Por: Francisco VASQUEZ CARRILLO. 14/09/2020
La incertidumbre del conocimiento ha triunfado y reina en el mundo educativo. La afirmación que hiciera hace dos décadas Edgar Morin[1], se hace tan vigente en la vorágine de la pandemia Covid-19. En los espacios del mundo virtual, se aprende y reaprende a diario. Otros son las circunstancias socio históricas que enfrenta la educación.
El aula tradicional ha ingresado en un serio problema de resignificación entendido como infraestructura, organización pedagógica y conceptualización. En el surgimiento del aula virtual, se muestra al emisor y receptor en sujetos interdependientes. Las pantallas virtuales sincrónicas, muestra a los sujetos educativos en rostros, cuerpos, conductas fragmentadas en una especie de avatares que ocultan las verdaderas identidades personales. Los interlocutores de seres-reales íntegros, se manifiestan como seres-imágenes fragmentados.
Al anularse el contacto biológico y psicológico experimentado en el aula real, en relación con el paisaje geográfico y cultural ha impedido el contacto sensorial del docente-estudiante en el aula virtual. La virtualidad añora el acercamiento sensorial. El problema del desencuentro entre el mundo real y el mundo virtual podría resolverse de manera momentánea en la conversión del Aula/escuela tradicional al nuevo escenario: el Aula /casa, el que puede intentar ritualizar una clase pedagógica. La casa/aula sin previa notificación y/o planificación se ha ido transformando en un escenario de aprendizaje. Las circunstancias y condiciones están permitiendo para convertir a la casa/aula en una casa/aula taller-laboratorio. El dilema de la educación del mundo virtual y del mundo real podría resolverse entre la vinculación de las sesiones de aprendizaje virtuales con las vivencias cotidianas/familiares, teniendo en cuenta como una realidad espacial, social y cultural, aunque, parcial del verdadero contexto exterior.
Sócrates por los 400 a.C., solía hacer sus clases de filosofía caminando por Atenas con sus estudiantes sin un “aula” precisa, o un pizarrón fijo y posiblemente sin un guion preconcebido. El profesor actual se ha sedentarizado y está obligado a ejercer una clase al frente de una pantalla virtual, en una jungla de algoritmos para el que no fue preparado. Diógenes de Sinope, portaba una lámpara de aceite en pleno día en búsqueda de un hombre honesto; el maestro actual eleva la luz que inspira, motiva y esperanza a los estudiantes en un mundanal incierto y ante la provocación del caos. El profesor y el estudiante han sido extraídos de las aulas y escuelas programadas para catequizar y adocenar conciencias, disciplinar e institucionalizar las mentalidades. La coyuntura del mundo, ata su laberinto a la educación, y propicia las condiciones para que el docente se libere de los candados curriculares, mas está lejos para sumirlo y ejercerlo; las tecnologías virtuales al que se enfrenta es alto y su espíritu reivindicativo le ata para dar el salto hacia una propuesta pedagógica renovada, salvo algunas excepciones.
El hombre a través de la historia, jamás ha renunciado al prurito de conocer la esencia de los objetos y hechos; el profesor tampoco ha renunciado a explorar a profundidad el mundo virtual. En plena pandemia del Covid-19, aproximadamente 1,000 millones de estudiantes se encuentran recluidos en sus hogares,[2] la pandemia ha agravado la crisis mundial del aprendizaje[3] poniendo en evidencia a amplios sectores su imposible acceso a la conexión a internet y a la manipulación de equipos digitales; sitiando a los docentes en apuros para reacomodarse en el mundo online y diseñar estrategias para contactarse con sus estudiantes. Las secretarias y ministerios de educación de distintos países, presionados, han resuelto con programas como “Aprendo en casa” en el intento de paliar la crisis educativa pandémica.
Los docentes sin la maestría de Sócrates, se ingenian para atrapar la luz de los dioses y prenden fuego en cada experiencia de aprendizaje mediante Zoom, Google Meet, Jisti Meet y otras plataformas virtuales. En estas circunstancias el Apagón Pedagógico Global (APG)[4], es un enunciado radical pesimista, que devalúa las potencialidades del docente de aula. El docente a pesar de las limitaciones económicas y académicas está enfrentando con propuestas alternativas al Estado: caso México con una educación comunal en Oaxaca; Nicaragua emplea la noción de la cooperación genuina; Perú, los docentes rurales se han organizado y trabajan con propuestas de innovación pedagógica; en Costa Rica fortalecen procesos didácticos cooperativos, etc., si bien es cierto, no son generalizaciones; pero sí, se trata de iniciales experiencias aisladas, pero verdaderas luces pedagógicas. Se demuestra, que donde existe un maestro y un estudiante habrá siempre fuego, una luz de esperanza para dar continuidad con la función civilizatoria y garantizar la continuidad de la especie humana.
De casa a aulas talleres y laboratorios de aprendizaje
Como se ha afirmado, la vinculación del mundo real y el mundo virtual ahora se afirma en casa, reconvirtiendo la casa/hogar a casa/aula taller-laboratorio.
El estudiante en esta coyuntura aprende a consolidar su sentido de pertenencia familiar y es un escenario propicio para que aprenda a aprender y saber convivir. En comunicación, per sé podría realizar entrevistas y coloquios entre hermanos, padres y/o abuelos. Podría indagar y reconstruir la historia mediante árboles genealógicos familiares, usando líneas de tiempo y proyectos de vida. Las matemáticas sería un ejercicio hogareño haciendo cálculos con las dimensiones de mesas, en cuartos midiendo áreas, anchos y largos de sillas, paredes. Los biohuertos usando materiales reciclables, es un recurso para que los estudiantes aprendan amar desde la germinación hasta la cosecha de cebollas, tomates, jengibres, etc., controlados por un cuaderno de incidencias, pero también por añadidura permitirá al estudiante lograr perseverancia, responsabilidad y la satisfacción de producir. Convertiría los patios, salas, cocinas en lugares de aprendizaje para la geometría, la química, física[5]. Las aulas en las casas trasformadas en talleres y haciendo de ellos verdaderos laboratorios de estudios, con normas de convivencia democrática y claras. La casa no es un aula, es cierto; para Sócrates el aula sería donde se produce la reflexión, el pensamiento crítico, es decir el aprendizaje mismo. El aula camina donde se gestiona el aprendizaje en un escenario por el instante impreciso e impredecible. La casa/hogar es un contexto único para que el aprendizaje se potencie y se resignifique. Convirtamos las casa/hogares en casa/aula taller-laboratorio de innovación educativa y a la familia en su promotor, emulando a los abuelos de las comunidades primitivas líticas.
Creatividad: un fuego enjaulado
El nacimiento de la creatividad han dicho escritores, pensadores, científicos e inventores que es un 90% de dedicación y un 10% de inspiración; basados en esta premisa y situados en la escuela, y si se desea despertar el talento de los estudiantes según sus particularidades; ellos tendrían facilidades y condiciones materiales en equipos tecnológicos, software libre, bibliotecas digitales para profundizar conocimientos, realizar investigaciones y por su puesto contar con ambientes especiales; pero el estudiante ahora está al frente de su hogar, y tendrá que activar otras estrategias iluminadoras como hacer de su casa un aula de aprendizaje.
El mundo virtual es un universo por conquistar y hacer. Las aulas están en condiciones para interrelacionarse con otras aulas de su institución educativa y con otras aulas e instituciones productivas, culturales de otras comunidades virtuales.
La creatividad es un acto de ingenio y cooperación genuina. Es la pasión manifiesta en la acción. Es la libertad para asociar diversas experiencias e ideas. Es la práctica del pensamiento crítico en su máxima deliberación; la observación, práctica y experimentación soportando los errores y ensayos. La creatividad y la innovación se ira originando a medida que vayan liberándose de los candados de la escuela, que han convertido en mazmorras a las aulas y anulando la generación de la creatividad en los estudiantes y docentes.
A pesar de los procedimientos, cálculos y actitudes acríticos y acreativos es la escuela pública, la encargada de propiciar las condiciones materiales y espirituales para propiciar en docentes y estudiantes el asombro, la pasión y el amor a la sabiduría.
El triunfo de la incertidumbre y miedo a la deliberación y al pensamiento heurístico
¡Cuánta razón tenía Edgar Morin, respecto a la incertidumbre y la complejidad en la pedagogía! La sociedad camina sobre campos minados y la educación junto a ella. El Covid-19 es un ejemplo palmario e inobjetable. Aquellos con apego a los algoritmos se confundieron y les fue difícil responder a una situación complicada y compleja.
En realidad, la educación siempre estará en sobresalto, pero preparado para enfrentar la incertidumbre. Los algoritmos serán los aliados naturales de la tecnología, pero ante la complejidad de los problemas y la incertidumbre la deliberación y el pensamiento heurístico son alternativas.
La deliberación propicia la socialización democrática consolidando ciudadanía en los estudiantes, y la heurística es el paso para aprender a resolver problemas de manera circunstancial, sobre cualquier acontecimiento y sirve de base para los procesos y pasos del método científico.
El término utilizado deliberación fue por Joseph Bessette (1980) en los EE. UU, el método deliberativo fue planteado por James Fishkin en la Universidad de Stanfor (1919). Shaffer, Longo y otros publicaron el libro Deliberative Pedagogy (2017) en la preocupación de la coacción del mercado sobre la formación educativa, proponen que los centros de educación son espacios para profundizar los principios democráticos mediante la Pedagogía Deliberativa (PD) considerando como un modelo educativo para la cultura cívica. Los autores tratan de demostrar a la PD, como un paradigma de la enseñanza–aprendizaje donde se cultive la colaboración para incrementar el aprendizaje para resolver los problemas y desafíos de la sociedad globalizada. Shaffer, es pues uno de los primeros pedagogos en proponer a la deliberación como un modelo de aprendizaje colaborativo en la educación superior para el desarrollo de los deberes democráticos y cívicos. Supone una PD en comunidad.
La deliberación en comunidad o pública; en la actualidad cobra notabilidad en los debates sobre los derechos laborales, derechos étnicos, ambientales, de género, derechos económicos, los derechos de los niños y adolescentes, etc. La pedagogía de deliberación pública integra las decisiones deliberativas en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Proceso donde ocurre el diálogo deliberativo, el compromiso comunitario y educación democrática, según Vasquez (2001)[6]
Vitalidad de los métodos heurísticos y la solidez de la vía algorítmica
Ante un problema planteado, el hombre buscará siempre una solución; para eso, se fundamentará en base a dos procedimientos: una vía heurística y otra vía algorítmica.
Los procedimientos heurísticos, según Cortada de Kohan (2008) son un conjunto de técnicas para resolver problemas, sin una previa validación y justificación. El camino heurístico se basa en la intuición, en los conocimientos parciales, en la experiencia inmediata, en supuestos sin haber sido previamente validados y no brindan seguridad, garantía, exactitud y validez a una solución.
A diferencia de los algoritmos; su definición es límpida como un conjunto detallado y lógico de pasos para lograr un objetivo y resolver un problema (UNAM). Los algoritmos, son estrategias que avalan y garantizan una solución certera, exacta, válida. Si se trata de encontrar una solución exacta a un problema, entonces queda transitar por el camino de procedimientos determinados de manera rigurosa, ordenada de las operaciones; definidos los pasos sucesivos de inicio, proceso y salida, exento de las subjetividades del sujeto operador que puede asociar a la calidad de sus experiencias; para el sujeto sólo es válido conocer, ejecutar las instrucciones y dominio de las operaciones rutinarias.
Los métodos heurísticos contribuyen a la relevancia formativa y significancia cualitativa. Se actúa heurísticamente cuando, para el sujeto, se complica en el instante, que, el problema no cuenta con un procedimiento definido y pasos a seguir para ser solucionado. Ante esta situación de incertidumbre problemática, el sujeto se ve precisado a “crear”, “ingeniar” e “inventar” un procedimiento y lograr la solución intuitiva y de sentido común. El método deliberativo busca el acuerdo y un pacto social en pleno conflicto y el método heurístico se funda en la casualidad, la intuición; ambos no garantizan una solución exitosa y total.
El apremio de los métodos heurísticos y la apuesta a la lógica de los algoritmos
Así como el método deliberativo para las disciplinas humanas, el método heurístico se encuentra presente en cada momento de la vida personal como social. Lo deliberativo conduce al debate y resuelve problemas por mayoría y consensos. El método heurístico responde a los problemas con procedimientos primarios de la metodología científica de manera inmediata hipotética, por ejemplo: ¿cómo actuar, cuando en plena clase un alumno sin levantar la mano interrumpe airado a su compañero y le refuta que se encuentra totalmente errado?; ¿qué hacer cuando un estudiante no desea participar en las actividades, se sale de la plataforma virtual y se niega a conversar?; ¿cómo resolver el problema del racismo en los EE.UU desde un punto de vista republicano o demócrata?; ¿cómo saber si las herramientas virtuales de Cisco Webex, Whatsapp, y/o Google Classroom son los más adecuados para el desarrollo del aprendizaje en espacios urbano marginales?; ¿el neoliberalismo finalmente caerá como algunos vaticinan? o ¿la escuela cambiará con los sistemas curriculares vigentes? ¿La virtualidad es un mundo paralelo al mundo real?
Interrogantes recurrentes y cotidianos, que, con uno o un conjunto de algoritmos se hace poco posible resolverlos; es el preciso instante, cuando aparece la sagacidad de la mente divergente, la imaginación, la flexibilidad cognitiva, la improvisación, la reacción inmediata para reponerse y dar soluciones momentáneas haciendo atajos; a esa reacción luminosa se denomina pensamiento heurístico.[7] La inteligencia heurística que salva una situación dando confianza, pero sin saber con exactitud si el problema se ha resuelto en su totalidad. Es la inteligencia heurística creativa, imaginativa, lateral que ocupa un espacio que será imposible pueda ocupar el método algorítmico que se basa en un orden sistémico de la ciencia empleando mayor tiempo.
Los humanos a diferencia de las computadoras, robot y androides se diferencian justamente porque resolver problemas basados en los métodos heurísticos a partir de criterios primarios, desde pasiones, actitudes, juicios, experiencias, intuiciones e ingenio. El rol del maestro en circunstancias problemáticas, de apremio e incertidumbre se prepara para buscar nuevos caminos, pertrechado de diferentes estrategias para zanjar diferentes problemas y por supuesto, preparar a los estudiantes a saber actuar en circunstancias inciertas, es decir ejercitar mentalidades heurísticas deliberando en cooperación genuina (Van de Velde).
Conclusiones
El fuego de la educación se apagará, seguro, con la desaparición de la humanidad y mientras existan docentes dispuestos hacer fuego, habrán luces desde cualquier medio y lugar. El reino de la incertidumbre producido por el Covid-19, ha activado la creatividad en los sujetos educativos: docentes, estudiantes y padres de familia que están cobrando mayor relevancia, al convertir sus casas en aulas y en forma paulatina en casa taller-laboratorios.
Los métodos heurísticos, deliberativos, cooperativos, creativos y sentido de trascendencia espiritual comunal cobran vitalidad emulando a las comunidades primitivas de la humanidad, que por heredad han vuelto reinventados, pero como esencialidad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Bessette, Joseph (1980) “Deliberative Democracy: The Majority Principle in Republican Government,” en How Democractic is the Constitution?, Washington, D.C., AEI Press. pp. 102–116.
Bonilla, L. (2016). Apagón Pedagógico Global. Recuperado de
Kohan, N. (2008). Los sesgos cognitivos en la toma de decisiones. International Journal of Psychological Research 2008. ISSN 2011 – 7922Vol. 1, No. 1, pp. 68 – 73
Morin, E. (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. UNESCO. Paris.
UNICEF (2020). ¿Cómo se contempla la vuelta a la escuela durante la pandemia de la Covid-19? Recuperado de https://www.unicef.org/es/coronavirus/como-contempla-vuelta-escuela-durante-pandemia-covid19
UNICEF (2020). La falta de igualdad en el acceso a la educación s distancia en el contexto de la COVID-19 podría agravar la crisis mundial del aprendizaje. Recuperado de https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/falta-igualdad-acceso-educacion-distancia-podria-agravar-crisis-aprendizaje
Shaffer, t y Longo, N. (2017). Deliberative Pedagogy. Michigan State University Press. Editorial Board.
Triglia, A. (s/f). “Heurístico”: los atajos mentales del pensamiento humano. Recuperado de https://psicologiaymente.com/inteligencia/heuristicos-atajos-mentales-pensamiento
Van de Velde. (2019). La cooperación genuina, por su esencia educativa, un referente ético pedagógico-metodológico para la educación latinoamericana. Recuperado de https://abacoenred.com/wp-content/uploads/2016/01/CONFERENCIA.pdf
Vasquez, F. (2000). Plan Deliberativo Heurística. Lima. Derrama Magisterial.
[1] Morin, E. (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. UNESCO. Paris.
[2] UNICEF (2020). ¿Cómo se contempla la vuelta a la escuela durante la pandemia de la Covid-19? Recuperado de https://www.unicef.org/es/coronavirus/como-contempla-vuelta-escuela-durante-pandemia-covid19
[3] UNICEF (2020). La falta de igualdad en el acceso a la educación s distancia en el contexto de la COVID-19 podría agravar la crisis mundial del aprendizaje. Recuperado de https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/falta-igualdad-acceso-educacion-distancia-podria-agravar-crisis-aprendizaje
[4] Bonilla, L. (2016). Apagón Pedagógico Global. Recuperado de http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/139174
[6] Vasquez, F. (2000). Plan Deliberativo Heurística. Lima. Derrama Magisterial.
[7] Triglia, A. (s/f). “Heurístico”: los atajos mentales del pensamiento humano. Recuperado de https://psicologiaymente.com/inteligencia/heuristicos-atajos-mentales-pensamiento