Por: LUIS ALMAGRO YERA. 19/07/2024
En este documental de sesenta y tres minutos, intentamos plasmar la vida creativa y la obra de Andrés Vázquez de Sola, contadas en primera persona. Es el propio Andrés quien nos hace el recorrido desde su San Roque natal, su segunda patria, Granada, Madrid, el exilio francés y su posterior vuelta a la España “cañí”.
Sintetizar sus noventa y siete primaveras, tan creativas y con una vida tan intensa, no es empresa fácil, pero hemos apostado por mostrar a un Vázquez de Sola en estado puro, sin filtros y con la sencillez y humanidad que le caracterizan.
El proceso de grabación del material primario fue muy peculiar, pospuesto en varias ocasiones por diversos motivos para finalmente, el pasado 6 de octubre, coincidir en Algeciras y organizar lo que creímos sería una primera sesión, pero que resultó la primera y única. Sin haberle pasado previamente las preguntas que habíamos preparado —él lo quiso así— con las que habíamos trazado el camino que queríamos recorrer, de su mano y a través de su memoria, Vázquez de Sola se dejó ir en una suerte de “recuerdo actualizado”, haciendo gala de una lucidez y de un acervo que no merman por más años que se le acumulen, de manera que, casi sin darnos cuenta, habíamos terminado, sin pausa, un proceso que muchas veces consume muchas jornadas. Solo fue necesario, posteriormente, hacer un viaje a su residencia de Granada, para realizar algunas tomas de recursos en su estudio y en su entorno, recoger la documentación que acompaña a sus palabras y nada más.
La labor más ardua vino después, en el proceso de edición, pues se trata de una vida muy larga y productiva, profusamente “ilustrada” mediante fotos, reportajes, publicaciones y sobre todo, por una extensa e intensa actividad plástica —dibujos y cuadros— de la que, afortunadamente, él conserva una gran parte, debido a otro rasgo muy personal del artista Vázquez de Sola: siempre ha sido reacio a vender su obra a particulares, abrazando con mimo el sueño de encontrar un sitio —definitivamente hallado en su terruño natal— de titularidad pública y alejado de la tiranía de los mercados, donde quien quisiera pudiese acercarse a sus etopeyas —término ya instalado para definir sus obras— sin que para ello fuese necesario llevarse la mano al bolsillo. Siempre ha manifestado el deseo de que sus obras se expusieran en un sitio abierto a la sociedad y no en la cerrazón de un espacio privado, gracias a un elevado poder adquisitivo.
Durante todo el documental se hace una exposición de parte de su obra —tanto en su faceta de humorista gráfico como de pintor— con el doble objetivo de dar a conocer su trabajo y el de poner en valor a todas aquellas personas del mundo de la cultura: escritores, poetas, pintores, filósofos, músicos, políticos, etc., de los que Vázquez de Sola se nutre, en su expresión satírica, trascendiendo su obra propiamente dicha, para divulgar y dar a conocer a los personajes que aparecen en sus cuadros.
Este documental, en definitiva, tiene como objeto lograr que los que saben de él, puedan conocerlo con más detalle, y los que aún no lo conocen, no sólo descubran su obra, sino que a través de la misma profundicen en los personajes que Vázquez de Sola pone en valor.

(*) Director del documental
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Fotografía: Mundo obrero