Por: Jaime Ríos Otero. Columna: Prospectiva. 28/05/2024
Algo del dinero que Zenyazen Escobar obtuvo y sigue obteniendo en la explotación de las escuelas veracruzanas, debe estar siendo gastado en su campaña a diputado federal por el distrito 16 de Córdoba.
En todas las escuelas secundarias técnicas, generales, telesecundarias y primarias, donde hay más de 5 grupos, se licita entre la población de la comunidad lo que se conoce como “tiendas escolares”. Anteriormente, las personas interesadas en tener una concesión presentaban propuestas y las escuelas dictaminaban la mejor oferta. El interesado dejaba un depósito de garantía de 20 días de cuota diaria, por cualquier incumplimiento. Al final del ciclo escolar, se le rembolsaba ese depósito.
Los gastos de la escuela eran fiscalizados por la Supervisión Escolar y por la Secretaría. Si algún director hacía mal uso de los recursos (porque el gasto está autorizado por partidas), tenía que reembolsar o aclarar las observaciones de la auditoría oficial.
Sin embargo, Enrique Pérez modificó el otorgamiento de las concesiones. Se empezaron a dar como premio por apoyos electorales y con una “mochada” por la asignación.
Todos los porcentajes eran depositados a una cuenta de la SEV, la cual entregaba su parte a las escuelas cuando quería y quiere. Hay que agregar que el gobierno estatal no provee nada a los planteles, que únicamente cuentan con las aportaciones (insuficientes) de los padres de familia. Así que el gasto corriente de los centros escolares (Internet, limpieza, reparaciones, insumos de cómputo, jardinería, etcétera), que deberían estar garantizados porque las tiendas son una fuente segura y constante de recursos, es un calvario para los directores, que con frecuencia deben financiarlos.
Es decir, si se trata de una escuela que tenga 400 alumnos, se debe pagar una aportación de 600 pesos diariamente. De esa cantidad, $420 son para la escuela, $120 para Jefaturas de Sector y $ 60 para la Secretaría de Educación. En la cuarta cuenta va una cantidad similar del total de cuota diaria, es decir, otros $600, cuyo destino es desconocido, pero que es requisito para quien desee ser concesionario, que además debe apoyar las actividades de Morena.
Tan redituable negocio hizo que Zenyazen pusiera una casa de oficinas especial para administrarlo. Se ubica en Paseo de las Ánimas, esquina Paseo de las Garzas.
Claro, aparte del saqueo, hay jineteo de recursos, porque el dinero no se les devuelve a las escuelas de inmediato, sino 4 o 6 meses después. En este ciclo escolar, lo que correspondía de septiembre a noviembre fue entregado en febrero, y en abril lo que correspondía de diciembre a febrero, más otra parte en mayo, claro, sin intereses.
Ah, porque Zenyazen sigue controlando la estructura e ingresos, vía las mismas personas que cuando era titular de la Secretaría.
Fotografía: Facebook/sinautorvisible