste sobre un concepto denominado “tregua del agua”. ¿Cuál es cuál con las lenguas indígenas?
AR: Sabemos que antes de estas discusiones, antes de haber capacitado a los indígenas, las instituciones que tenían el control de los indígenas eran las que hacían la investigación. Muchas devolvieron el estudio a los pueblos, otras no. Lo que quedó registrado es un tesoro para nosotros. Poco a poco lo estamos socializando. Lo estamos poniendo en la agenda para que la investigación se devuelva a otros pueblos. Queremos nuestra lengua porque es nuestra vida. El saber y el conocimiento son el espíritu del pueblo. No estamos criminalizando [a los investigadores], porque fue un tipo de pensamiento en su momento. Pero hoy dialogamos y hacemos la «tregua del agua».
Significa que tenemos que dejar de divagar, romper el muro y decir que todos necesitamos tomar agua, todos necesitamos las lenguas indígenas. Es una metáfora que se refiere a la época en que vivimos hoy.
Amazônia Real: ¿Cómo se analizan hoy las lenguas indígenas?
AR: Las lenguas indígenas siempre han sido clasificadas por lingüistas no indígenas. Tomaron la organización europea, eurocéntrica, que clasifica las lenguas neolatinas, por ejemplo, para clasificar también las lenguas indígenas. Es otra perspectiva. Hoy, los pueblos indígenas que encabezamos esta discusión, tenemos otra forma de verlo. Según la clasificación de Aryon Rodrigues [lingüista brasileño, fallecido en 2014], hoy existen 180 lenguas en Brasil. Había 1100 al inicio de la llegada del colonizador.
Amazônia Real: ¿Cuál es la diferencia entre la concepción de lenguas a la luz de investigadores clásicos, como Saussure [lingüista suizo] e conocedores e investigadores indígenas?
AR: Si nos atenemos a Saussure, tenemos la lengua como sistema. En la concepción de Noam Chomsky, la concepción del lenguaje se da en la gramática universal. Esa es otra forma de pensar. En nuestra concepción del lenguaje, tenemos también el lenguaje-espíritu. Nuestros espíritus solo hablan en la lengua de cada pueblo. Sabiendo que el espíritu-lengua existe, entonces en esa concepción es que no muere, no puede ser considerada extinta.
Amazônia Real: ¿Dónde está presente la lengua-espíritu?
AR: Son recogidos en sueños, por el espíritu. Muchas personas los tienen en su memoria o en otro lugar guardados, como en un museo. Los que no los tienen se despiertan en estos rituales.
Amazônia Real: ¿Qué otras categorías de lenguaz pasan por ese proceso de rescate?
AR: Tenemos lenguas en revitalización, lenguas inactivas y lenguas en mantenimiento. Las lenguas en revitalización no se hablan en la vida cotidiana, pero hay ancianos que las hablan. Hay toda una base que hay que revitalizar. Revitalizar es dar fuerza a la dinámica de la existencia, que se produce a partir de los cantos, de los rituales. Una lengua que se está revitalizando es el patxohã, de los pataxó, en Bahía. Decidieron colectivamente que hablarían la lengua. Pero tenían muy poco léxico de la lengua. Había dos recordadores. Así que fueron a los rituales. A partir de los sueños y de los rituales, crearon nuevos léxicos. La lengua se actualizó. Hoy la lengua está en proceso de revitalización. Las lenguas que se mantienen son, por ejemplo, la de los tikuna. Hay comunidades que ya no hablan, por lo que es necesaria una política de mantenimiento. Hay casos de comunidades en las que se debilita.
Amazônia Real: ¿Cómo rescatar una lengua que, según el padrón, se consideró extinguida?
AR: Una de las más importantes son las lenguas latentes, no se han extinguido. Por ejemplo, la lengua de los manaos. Se pueden despertar en rituales. Desde el momento en que alguien reclama su identidad, puede querer recuperar su lengua. Puede entrar en contacto con los espíritus. Esa es nuestra perspectiva para el debate del decenio.
Amazônia Real: ¿Cómo podemos comprender una lengua-espíritu sin hacer que esa categoría sea una pieza exótica ante los no indígenas?
AR: Cuando se habla de espíritu se supone que se habla de religiosidad. Pero de lo que estamos hablando es de la concepción de los pueblos originarios. El espíritu tendrá un significado, pero según la espiritualidad de cada pueblo.
Amazônia Real: En Manaos, los kokamas son muy fuertes y numerosos. ¿Cómo es el trabajo con el grupo kokama que vive en la capital de Amazonas?
AR: Llevo librando esta lucha desde 2000. Pero a lo largo del camino, hemos tenido que deconstruirnos en el proceso. Quitarnos el espíritu colonizador que habíamos aprendido. La gente no creía que yo hablara mi lengua. No me oían hablar. Así que es necesario desmitificarlo. Comprender los procesos lingüísticos era importante para decir: «Hablo kokama y enseño kokama». Mientras no entendí esto, mientras no pasé por una formación que lo hiciera posible, seguí como muchos otros, sin entender y sin hablar. Con el grupo kokama hicimos talleres de formación.
Amazônia Real: ¿Cómo es la lengua de su pueblo, los kokama?
AR: Nosotros, los kokama, hicimos una asamblea y decidimos quedarnos con la lengua oficial que se habla en Perú [la lengua kukama fue oficializada en el país en 2015]. Entre nuestro grupo kokama, al que pertenezco, mantenemos ese acuerdo. Es esta lengua común la que hablamos.
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Fotografía: Global voices. Naciones Unidas estableció el período de 2022 a 2032 como el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas. En entrevista con Amazônia Real, la profesora e investigadora Altaci Rubim habla de la importancia de esta movilización | Foto: Marizilda Cruppe/Amazônia Real