Por: Filia. TribunaFeminista. 02/01/2021
La portavoz de FiLiA, Raquel Rosario Sánchez, fue entrevistada por la periodista costarricense Ivannia Salazar para la serie de tres partes del periódico español ABC que cubre los derechos basados en el sexo y las políticas de “identidad de género”. Los artículos originales, publicados el 7 de diciembre, examinaban las propuestas fallidas del gobierno británico sobre políticas de autoidentificación del sexo, sobre la medicalización de menores de edad y sobre la victoria de Keira Bell ante el Tribunal Superior.
Ivannia Salazar: ¿Por qué las feministas consideran que estas leyes “borran” a las mujeres? ¿Cuál es la posición de FiLiA y la situación en el Reino Unido?
Raquel Rosario Sánchez: FiLiA es una organización feminista de amplio alcance. Somos reconocidas principalmente por organizar la conferencia anual feminista más grande de Europa. Pero más allá de eso trabajamos, en colaboración con otras organizaciones feministas, temas como la violencia contra mujeres y niñas, el matrimonio infantil, la explotación de las mujeres por medio de los vientres de alquiler, la prostitución, derechos de las prisioneras políticas en muchos países, etcétera.
Nos involucramos en el conflicto de los derechos basados en el sexo y las propuestas respecto a la autoidentificación de sexo porque reconocimos que, por medio de estas políticas, se perjudicaba algo por lo que las mujeres en Inglaterra batallaron arduamente y durante décadas. Notamos también, que por medio de la promoción de la estas propuestas legislativas, se estaba normalizando una misoginia peligrosa y prácticas antidemocráticas.
El género es un mecanismo patriarcal para justificar la subyugación de las mujeres respecto a la dominación de los hombres. Argumentar, o peor aún, legislar que es una esencia innata que radica dentro de todo ser humano es responsabilizar a mujeres y niñas por nuestra propia opresión. Respetamos y promovemos el derecho de todas las personas trans a una vida libre de violencia y discriminación, pero ese derecho no se extiende a desdibujar las ganancias obtenidas por las mujeres ni a subsumir nuestra lucha.
IS: ¿Por qué creen que finalmente fracasó el intento de modificación de la ley en Reino Unido?
RRS: En Inglaterra, la ley reconoce los derechos basados en el sexo, la discriminación por sexo y la necesidad de espacios exclusivos para mujeres, bajo determinadas circunstancias. El intento de eliminar esas tres conquistas feministas ha fracasado porque las mujeres alrededor del país se alzaron en defensa de estos derechos. Nuevos grupos surgieron, similar a como Contra el Borrado de las Mujeres ha surgido en España.
Mujeres de todos los estratos sociales, en toda su diversidad, participaron en una multitud de acciones para defender sus derechos: sostuvieron reuniones para concientizar sobre los peligros de las propuestas del gobierno, persistieron hasta agendar reuniones con las instituciones pertinentes, escribieron artículos detallando el problema, alertaban a sus familiares y compañeras de trabajo… Se convirtió en una avalancha que no se pudo detener, incluso en medio de un clima altamente hostil donde cada mujer que alzaba la voz era difamada y amenazada muchas veces con violencia. Pero la voz conjunta de tantas mujeres alerto a la sociedad e incidió en la opinión pública.
El intento de eliminar esas tres conquistas feministas ha fracasado porque las mujeres alrededor del país se alzaron en defensa de estos derechos. Nuevos grupos surgieron, similar a como Contra el Borrado de las Mujeres ha surgido en España.
El gobierno ingles se dio cuenta de que su quizás bienintencionada propuesta legislativa no era tan simple como pretendían argumentar y que las mujeres no se iban a quedar calladas mientras les atropellaban sus derechos. Ahora bien, las propuestas legislativas que fueron derrotadas en septiembre del 2020 representan solo un aspecto del problema. Todavía falta combatir la infiltración de estas políticas públicas a nivel local, en los medios de comunicación, en las escuelas… queda muchísimo trabajo por hacer, pero ya demasiadas mujeres están alertas y energizadas para dar la batalla a largo plazo.
IS: ¿Se involucró FiLiA directamente en esa discusión?
RRS: Enviamos nuestras objeciones a la consulta pública del gobierno y eventualmente conseguimos una reunión. FiLiA cuenta con casi una década de formación, trabajando todo tipo de temáticas que competen a mujeres y niñas, y el sentido de alarma respecto a este conflicto nos impulsó a alzar la voz en contra de la normalización del abuso contra la mujer que se perpetúa por medio de las políticas de autodeterminación del sexo.
Es decir, no somos una organización que existe exclusivamente para combatir este tema. Pero el desarrollo de los acontecimientos nos dejó claro que debíamos fijar posición y lo hicimos a favor de los derechos basados en el sexo, por los que miles de mujeres del Reino Unido han batallado durante décadas.
Ojo: no es que a nosotras nos invitan a estas reuniones por amor al arte. Cuando el gobierno conservador de Theresa May elaboró sus propuestas solo consultó con el colectivo trans, e intentaron aprobar sus modificaciones a la Ley de Reconocimiento de Género del 2004 sin que nadie se diera cuenta. Pero las mujeres que se activaron en este tema formaron sus propias organizaciones feministas y al final hicieron tanto ruido que el gobierno no tuvo más alternativa que escuchar esas voces.
IS: Las feministas que se oponen a estas políticas públicas, tanto en el Reino Unido como en España, son acusadas de transfobia. ¿Qué opinan sobre eso?
RRS: Difamarnos llamándonos “transfobicas” es una de las múltiples tácticas utilizadas para intimidar mujeres que nos expresamos a favor de nuestros derechos. Toda mujer que no recita el credo de las políticas de ‘identidad de género’ (o autodeterminación de sexo) es acusada de lo mismo.
Pero más allá de la difamación, esta el clima hostil que fomentan demasiados activistas trans en lugares de trabajo, en las academias y dentro de partidos políticos, para que las mujeres se sientan asustadas y se autocensuren.
Esta intimidación no tiene lugar dentro de los sistemas democráticos. Nosotras continuaremos defendiendo los derechos de las mujeres a recintos penitenciarios, casas de acogida, investigaciones científicas y deportes libre de varones, que es lo justo para respetar sus derechos humanos. Seguiremos defendiendo que las estadísticas deben ser segregadas por sexo, que ningún crimen cometidos por varones debe ser catalogado como cometido por una mujer y que ninguna niño ni ninguna niña nace en “en el cuerpo equivocado”.
IS: Es llamativo que son más las niñas que los niños que “deciden” hacer la transición al sexo opuesto, ¿a qué creen que se debe esta situación?
RRS: Es perfectamente normal que tanto niños como niñas sientan rechazo hacia los estereotipos de feminidad y masculinidad que se les asignan, según su sexo. Pero en un sistema patriarcal, la presión ejercida sobre las niñas y adolescentes, quienes son sexualizadas cada vez más jóvenes en una cultura saturada de pornografía y cosificación, es mayor. La disforia de género que un número muy reducido de niñas y niños atraviesan requiere de análisis sopesado y cuidadoso, no de acuerdos con lobistas tras puertas cerradas.
En Inglaterra, se detecto un incremento de un 4.000% en menos de 10 años, en lo que respecta a niñas y adolescentes referidas por supuestos ‘problemas de género’ a la ‘clínica de género’ Tavistock. Actualmente esta clínica está siendo demandada por Keira Bell, una joven de 23 años que fue sometida a un tratamiento hormonal para detener su pubertad a los 16 años, hormonas del sexo opuesto a los 17, una mastectomía a los 20 y desistió poco después.
Una adolescente de 16 años no puede hacerse un tatuaje legalmente ni comprar alcohol, ¿cómo es posible que se les permita consentir a tratamientos hormonales experimentales?
Un porcentaje preocupante de las niñas sometidas a esos tratamientos han sufrido experiencias traumáticas como la muerte de su mamá o papá, son víctimas de violación, tienen autismo y comorbilidades como la depresión. Preocupa que, en vez de detener este experimento médico, el lobby trans se muestra empecinado en cementar como ley políticas públicas que incentivan estos tratamientos, cuando hasta la fecha se desconoce sus repercusiones a largo plazo.
IS: ¿Cómo afectan estas leyes los derechos de las niñas y las mujeres, a la infancia?
RRS: Desde FiLiA, nosotras abogamos a favor del derecho de la niñez al libre desarrollo de su personalidad. Y obviamente a proteger su salud. Eso incluye su derecho a que no se les impongan estereotipos sexistas a las niñas ni a los niños tampoco. Enseñarles a las niñas que rechazan las muñecas y el color rosado que atrapado en su interior debe habitar un varón es un sexismo muy sucio porque limita su libertad de ser y de expresarse, libre de estereotipos.
No podemos plantarnos en contra del matrimonio infantil o cualquier otro abuso contra la niñez, al tiempo que promovemos tratamientos hormonales experimentales en los cuerpos de menores de edad, cuando hasta la fecha ni siquiera sabemos el efecto que estos tratamientos tendrán en su desarrollo cognitivo ni en su salud física a largo plazo.
Nosotras queremos expandir las posibilidades y oportunidades de la niñez, no reforzar estereotipos dañinos. En este punto no vamos a ceder ni un ápice.
IS: ¿Qué consideran que hay detrás de toda esta fuerza lobista que está cambiando las políticas públicas e incluso el lenguaje? Por ejemplo, me refiero a organizaciones hablando de las mujeres como “personas menstruales” o “personas con útero”.
RRS: La insistencia en abolir todas las palabras que existen para definir a las mujeres y las niñas es como nos damos cuenta de que esta cuestión no se trata de promover los derechos humanos en absoluto: se trata de abolir los derechos de las mujeres.
No necesitamos abandonar nuestro conocimiento sobre el sexo biológico, que es inmutable y habita en cada célula de nuestro cuerpo, para defender los derechos humanos de nadie. Por el contrario, necesitamos mayores protecciones para los derechos basados en el sexo e incluso más investigación científica sobre las diferencias sexuadas entre los cuerpos de hombres y mujeres.
El lenguaje de “personas que dan a luz” y “personas con vaginas” busca reducir tanto a hombres como a mujeres en una categoría neutral o universal: personas. Pero hoy en día sabemos que asumir que hombres y mujeres son iguales produce consecuencias horrendas para las mujeres, porque los cuerpos de las mujeres responden de manera diferenciada a las enfermedades y al tratamiento con medicamentos que el cuerpo de los hombres. Esto es un asunto de salud pública. Ignorar nuestra biología es una cuestión de vida o muerte para mujeres y niñas.
Podemos ver claramente la misoginia que subyace este problema al darnos cuenta de que solo las mujeres están siendo despojadas de sus palabras y deshumanizas por medio del lenguaje. ¿Cuándo fue la última vez que usted leyó un artículo o vio a alguna organización referirse a los hombres como “personas con testículos», “portadores de próstata” o “aquellos con pene”?
IS: ¿Les sorprende que con relación a este tema estén de acuerdo colectivos feministas, homosexuales y de lesbianas junto al gobierno conservador? Me refiero a que fue el gobierno conservador de Boris Johnson el que rechazó la propuesta de modificación de la ley y mientras que en España quien lo propone es un gobierno de izquierdas.
RRS: Las propuestas a favor de la autodeterminación del sexo (o políticas de ‘identidad de género’) en el Reino Unido fueron impulsadas por el gobierno conservador de Theresa May, con el respaldo de todos los demás partidos políticos. Eventualmente fue el mismo Partido Conservador que desistió de las mismas.
La estocada más letal que puede infringir el conservadurismo contra de los derechos de las mujeres es apoyar la autoidentificación del sexo y las políticas de ‘identidad de género’, por eso llama la atención ver partidos que se denominan feministas apoyándolas. Automáticamente podrían neutralizar todas y cada una de las ganancias que hemos conseguido hasta la fecha, en materia de derechos y reconocimiento como seres humanos independiente de los hombres.
En España, ya algunos integrantes de Vox se han dado cuenta… Este es un problema creado exclusivamente por la izquierda, pero que repercute contra todas las sociedades alrededor del mundo sin importar identificación partidista. Poco a poco, con determinación, energía y mucha resolución, las feministas en el Reino Unido hemos concientizando a diversos sectores. Esperemos que, con el tiempo, en España puedan conseguir lo mismo.
NOTA: Gracias al periódico ABC y a la periodista Ivannia Salazar por comunicarse con el equipo de FiLiA. Luego de realizar la entrevista, el 1ero de diciembre, Keira Bell (junto con la Sra. A) ganó la Revisión Judicial contra la clinica de género Tavistock y Portman NHS Foundation Trust. Pueden leer el comunicado de FiLiA sobre este asunto aquí y la entrevista exclusiva publicada en Tribuna Feminista aquí.
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Fotografía: Tribuna Feminista.