Por: Aplaneta. 05/05/2023
El Tren Maya es un proyecto altamente contestado pues afectará al menos a 10 Áreas Naturales Protegidas (ANP), y pese a su nombre (Maya), afectará a los pueblos indígenas1 que ahí habitan, en concreto 197 localidades indígenas y un total de 143.866 personas. El tren se ha proyectado sobre cientos de cuevas inexploradas que albergan ruinas antiguas de la civilización maya: por un lado cogen su nombre , pero por otro no respetan a ese pueblo que da nombre al ferrocarril y su patrimonio.
El proyecto de Tren Maya contempla un ferrocarril desde Palenque en Chiapas a Escárcega en la la penínula de Yucatán dando la vuelta a la misma, para terminar de nuevo en esa ciudad; Pasando por Calkiní, Izamal, Cancún, Bacalar , Chetubal y otros. Tendrá una longitud de 1.525 kilómetros, tendrá 18 estaciones, recorrerá cinco Estados. Se divide en 7 tramos cada uno de los cuales ha sido licitado a distintas firmas agrupadas en consorcios.
Este proyecto de tren une además con otro proyecto como es el Tren Transístmico, cuyo objetivo no es otro que unir en la zona más angosta del país (el istmo) la costa atlántica con la pacífica (entre los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, respectivamente) y así facilitar el transporte de mercancías, siempre con la idea de favorecer la exportación, y con ella la producción nacional intensiva. A estos proyectos se les une el de las Zonas Económicas Especiales, zonas de inversión en la que se incidirá en la mejora logística para facilitar esos objetivos de transporte, conexión y exportación. Éstas incluyen parques industriales, centrales energéticas, infraestructura para la circulación de mercancías o incluso cuarteles militares.

El proyecto de Tren Maya obedece a la razón principal de transportar mercancía, incluidos combustibles, e impulsar el turismo turistas. Incluye por tanto, también, un centro logístico en el puerto de Chetumal para facilitar la salida (exportación) de mercancías . Las previsiones son de transportar 5,5 millones de toneladas de productos agropecuarios2, con lo que, además del daño que el propio tren puede conllevar en sí, supone ahondar en el modelo exportador, el modelo agrario intensivo, acondicionando más tierras para el agronegocio y por tanto perdiendo más ecosistemas y también afectando la autosuficiencia y suministro local. Este proyecto tiene como fin, por tanto, incidir en el modelo neoliberal, el agribusiness, y aumentar aún más las producciones y exportaciones: Chiapas es el principal productor de la región, con 42.9 % de 14 productos estratégicos. Entre los productos previstos tendríamos los que ya son base de este modelo en esta zona: maíz, caña de azúcar, plátano, cacao, palma de aceite, ganado (carne porcina y bovina) y productos de pesca como mojarra, pulpo y camarón.
Por otro lado, el tren unirá los principales vestigios arqueológicos de la cultura maya, ya actualmente muy masificados por el turismo, así como unirá las frecuentadas playas de arena blanca que se suceden desde Cancún hasta Tulum. El facilitar este negocio y potenciarlo no sólo tiene un gran impacto en la ecología local, como ya se viene sufriendo, y como lo demuestra este proyecto, sino también a nivel global como queda patente con la emergencia climática y como se demostró en la pasada pandemia. Lo mismo podemos decir del modelo agroexportador, que ademas de incidir en la sostenibilidad local y crear más dependencia, de basarse en métodos muy agresivos para el medio-ambiente como pesticidas, mecanización, etc, provoca serios impactos a nivel global, entre ellos el más grave la emergencia climática.
El Tren Maya es el plan rey del actual presidente AMLO, Andrés Manuel López Obrador, que aunque en muchos aspectos se presenta como progresista y liberal, en este caso (y en otros muchos) ha evidenciado un talante autoritario imponiendo un proyecto pese a sus impactos y su desconformidad con las comunidades afectadas, lo cual va unido a una falta de participación y consulta. En lo que respecta a la consulta, podemos observar una visión muy suigéneris de los que ésta significa, pues la consulta que planteó AMLO en 2018 fue a nivel nacional, y con una batería de preguntas sobre distintos proyectos que proponía. El resultado final fue refrenado por un 1% de la totalidad de la población mexicana. Pero también se ha denunciado el amaño y la simulación de consultas.
Igualmente, AMLO, ha hecho gala de priorizar grandes proyectos de infraestructura a la protección ambiental, la destrucción a la conservación de ecosistemas. Entre otros ecosistemas afectados el Tramo 5 transcurre por Yucatán, a través de la segunda selva más grande de América, habitada entre otras, por jaguares en peligro de extinción. Este cambio de ubicación del proyecto se realizó sin los pertinentes y obligatorios estudios ambientales. A pesar de que AMLO al presentar el proyecto aseguró que no se talaría ni un solo árbol, a día de hoy ya son miles los talados.
Y de idéntica forma se han referido al proyecto y a AMLO personas expertas que han cuestionado varios aspectos técnicos del mismo. Como evidencia de ese autoritarismo, AMLO utilizó un decreto de seguridad nacional (julio 2022) para reiniciar los trabajos del Tren Maya y evitar las decisiones judiciales s como la que lo paralizó por sus impactos ambientales. Incluso despidió a los contratistas civiles encargados del Tramo 5 para poner en su lugar a los militares, quienes dificultan aún más la supervisión pública. Pero sobre todo, su presencia en zonas indígenas ha provocado el aumento de hostigamientos, represión y prácticas de índole para-militar.
La última represión fuerte ocurrió el 25 de abril en el desalojo del campamento Tierra y Libertad que mantenía el pueblo ayuujk contra este proyecto. Además de que muchas personas fueron agredidas, en este operativo 6 compañeros y compañeras fueron detenidas y mantenidas en paradero desconocido. Días antes, el 13 de abril, el activista contra el Corredor Interoceánico en el Sur de México, Félix Vicente Aquino, fue asesinado. Días antes, el 10 de abril Aquino había participado en las acciones previas a la caravana «El Sur Resiste 2023».
AMLO también ha recurrido a la descalificación pública de los opositores y expertos, recordándonos a otro célebre progresista que también optó por opciones más personalistas (Rafael Correa en Ecuador, y otros) y a tildado a esos que contestan el proyecto por su impacto ambiental como “pseudo-ambientalistas” y en su rétorica presuntamente anti-colonialista, les ha acusado de estar “financiados por el gobierno de Estados Unidos”.
Conforme avanza el proyecto, además, se evidencian numerosas dificultades también relacionadas con la geología de la zona. Entre otras, la dificultad mayor es la de coincidir con una zona de piedra caliza que como es sabido, es muy inestable, llena de cuevas en las que se filtrá el río subterráneo más largo del mundo, Sac Actún en Yucatán (en maya «Cuevas Blancas»). AMLO también pretendía completar esta infraestructura en 4 años (el periodo de su legislatura) en lugar de los 15 años que preveían los expertos. El plazo de finalización fijado es de 2024. A esta urgencia y precipitación se deben también muchos de los problemas que están surgiendo. Y a ello también se debe el que surjan nuevos gastos y el que no estuviera bien presupuestado, y con ello se va encareciendo el proyecto, ya elevado por AMLO a casi tres veces más que la estimación inicial, 20.000 millones de dólares.
El Tren Maya ha supuesto un gran negocio por lo que han sido numerosas las empresas españolas que han concursado en la licitación de los 7 tramos (el 6º fue concedido a la propia Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) mexicana). Muchas de ellas consiguieron contratos. He aquí cuáles:
- SENER: a través de filial SENERMEX, en consorcio liderado con Key Capital (financiador), Daniferrotools y Geotecnia y Supervisión Técnica. Contrato para ingeniería básica. Monto: 298.9 millones de pesos (+IVA).
- FCC (Slim & Koplowitz): segundo tramo del Tren Maya de México por 716 millones
- AZVI (Sevilla): tercer tramo del denominado Tren Maya, por un importe de 424,5 millones de dólares. Este consorcio construirá 172 kilómetros de la plataforma y vía (junto a Construcciones Urales, Gami Ingeniería)
- UG21: supervisión técnica y verificación de control de calidad de los trabajos de construcción de plataforma y vía del Tramo 3, por unos 8,6 millones de euros. Consorcio formadado con Coniisa (Consultoría Integral en Ingeniería) e Ipimsa (Ingeniería de Proyectos e Infraestructuras Mexicanas), filial de Prointec (Grupo Indra).
- INDRA : Tramo 3, por medio de Ipimsa (Ingeniería de Proyectos e Infraestructuras Mexicanas), filial de Prointec, a su vez filial de INDRA
- Acciona: tramo 5 (Sur ) en consorcio que incluye México Proyectos y Desarrollos, por 712 millones de euros
- TYPSA: a través de filial MEXTYPSA. Cometido: oficina de gestión- Monto: 22,3 millones de euros ( 573,4 millones de pesos)
- RENFE: en consorcio con Grupo Mitma, Ineco y la alemana DB Engineering. Contrato para dar servicio durante tres años (21-12-2020). El contrato asciende a 13,5 millones de euros.
Por todo lo dicho anteriormente, por lo denunciado por los y las compas en esos 5 estados afectadas por el proyecto de Tren Maya y Tren Inter-ístmico, por todos los impactos ambientales que conlleva, exigimos a esas compañías que lo abandonen y que no se beneficien a costa ni de los recursos de esas comunidades ni de ese país. Porque estamos de acuerdo con AMLO, Iberdrola «saquea», pero las otras empresas española también.
NOTAS:
1https://onuhabitat.org.mx/index.php/voces-de-los-pueblos-indigenas-y-el-tren-maya
2www.jornada.com.mx/2020/07/10/politica/014n1pol
3 www.europapress.es/economia/noticia-fcc-adjudica-segundo-tramo-tren-maya-mexico-716-millones-20200430225342.html
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Fotografía: Aplaneta